Strange effect 11

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Después de ese divertido encuentro con Bella en el pasillo del hotel salí a caminar un poco por mi país favorito, hace mucho tiempo no estaba acá con algo de tiempo, me compré un helado y caminé sin rumbo mientras contestaba algunas llamadas de felicitaciones por el desfile que fué lo más comentado hasta este momento, me sentía completamente orgullosa de mi equipo.

— ¡Hija! —dijo papá en cuanto contesté el teléfono.— Desde ayer estoy tratando de contactarme contigo, quiero felicitarte por el tremendo trabajo que hicieron con el equipo, estas en todos los portales de acá, la gente enloqueció con la idea de la fontana, ya hay resultados nuevo?

—No, es muy pronto. La colección ya está en las tiendas igual, ahora estoy por ir a dar una vuelta a la de acá para ver que ondis ¿Estas en Nueva York?

—Si, estoy en la oficina. Si paso por la tienda te mando fotos. —dijo ánimo.— ¿Estas con Steff? ¿Te gustó la sorpresa?

—No estoy con ella, qué sorpresa? —pregunté riendo mientras cruzaba la calle.

—Mierda, me va a matar. Nada, olvida todo lo que dije no tengo que meterme en tus asuntos ya sé que no te gusta para nada, pero bueno tu sabes que yo la quiero mucho y estuvimos hablando un poco sobre lo que les estaba pasando, es una mujer que te quiere mucho hija —me quedé en silencio pensando que mierda estaba planeando mi papá.— En fin, te voy a colgar para que sigas con tu agenda, si la ves dale mis saludos.

—Papá, no quiero que te sigas hablando con ella. —dije un poco molesta.— No sé que pretendes haciendo ese tipo de cosas pero me parece que ya es suficiente, no te metas en mis asuntos ya estás cruzando un límite realmente molesto, te pido que por favor la termines con todo lo que estás haciendo —se quedó en silencio.— Chau. —colgué enojada.

Entré a la tienda y estuve charlando con algunas de las vendedoras que se sorprendieron mucho con mi visita, hasta tuve el placer de ayudar a algunas clientas que llegaron a la tienda, yo disfrutaba mucho este tipo de cosas porque como todo el mundo sabía me encantaba estar en todos los detalles. Llamé a Stef para verla en el café que estaba a cuadras de mi tienda y tuve que esperarla unos minutos.

—¡Que sorpresa! —dijo con una sonrisa y me dió un abrazo.— Mamá te manda muchos besitos, se compró todos los diarios en los que estabas. —solté una sonrisa mientras esperaba para pedir un café.— ¿Pasó algo?

—No, porque tiene que pasar algo para verte? —soltó una carcajada.— Nos conocemos demasiado como para hacernos las pelotudas, no? —asintió inmediatamente.— Varias cosas igual, lo de la botella de champagne de Bella ¿No es un montón?

—Si, fué demasiado... no estoy para ese tipo de cosas, no? —solté una sonrisa y asentí.— Perdón, pero cuando la vi por el ojo me dió un ataque de celos que no pude controlar y por eso le abrí la puerta. Tu justo me dijiste esas cosas por eso actué de esa manera pero luego volví a casa y entendí lo responsable que soy de todo esto también, las relaciones son de dos personas, si te sientes de esa manera es porque había algo que no estaba funcionando en nosotras.

—Seguro que si, la distancia nos afectó claramente, siempre lo supimos manejar muy bien pero de pronto nuestras exigencias fueron cambiando como nuestras agendas por ejemplo —ella me dió la razón inmediatamente.— Hoy estaba recorriendo un poco la ciudad y se me hizo inevitable pensar en todas las cosas que hemos pasado juntas, incluso anoche cuando te vi entre el público, todo el tiempo has estado para mi.

—Y seguiré estando bonita —me respondió.

—Lo sé, me siento un poco mal por las cosas que te dije pero por lo menos quiero que sepas he sido sincera. Hay algo que me está pasando con Bella, algo fuerte y por otro lado lo nuestro también me parece importante —me tomé la cabeza.— Perdoname por favor, no te mereces absolutamente nada de esto, este tiempo me he comportado de mala manera contigo.

Cortos BeugeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora