ʜᴀᴢᴍᴇ sᴏɴʀᴇɪ́ʀ

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La alarma interrumpió una mañana más mis sueños. Me levanté sin ganas y me duché para luego ponerme el uniforme y peinarme.

- Daram, mañana tu hermano tiene que ir al médico, estás encargada de llevarle- me dijo mi madre al verme bajar a la cocina.

- Si mamá, ¿Ya está despierto?- le pregunté en respuesta.

- Ve a despertarle.

Subí las escaleras y entré al cuarto de mi hermano.

- Nana- susurré sentándome en su cama.

Hace años que le diagnosticaron el trastorno. Afortunadamente, los médicos dicen que puede hacer vida de adolescente medianamente normal, pero sus recaídas siguen siendo fatales para su alrededor. Pocos se han quedado a su lado.

- Nana se te hará tarde, despierta- insistí acariciando su pelo levemente.

- Ya voy Noona- respondió con la voz seria de siempre.

- Te espero para desayunar.

Bajé a la cocina comenzando a poner la mesa del desayuno mientras mis padres lo preparan.

- ¿Tienes examen hoy?- me preguntó mi padre.

- Sí, matemáticas.

- Suerte con él.

- Gracias.

Me senté en la mesa y en lo que bajaba Jaemin, estuve un rato en el móvil.

- Hija, nunca quedas con nadie, deberías darte el lujo de salir con amigos.

- ¿Qué amigos mama? Noona ya no tiene- interrumpió Jaemin sentándose.

- ¡Jaemin respeta a tu hermana!

- Tiene razón, déjalo estar.

- Hija no puedes quedarte ahí trabada, avanza, olvida a Johnny y vive tu vida- insistió mi padre.

- Me pides algo imposible, si eso es todo lo que vais a decirme, no tengo hambre, Nana avísame para salir.

Me levanté de la mesa y caminé hasta el salón sentándome en el sillón y esperando a mi hermano.

Un rato después salimos los dos de casa y empezamos a caminar.

- Noona, ¿Nunca superarás a Johnny?- me preguntó.

- No lo sé, Nana, por ahora me basta con que tú estés bien y punto, no me importa pasar el resto de mi vida así.

- A mí no me gusta que la vivas así- me contestó.

- A mí tampoco me gusta que vivas tu así, de hospital en hospital, mañana tengo que llevarte.

- No me gusta ir al médico, siempre me preguntan cosas raras y a él no le gusta.

Sentí escalofríos al oír la mención de aquella persona que había fabricado la cabecita de Nana.

- A veces él no toma las mejores decisiones, tu tranquilo, pase lo que pase yo estaré a tu lado siempre.

- A el le caes bien, pero a veces me dice que no te haga caso.

- Nana- me paré y le agarre de los hombros- pase lo que pase, no dejes de confiar en mí, yo estaré contigo si o si, siempre, nada nos separara, soy tu hermana y estaré para ti, nunca te haré daño.

- Vale Noona.

Caminamos en silencio, hasta llegar al instituto.

Entramos al instituto y nos sentamos en un banco, ya que no había llegado el mejor amigo de Jaemin, y no quiero dejarlo solo.