Wishes 2

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Desperté temprano con el olor a las tostadas que estaba invadiendo la casa, como siempre Simona nos tenía todo perfectamente preparado para desayunar nunca entendía porque había tanta comida en la mesa si éramos simplemente dos personas pero era parte de la personalidad de mi novio.

​—¡Lucas! ​—gritó Benjamín, su chofer vino corriendo​— ¿El diario?

​—No llega aun, en cuanto lo dejen en el buzón lo voy a traer ​—explicó un poco nervioso, los gritos de Benjamín no eran la mejor manera de comenzar el día.

​—Es la segunda vez que pasa en esta semana, voy a darme una vuelta esta tarde por las oficinas para saber lo que está pasando ​—dijo mirando su reloj, obviamente yo me reí porque me parecía completamente exagerado​—

​—Buen día Lucas, como estas? ​—pregunté

​—Buenos días Señorita, muy bien y usted? ​—preguntó

​—Bien ​—sonreí​— ¿Olivia? ​

​—Bien, en sus clases como siempre con muchas cosas por hacer ​—agregó con una sonrisa​— todas las cosas que envió le quedaron muy buenas, mi señora me pidió que por favor le agradezca

​—No pasa nada, en cuanto llegue Rufi tenemos que organizar para que venga a jugar a casa ​—agregué con una sonrisa y él sonrió.

​—Esperame en el auto, salgo en quince minutos ​—dijo Benjamín. Lucas se despidió de mí y se retiró del lugar​— no me gusta que venga la hija del chofer a jugar  a casa con Rufina, entiendo que tengas un alma caritativa y que quieras ayudar a todo el mundo pero ya estás haciendo suficiente con la librería para la ciudad ​

​—Rufina y Olivia son amigas Benja, esa es una de las cosas más lindas que tienen los niños, no viven con esas estúpidas diferencias que hacen los adultos, si te molesta que venga la hija del chofer a casa entonces voy a ir a jugar con ellas a la plaza, pero ya hablamos sobre esto ​—se quedó en silencio, a veces sentía que Benjamín era amable simplemente conmigo​.

​—Ahora entiendo cuando tu padre dice que eres la rebelde de la familia ​—dijo con una sonrisa​— ayer estuvimos cenando después de una reunión y me habló sobre el tiempo que lleva sin ver a Rufina, te parece?

​—Él me sacó de casa cuando se enteró que estaba embarazada ¿Te parece que la tengo que llevar? ​—dije riendo​— Mi mamá viene siempre que puede a visitarla, no entiendo porque el no puede hacer el mismo esfuerzo, por cierto, ya te dije que no me gusta que hables de mí con mi papá, te lo dije desde un comienzo, no permitas que te uso como una pieza de ajedrez para llegar a mí, el siempre calcula todos sus movimientos

​—Gracias por cuidarme mi amor, pero no tengo cinco años y sé perfectamente quién es tu padre ​—dijo con una sonrisa y se puso de pie​— me encantaría seguir con esta conversación matutina pero tengo que ir a nueva york ​—dijo mirando su reloj​— estoy tarde, tienes razón sobre la hija del chofer, que venga... hace mucho frío como para que vayas a jugar con ella a la plaza

​—Se llama Olivia ​—lo miré cuando me besó para despedir​se​— Olivia ​—repetí y asintió.

Terminé de desayunar, me di una ducha y salí a la biblioteca, la verdad es que el funcionamiento del lugar estaba perfecto, mi presencia en el lugar ni siquiera se justificaba porque todos los trabajadores lo hacían muy bien, pero yo amaba este lugar con toda mi alma, siempre fue lo que soñé como estudiante de literatura y lo conseguí, con un poco de ayuda de mi insufrible papá pero para mí era lo de menos.

​—Deberíamos mover el estante de mujeres a este sitio, no? ​—le pregunté a uno de mis asistentes que me miraba con una sonrisa​— ¿Muy temprano para joder? Perdón, hoy vengo con muchas ideas locas, me voy a ordenar un poco.
​​—Lo que usted diga jefa, de todas formas, por favor recuerde que ante cualquier cambio tenemos que esperar a la noche, cuando se cierra ​—cerré un ojo con una sonrisa y subí la escalera, tomé uno de mis carritos y me puse a ordenar un poco.

Cortos BeugeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora