Después del viaje con Bella obviamente todo cambió en mi mundo, gustar de una mujer en este lugar no era para nada fácil y no sabía cómo lo iba a manejar pero si estaba segura que hace mucho tiempo no me sentía de esta manera, sentía que me estaba comportando como una intensa insoportable con ella pero no podía controlarme. Benjamín regresó a casa como si nada había pasado, ignorando que le pedí que se fuera, pero él siempre hacía lo mismo y yo estaba tan dormida que nunca le prestaba del todo atención, luego terminamos haciendo nuestra vida como si nada, pero ahora era diferente, ahora odiaba tenerlo cerca mío, no me gustaba ir a la cama y saber que estaría a mi lado, por eso en cuanto puso un pie en la casa tuvimos nuestra primera discusión que terminó con un empujón de su parte, lo hizo para no golpearme porque si tuvo intenciones de hacerlo pero se controló, de todas formas me di con la punta del mueble y lo sentí como un puñal, me dolió muchísimo.
—Fijate por donde caminas —expresó en voz alta exculpandose de haberme empujado— No tengo ganas de seguir discutiendo contigo, me aburriste
—No sé qué haces acá —dije molesta mientras me tomaba la espalda producto del dolor—
—¿A qué te refieres? Esta es mi casa —cada vez estaba perdiendo mas la cabeza y luego soltó una sonrisa— ¿Dónde estuviste esta semana? —preguntó acercándose en tono desafiante— lo mejor es que dejes de hacer tantas locuras, no quiero que termines encerrada en una psiquiátrico, me daría mucha lástima por tu familia, ya hiciste lo suficiente por ellos
—Si te doy tanta lastima me puedes explicar a qué vienes? A mi no me gustas mas —agregué y cambió su expresión por completo— no me pasa nada contigo, es mas, me das un poco de asco —confesé— y estoy completamente segura que a ti te pasa lo mismo, no entiendo que haces acá
—Bueno si estamos jugando a la sinceridad, la única razón por la que estoy contigo es porque necesito que tu papá sea mi socio en varios proyectos que tengo y como te tengo controlada hace varios años, he ganado su respeto —agregó con una sonrisa— pero estas agotando mi paciencia infinita
—¿Que se supone que me harás? —dije riendo
—Me voy a ocupar de ti como él no pudo, se lo prometí —agregó con una sonrisa y miró su reloj— deja de jugar con fuego porque te vas a quemar
—Deja de amenazarme, no me das miedo —respondí— me das pena y asco
—perfecto, porque eso significa que estar a mi lado es una tortura para ti —respondió— y eso me hace feliz —tocaron la puerta en ese momento, yo tenía un insostenible dolor en la espalda
Se trataba de Nicolás y Rufina que vinieron de sorpresa a pasar el año nuevo conmigo, inmediatamente me puse en modo actriz, tenía que fingir que todo estaba bien, Nicolás y Benjamín tenían una relación cordial, si había algo que jamás podía decir sobre él era su trato con Rufi, siempre fue muy bueno y educado con mi hija, como no quería hacer problemas en un día tan importante como año nuevo para mí todo estaba bien en ese momento. Festejamos con los chicos, ver a Bella me hacía bien, compartir con ella o escuchar alguna de sus historias me daba tranquilidad, tenía un efecto extremadamente positivo en mí.
—La Rufa se durmió —dijo Nicolás entrando a mi habitación, yo me estaba cambiando, entonces me puse la remera rápidamente— ¿Tu marido? —bromeó— Perdón debí tocar
—Se fue, tenía golf con los amigos —reí— no hay nada que no hayas vistos antes —bromeé con él, en el último tiempo nos convertimos casi en mejores amigos, él me conocía perfectamente, habíamos pasado mucho tiempo juntos.
—¿Estás bien? —preguntó y lo miré sorprendido— ¿estás bien, en este lugar? —me quedé en silencio— ¿Te está haciendo algo?
—No —respondí rápidamente— ¿De que hablas?