ʜᴀᴢᴍᴇ sᴏɴʀᴇɪ́ʀ

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POV TAEYONG

Al llegar a clases sentí algo revolverse dentro de mi. Ya no solo no estaba Jaemin, sino que Daram sigue en el hospital sin responder.

Yuta y Hyuck llegaron juntos y los cuatros nos sumimos en un horrible silencio, interrumpido por Hyuck un rato después, despidiéndose y llevándose a Jeno.

Entonces, Yuta y yo nos miramos sin saber que decir. Pude notar las, ya comunes, ojeras debajo de sus ojos. Busqué con la mirada las manos de Yuta y efectivamente llevaban una venda blanca rodeando la zona de sus nudillos. Suspiré y regresé mi mirada al rostro de mi amigo.

- Yuta, por favor no vuelvas a- antes de poder terminar de hablar, él se llevó un dedo frente a su boca indicando que me callara.

- Déjalo Tae, no es tan fácil- rodé los ojos.

Si era fácil, con no volver a salir por la noche a beber o buscar pelea era suficiente.

Me callé, no iba a poder ganar la discusión ya que Yuta es demasiado cabezota como para darme la razón.

Miré al suelo durante unos minutos, hasta que Yuta dijo mi nombre y luego empezó a andar, probablemente en dirección a clase. Llegamos al sitio en silencio, entramos y nos sentamos en nuestros asientos.

Miré el lugar vacío de Daram. Era la primera vez en bastante tiempo que veía el pupitre así.

La última vez que Daram había faltado a clases fue el día después de la muerte de Johnny. Incluso cuando Nana estaba mal, Daram era obligada a venir.

Yuta puso una mano en mi hombro y al girarme hacia el vi que asintió con la cabeza. Sabía que pasaba por mi mente, él siempre lo sabe. Bajé la mirada hasta mi propia mesa y cerré los ojos intentando dejar de pensar en ella. Pero algo interrumpió mi intento de olvidarme de ello.

Un carraspeo de garganta sonó cerca nuestro y sentí como Yuta se tensó inmediatamente. Levanté el rostro topándome con el último ser humano que querría ver.

- ¿En que hospital está?- su irritante voz sonó mientras fingía preocupación. Puedo jurar que una pequeña sonrisa se asomaba.

Apreté la mano para evitar romperle la cara en ese momento, y tragué saliva.

- ¿No vas a responder? Quiero ir a ver cómo está- siguió.

Yuta iba a levantarse, puse una mano sobre su pierna indicándole que no lo hiciera. Me levanté yo en su lugar, mirando a los ojos de Joshua.

- ¿Para qué? Que ella esté así es tu puta culpa- si hubiera podido, le hubiera escupido en ese momento.

- ¿Tú crees? ¿De quién es la culpa de que estuviera tan sensible en verdad?- se acercó a mi- yo creo que no soy el culpable.

Respiré profundo.

- Mira, hazme el favor, déjala en paz- iba a sentarme antes de que él respondiera pero fue más rápido.

- No puedo.

Rodé los ojos ante aquella estúpida excusa.

- Lee, pensé que eras inteligente- bufé al escucharle- pero que no entiendas mis intenciones todavía...

- Joshua, no creo que decir que sientes algo por ella impida que Taeyong te rompa la cara- Yuta intervino.

Algo empezó a hervir dentro de mi al escuchar aquello.

- ¿Por Daram? Nakamoto, no me hagas reír, yo por ella no siento nada- soltó una carcajada- de hecho si, pena. Siento pena por ella, pero más por que yo estuve con ella durante una época, no entiendo porque. Algo dentro de mi se sentía mal de verla sufrir, así que si estoy con ella antes de que muera y le hago creer que la apoyo, luego podré dormir bien por la noche.

Esa afirmación fue lo único que necesité para sujetar al idiota del cuello de la camisa y acercarlo a mi.

- Escúchame, no eres nadie para jugar con ella ¡Eres un puto psicópata! Que clase de persona racional apoya a alguien solo para sentirse bien consigo mismo- respiré- y ella no va a morir.

- Estás enamorado, Lee, pero dime- se soltó de mi agarre- ¿Ya sois algo? No- volvió a sonreír- ¿Y sabes por qué? Por Johnny.

Empecé a temblar de furia.

- Para tu información, si son algo, gilipollas- Yuta se levantó.

- ¿En serio?- Joshua hizo una mueca de desagrado- me dais tanta pena, es tan miserable. Vuestra vida.

Iba a responder cuando algo me empujó detrás y se puso frente a mí. Yuta.

- Repite eso, cabrón ¡Repítelo!

- Es verdad Yuta, la vida de Johnny ya era miserable, la del pequeño Jaemin lo era, pero la de Daram y Taeyong. Me dan tanta pena. Incluso creo que estarían mejor muer-

Yuta impactó contra el pómulo izquierdo de Joshua con todas sus fuerzas. Tal fue el impacto, que él chico cayó al suelo.

- Como te levantes y te atrevas a si quiera mirarme te rompo la cara- Yuta respiró entrecortado- ¿Entendiste, hijo de puta?

Joshua se levantó y se dio la vuelta para irse, pude ver el golpe en su pómulo, y aunque no me gusta la violencia me resultó gratificante. Yuta se dio la vuelta temblando, acaricié su hombro intentando que me mirara pero el chico estaba sumergido en la rabia.

- Oye...- una voz femenina apareció y tuve que apartar a Yuta antes de que la golpeara- solo quería disculparme, no estoy orgullosa de lo que hice... Creo que no era consciente hasta que me enteré lo que hizo ella... Lo siento muchísimo de verdad... Estoy avergonzada de todo- Nayeon bajó el tronco haciendo una reverencia.

- Cuando se recupere discúlpate con ella, si realmente lo haces ella lo notará.

La chica asintió yéndose a su mesa y yo senté a mi amigo que seguía mirando al infinito.

- Yuta... Tranquilo, se lo merecía.

Mi amigo asintió y el profesor entró dando inicio a la clase. Mentiría si dijera que atendí a alguna de las lecciones del día. Se me hizo eterno, hasta el recreo en el que ni salimos de clase. Solo nos levantamos una vez para ir al baño y al acabar el día escolar. Colgamos la mochila de nuestros hombros y salimos en busca de los dos menores. Los encontramos sentados en un banco, callados y Jeno sosteniendo la mano de Donghyuck, quien parecía nervioso.

Mi hermano al notar nuestra mirada preocupada hizo un ademán de que luego nos contaría y nos dispusimos a ir al hospital. Al llegar al lugar fuimos a la habitación y nos sorprendimos al ver que justamente salía el médico.

- Jóvenes, justo despertó hace un rato, la hemos revisado y está bien- el hombre sonrió- pueden pasar.

Jeno me dio un golpe en el brazo y luego inclinó su cabeza hasta Hyuck. Asentí de acuerdo con las intenciones de mi hermano.

- Hyuckie, entra tú- le dije con la voz más tranquila que pude. Pareció conectar con nuestra realidad, me miró con los ojos abiertos como si no hubiera entendido- pasa tú primero, ella está despierta y seguro que quiere hablar contigo- conseguí decir con la voz dulce.

El pequeño asintió y entró a la habitación soltándose del agarre de Jeno. Yuta y yo miramos al menor quien asintió y nos indicó que nos sentáramos.