ʜᴀᴢᴍᴇ sᴏɴʀᴇɪ́ʀ

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La psicóloga se fue una hora después. La charla sobre Taeyong se alargó bastante y me dejó muchas cosas por pensar. A la hora del mediodía me dieron un plato con comida- la cual para ser de hospital, estaba aceptable- y posteriormente a la hora de la salida vino Yuta, solo.

- Daram, tenemos que hablar sobre una cosa- Yuta se dejó caer en la silla que estaba al lado de mi camilla.

- ¿Pasó algo?- le miré preocupada al notarle serio- ¿Están todos bien?

- Ellos... sí- suspiró- Daram, cuando dejaste de hablar con nosotros perdí el control de mi vida. Salí por las noches aún siendo menor, bebí, peleé con borrachos... Eso es lo que llego a recordar que  hice, pero no recuerdo todo y no me siento cómodo conmigo mismo ocultándotelo a tí.

- Yuta...

- Taeyong cargó con muchas cosas, él me curó las heridas desde el momento en el que me descubrió... Era viernes, Taeyong venía de acompañar a Jeno hasta la casa de Hyuck. Serían las doce de la noche... Yo estaba tirado en una acera con una botella y moratones por una pelea que ni recuerdo, Tae me llevó a su casa y cuidó de mi... Pero no dejé de hacerlo, era imposible evitarlo. Los findes de semana eran lo peor, me levantaba, iba al cementerio, lloraba durante dos o tres horas y luego me desaparecía hasta que los camareros de un bar llamaran a Tae porque era el único número que era capaz de decirles una vez era ya tarde, después de que el de Johnny les diera error... Claro.

- Yuta...

- La cosa, es que tú y él están enamorados, lo sé y quiero que os centréis uno en el otro... Me encanta estar contigo otra vez, pero he decidido que volveré a japón durante mi etapa universitaria... Yo me iré cuando empiece el curso y volveré en todas las vacaciones que pueda pero mis padres creen que debería empezar a pasar página de algunas cosas y creen que me vendrá bien estar una época alejado de todo lo que me recuerde a John, mis tíos se han ofrecido a cuidar de mí allí... Mi primo Shotaro además insiste en que quiere que compartamos tiempo, dice que quiere aprender muchas cosas de mí... Que en el futuro quiere mudarse a corea con un amigo suyo que es de aquí pero se trasladó allí, y quiere que yo le aconseje- me miró a los ojos- Quiero ser útil para alguien, quiero cuidar de él al igual que Taeyong cuidó de mi, de Jeno y Hyuck, al igual que tú con nosotros y Jaemin... Necesito centrar mi vida y saber como quiero recordarla, me daba miedo darte esa noticia porque sé que estás mejor si estamos todos juntos pero necesito estar bien... Quedan unos meses y creo que es mejor que lo sepas desde ya.

Le miré fijamente y algunas lágrima salieron de sus ojos.

- Perdón- se secó sus lágrimas- Igual no es la mejor idea pero...

- No, Yuta- le interrumpí- Está bien, tienes derecho a tomarte el espacio y tiempo que creas... No te disculpes, cuida de tu primo y de tí. Estaré bien si tu lo estás.

Se levantó y me rodeó con sus brazos.

- Pero antes de irme necesito que tú y Tae definan lo que son, no atrasen más lo inevitable- susurró sin cortar el abrazo.

- Está bien... Gracias por sincerarte así. 

Yuta se fue un rato después. Me quedé mirando al techo y reflexionando tanto sobre mi charla con la psicóloga como sobre la de Yuta. Sobre las seis de la tarde la enfermera entró para revisar todas mis heridas y decirme que tal progresaba.

- Creo que entre mañana y pasado mañana le daremos el alta, no se apure- dijo la mujer antes de salir por la puerta.

Me senté en la camilla y encendí la pantalla de mi teléfono. Apareció la notificación desde el contacto de Jeno. Entré en el chat para poder leer el contenido de aquel mensaje. "Hola Noona, Taeyong quería ir a verte hoy nada más salir. Pero no le dejamos ya que anoche había dormido muy poco y de por si no tenía casi nada de energía. Insistió en ir pero Yuta hyung pudo convencerle de que se quedara en casa, espero que no te haya desilusionado. Sé que podrás entenderlo y que incluso estarás de acuerdo. Si descansa hoy, mañana iremos después de salir de clases."

Sonreí al leer la explicación del chico y le respondí diciendo que lo entendia y dándole las gracias. Me hubiera gustado ver a Tae, pero la verdad que si realmente estaba cansado me alegra que le obligaran a quedarse en casa.

Apagué la pantalla del dispositivo y volví a tumbarme sin saber muy bien que hacer hasta que fuera la hora de cenar. Estar en una cama de hospital era realmente aburrido, aunque me hace pensar el si de verdad no puedo caminar. Ante la duda prefiero no hacer algo que no deba, así que pulsé el botón que llamaba a la enfemera. Un minuto más tarde apareció la mujer que hace poco tiempo había salido.

- ¿Pasó algo?- preguntó acercándose.

- ¿Puedo dar una vuelta por el hospital? Estoy aburrida y no sé si ya puedo levantarme.

- Veamos- la mujer me ayudó a sentarme con los pies en el suelo y posteriormente poco a poco dejé caer mi peso en ellos. Sorprendentemente conseguí levantar el torso de la camilla y ponerme de pie- Prueba a caminar sin mi ayuda- se alejó de mi un poco y adelanté mi pie derecho para dar un paso. Sonreí inconscientemente al darlo con éxito, acompañado de dos más- Dejaré que des un paseo, pero no te alejes de zonas con enfermeros o médicos.

Hizo una reverencia, la cual correspondí, y salió de mi habitación. Guardé mi teléfono en el bolsillo del pijama azul y andé hasta la puerta, abriéndola y traspasándola.

Los pasillos estaban transitados constantemente por trabajadores, y algunos pacientes andando solos o con ayuda de alguien. Una mujer mayor caminaba del brazo de quien parecía ser su nieta. La señora me sonrió e inmediatamente incliné levemente mi cabeza para hacer una reverencia sin arriesgarme a perder el equilibrio. La nieta, que parecía de la edad de Jaemin, inclinó su cuerpo hacia mi y siguieron caminando juntas.

Yo, después de observar el pasillo, caminé hacia la derecha, donde estaba el ascensor.