Con el último mes cumplido ya todo el mundo estaba hablando de un posible embarazo de Eugenia, cada vez que iba a la ciudad me buscaban en todos lados pero yo no respondía nada, recibía mensajes de mis amigos preguntando y tuve que hacer una selección sobre a quienes les podía decir la verdad y a quienes no porque si luego se filtraba real Eugenia me mataba. Verla con la panza grande y sentir todos los movimientos que mi hija hacía fue lo mas lindo que me pasó en mucho tiempo, estaba muy comprometida.
—Tenemos que colgar estas repisas para los libros en el departamento, cuando vayas a la ciudad podrías eso —dijo Eugenia mirando las cajas, asentí con una sonrisa mientras terminaba de poner cinta en los bordes para comenzar a pintar— Me gusta mucho esa idea que tuviste de no pintar rosa el cuarto.
—De ninguna manera nuestra hija es rosado y nuestro hijo será azul, esas cosas son parte del pasado —dije con una sonrisa— Ok, entonces este color está bien —dije haciendo la primera marca en la pared, miró con atención y asentí— Y en la pared de allá irá el dibujo —asintió festejando— Maravilloso, manos a la obra. —nos pusimos a pintar juntas.
—En diez días más estará con nosotras —me dijo emocionada.
—Ya no puedo dormir de las ansias que tengo —dije mientras pintaba— Mi amor, es seguro que estes acá en la habitación con este olor?
—Voy a quedarme supervisando un poco, además te ves bastante sexy con este atuendo de obrera —dijo mirando su celular, solté una carcajada y continué pintando como me pidió.
Duró como treinta minutos y se fue a dar órdenes a otro lado de la casa, mientras tanto yo terminé la habitación de Rufina, moví muebles y pedí ayuda a los chicos cuando algo me sobrepasó al final del día estaba completamente orgullosa de mi trabajo, mi hermana mientras tanto se ofreció en ayudarme para todo lo que era la habitación del departamento porque Eugenia no iba a la ciudad para nada, simplemente a los controles que tomaba a las SIETE de la mañana completamente mimada por su doctora.
Finalmente el día del nacimiento llegó, yo estaba tan nerviosa que no podía ni manejar mi cuerpo, mientras tanto Eugenia estaba en el baño poniéndose crema en el pelo.
—no me voy a maquillar porque Lali dice que es de doble filo, voy a llorar y se me puede correr algo, no quiero estar fea para las fotos —agregó relajada mientras se peinaba— Ok, me parece que estoy lista —se puso de espaldas y se comodó el pelo mientras terminaba con su perfume— Perfecto. Hoy, Rufina llega hoy mi amor, todo estará bien, no te pongas nerviosa.
—No estoy nerviosa —dije riendo
—Te pusiste zapatillas cambiadas mi amor —me abrazó riendo— Todo estará bien, serás una madre espectacular, no te preocupes. Te amo mucho, estos meses has sido la mejor compañera de todas, gracias por aguantar mi humor y mimar mis caprichos.
—Te amo más, por favor vámonos al hospital o mi sistema nervioso va a explotar aunque eso no sea posible —dije nerviosa, la llené de besos y me fui a cambiar de zapatillas corriendo.
En el auto se fue mirando al espejo mientras se ponía brillo, hablaba mandó mensajes a su familia que ya estaba camino al hospital y le enviaba audios a Caro sobre lo nuevo que estaba pensando para Prada, solamente ella podía estar trabajando mientras iba a parir un bebé, yo repasaba una y otra vez si puse todo en el bolso mientras no dejaba de insultar a Gigi por no responderme a tiempo. Cuando llegamos al hospital estaban nuestros viejos separados por mil asientos muy graciosos pero por lo menos estaban ahí, nuestras madres juntas comentando sobre la novedad, Eugenia saludó a todos uno por uno muy relajada e hizo su ingreso como tenía todo planeado fue bastante rápido, me hicieron entrar a una salida donde me alisté para el parto y cuando entré a la habitación Euge ya estaba preparada también.
