De todas las locuras que hice en mi vida jamás me había pasado esto con una mujer, era una actriz experta en fingir mucho más que ella que sudaba cuando Peter nos miraba más de dos segundos. La junta se terminó y regresé a casa sin poder hablar con ella porque nuevamente me evitó, estaba escapando lo mas rapido que podía en dirección contraria hacía mi. A la mañana siguiente tuve una nueva discusión con Benjamín que estaba cansado de mis salidas, pero no le presté demasiada atención porque mi cabeza estaba en otro lado. Tomé las llaves de mi auto y me fui a la casa de Gigi
—Hola —su madre me abrió la puerta— ¿Todo bien? Gigi está trabajando Euge, vuelve tipo cinco de la tarde mas o menos
—Todo bien gracias ¿Bella? —pregunté
—Bella está en el altillo trabajando en su laboratorio, sube... no hay problema, yo estoy saliendo pero sube —agregó con una sonrisa, subí la escalera y luego me dirigí al altillo, toqué dos veces y abrió, cuando me vio se mostró sorprendida.
—¿puedo subir? —pregunté
—¿Que haces acá? —respondió y me tomó la mano para ayudarme a subir el último escalón, estaba con un short corto, un top y una camisa abierta de color gris ¿Era su pijama? Pensé observando lo bien que le quedaba todo— ¿Agua? —preguntó y tomó su cigarro
—¿Fumas desde tan temprano? —pregunté y no respondió, simplemente me miró— anoche me costó trabajo dormir pensando en lo que nos está pasando... nunca me pasó y no quiero que pienses cualquier cosa de mí, ya te lo dije en la carta. No me estoy comportando como una heterosexual curiosa, tu despertaste este lado de mí.
—Lo sé, pero lo mejor es que... —cerró los ojos— Eugenia, tu me pareces espectacularmente linda, además de inteligente, pero vives acá y yo lejos... no tiene sentido que no demos mas vueltas en este asunto, han sido un par de besos que dentro de tres semanas los vas a olvidar y podrás seguir con tu vida, no pasa nada. Además eres amiga de mi hermana, ya te lo dije, no creo que sea buena idea mezclar ese tipo de cosas —me acerqué a ella
—Si quieres que me aleje de ti, dímelo a la cara —dije con una sonrisa, se quedó en silencio— Cuando te conocí parecías mucho mas atrevida que ahora, incluso si mal no recuerdo me dijiste que podía ser tu musa —sonrió con el cigarro en la boca y abrió un mueble
—Lo eres —dijo dándome un montón de fotos— sin darme cuenta te tomé todas esas fotos durante mis semanas acá, demasiadas... puedes llevarte la que quieras, menos esta —tomó una donde estaba leyendo un libro
—¿Por? —pregunté sorprendida
—Porque es la primera que te tomé, me gustaría conservarla —respondió. Dejé las fotos en el mesón y me acerqué para besarla mucho mas decidida que la veces anteriores, necesitaba encontrar alguna respuesta a la situación aunque no estaba completamente segura si esta era la mejor idea, por suerte Bella me siguió todo el juego y no fue humillante, muy por el contrario
—¿No te gustaría tener una aventura en este lugar? —pregunté cuando nos separamos— de un par de semanas, vivir una locura, es lo que necesito en este momento
—¿Te parece? —preguntó— ¿Quieres que sea tu amante? No creo que este lugar sea el indicado para tener una aventura, todo el mundo sabe todo, es mas, deben estar hablando que tu auto lleva demasiado tiempo estacionado acá —me acarició con el pulgar— ¿y si salimos lastimadas?
—¿Tienes miedo? —la desafié
—Me voy a ir Euge —respondió
—Es la décima vez que me lo dices —respondí con una sonrisa y le tomé la mano— esta es la primera vez que tengo un encantamiento con una persona de esta manera, no puedo dejarlo pasar