Secret love song 6

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Esa notificación fue un balde de agua fría, no pude decir nada porque estaba en la mesa con mi abuela pero la miraba a ella sin entender ¿De verdad lo hizo? pensaba quería llorar ahí mismo pero no podía, entonces cuando la cena terminó regresamos a casa en silencio.

—Estuviste muy silenciosa —dijo rompiendo el hielo y le di mi celular. La portada del diario decía "para: mamá / de: Princesa Eugenia" fuentes cercanas a la princesa confirmaron que finalmente fue ella quién le escribió— Yo...

—Solo mi hermana y tu saben esto —dije con lágrimas en los ojos— Y Lali no se lo diría a nadie ¿A quién se lo dijiste? —pregunté golpeando la mesa— Dime a quién mierda se lo dijiste

—No se lo dije nadie —miró el celular sin entender

—¿Se lo dijiste a tu hermana? —pregunté

—No... no lo sé, no creo —agregó

—¿Que? NO LO CREO ¡Te confié un secreto extremadamente importante para mi! —dije llorando— Te pedí que no le digas a nadie las cosas que te cuento ¿me estas jodiendo?

—Euge yo no... no se lo dije a nadie —dijo algo nerviosa— Dios, tienes que creerme. Jamás te haría algo así, yo sé lo importante que es para ti, Euge —se acercó y me alejé— Hey, te juro que no se lo dije a nadie

—Nadie mas que tu lo sabe, mi hermana no se lo diría a nadie —dije limpiandome las lágrimas— No sé si se lo dijiste a tu hermana o a una amiga pero esa persona se lo contó a alguien, ellos mataron a mi mamá... todas estas mentiras y persecuciones acabaron con ella, lo único que te pedí fue lealtad, no te pedí nada más

—¡Pero yo no fui! —me dijo llorando— Yo no fui Euge, no le dije a una amiga... no me acuerdo si a mi hermana, creo que no... de todas formas ella jamás... Euge, por favor.

—Mañana van a dejarte en el aeropuerto para que puedas volver a tu casa, si quieres publicar esto puedes hacerlo, da igual —levanté los hombros— Buenas noches —subí la escalera y me siguió.

—Euge, yo no fui —me dijo por última y cerré la puerta de mi habitación— Yo no fui y cuando te des cuenta que yo no lo hice, estarás muy arrepentida de todo esto porque ni con todo el poder del mundo voy a perdonarte todo esto. Nunca vas a ser feliz porque tu aceptar vivir en esta mentira —me atacó— Porque te permites estar triste bajo las condiciones de todas estas personas que te hacen mal, pero no te das cuenta o si te das cuenta y prefieres vivir en la comodidad de dominar el mundo. —estaba llorando tras la puerta— ÁBREME LA MALDITA PUERTA —golpeó dos veces— ábreme porque te lo quiero decirle a la cara. Yo no te mentí en todas las cosas que te dije y que sentí, jamás jugaría con los sentimientos de una persona pero no me creas, está bien. No necesito que envies a uno de tus empleados, me voy a ir yo sola —entonces abrí la puerta.

—¿Si pensabas todas esas cosas porque no me las dijiste antes de acostarte conmigo? —pregunté con el corazón roto.

—Da lo mismo, ya lo hice —me respondió caminando a su habitación— Ya me acosté contigo y no voy a publicar las cosas que haces en la cama si eso te preocupa tanto. Yo no fui Euge —me lo dijo una vez más— Y te juro que vas a maldecir este momento por siempre, eres una cobarde —me dijo llorando— ¿sabes que lo eres verdad? —caminé— No te acerques a mi

—Solo mi hermana y tú lo saben —dije llorando— encima me atacas.

—Yo no fui, pero supongo que entre tu hermana y yo... seré la culpable, permiso su majestad —entró a su habitación y me quedé en la mía.

Le pedí a Anne que se ocupara de conseguirle un auto para que fuera al aeropuerto y cuando bajó sus cosas la miré desde el segundo piso mientras me tomaba un té, abrió la puerta para salir y me miró, quizás era la última vez que la veía en mucho tiempo.

Cortos BeugeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora