ʜᴀᴢᴍᴇ sᴏɴʀᴇɪ́ʀ

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Las calles vacías y silenciosas empezaban a llenarse de ruido y gente. Algunos vestían con sus uniformes de trabajo y llevaban de la mano a niños pequeños que cargaban mochilas de colores y dibujos. Otros estaban corriendo en ropa deportiva, con unos auriculares en sus oídos y sudor cayendo por sus frentes.

Pero no era ese el caso de la pequeña Daram. Era lunes y su hermano menor empezaría en su mismo colegio, pero sus padres no les podían llevar. La niña de tan solo doce años sostenía en su mano derecha la de un pequeño Jaemin de tan solo siete años que miraba a todo emocionado, mientras los adultos miraban a los dos hermanos extrañados; preguntándose dónde estarían sus padres.

Al llegar a la puerta del colegio donde esta vez irían los dos menores se encontraron con dos pares de ojos conocidos y dos adultos que les sonrieron emocionados.

- ¡Daram, Jaemin!- la mujer se acercó a ellos- ¿Llegaron solitos?

El menor de los dos asintió y miró a su hermana.

- Mamá y papá no podían traernos, Noona cuido de los dos.

- Divertíos peques- la madre de Taeyong besó la frente de los dos menores y su marido revolvió el pelo de los dos.

- Tengan cuidado- miró a Taeyong- cuida de Jeno- volvió su mirada a Daram y se agachó hasta su altura- hablaré con vuestros padres, os invitamos a merendar luego.

La mayor de los hermanos Na asintió feliz y los dos adultos se alejaron de los cuatro niños. Jaemin corrió para abrazar a su amigo y Daram se acercó a Taeyong.

- Jeno lleva desde ayer molestando- el mayor de los Lee frunció el ceño mirando disgustado a su hermano.

-  Jaemin estaba muy feliz- la pequeña le sonrió y rodeó por el hombro a su amigo que no era más alto que ella- luego jugamos en tu casa, quiero ganarte de una vez.

- Sigue intentándolo- Taeyong le miró burlón y volvió a poner su mirada en los dos menores que les habían llamado para preguntarles dónde debían ir.

Sería un día interesante para ambos.

Al acabar el día escolar, los cuatro amigos salieron de sus aulas para buscar a los tres menores. Llegaron a la puerta de la que era la salida de los más pequeños de la institución. A los minutos, que para la pequeña Daram fueron eternos, salieron los tres pequeños riendo. Jaemin al ver a su hermana corrió hacia ella y empezó a contarle lo que habían hecho, desde el momento en el que conoció a su profesora de aula, pasando por los juegos que hicieron en la clase para conocerse y llegando hasta los dibujos y juegos que habían hecho los tres amigos.

- ¡Y Hyuck ganó el último juego!- el hermanito de Daram sonreía feliz y señalaba a su amigo que puso una pose triunfal. Daram soltó una risilla y le chocó la mano a Hyuck- ¿Iremos a casa de Taeyong hyung y Jeno?

- Si- Daram asintió y el pequeño dio unos saltos de emoción hacia sus dos amigos.

- Nana ¿Quieres jugar al llegar al mario kart?- Johnny se acercó al más joven de los Na- Tengo una victoria pendiente, si quieres que Jeno y Hyuck te ayuden, pero ganaré yo- Johnny revolvió el pelo de Jaemin quien le miró desafiante.

- Espero que luego juegues con Noona y os destroce el culo a todos- Jaemin cruzó sus brazos y puso una expresión de autosuficiencia. La hermana del chico abrió los ojos sobresaltada por la expresión que había usado el menor.

- ¡Nana! Ese vocabulario- le riñó a Jaemin, quien se encogió de hombros.

- Se lo escuché  decir a Yuta y me gustó la expresión- Daram dirigió la mirada fulminante al acusado quien levantó los brazos y negó repetidamente con la cabeza.