Headcanon [Countryhumans]

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USA veía con rareza a su vecino del sur; México. Quién ya tenía algo de tiempo riéndose como foca retrasada, mientras se agarraba el estómago y se limpiaba las pequeñas lágrimas que resbalaban por sus ojos bicolor. Cosa que no había notado hasta el momento. Había perdido la noción del tiempo de cuanto llevaba escuchando la risa del latino, sin saber la razón de la misma, algo que lo tenía desesperado y arto al no poder pararla, y en los momentos que parecía que se iba a detener, con tan sólo mirarse a los ojos, volvía a reír, llamando la atención de los que quedaban en la sala de juntas. Incluso Alemania se había acercado preguntando por la risa imparable del mexicano, y al no saber qué contestar, levantó los hombros con cara de rareza. Le había preguntado al alemán si tenía algo en la cara, levantando levemente sus lentes para confirmar, recibiendo una negación por parte del menor. Ambos al no saber qué pasaba, se quedaron esperando que la risa de México se detuviera.

Justo cuando la paciencia de los dos estaba por desaparecer, la risa disminuyó, convirtiéndose en una respiración agitada con pequeñas risas, que seguían disminuyendo hasta desaparecer por completo, quedando una gran sonrisa en el rostro del mayor.

—Ahh...no me había reído así en décadas.—se apoyó en sus rodillas, volviendo a ponerse recto en su silla, o más bien recargada en ella.—¡hola pequeño Alemania!—saludó con gran entusiasmo al joven alemán que se había sentado en la silla de Canadá, al ver la mirada de rareza que le daban los dos, les preguntó.—¿qué?

—¿Por qué te estabas riendo como idiota?—USA se quitó sus lentes, dejándolos en la mesa para verlo con seriedad.

—¡Ah! Lo qué pasa es que yo-.

Sin poder terminar, la puerta de la sala fue abierta, dejando ver cómo entraban un latino y un europeo agarrados de las manos mientras platicaban de forma amena. Al estar completamente en la sala, Argentina se acercó al rostro del mayor, depositando un dulce beso en los labios de Reino Unido, quién correspondió con un sonrojo en el rostro junto a una sonrisa. Al separarse, se dieron un abrazo cariños, sin importarle las miradas de sorpresa de todos ahí. Se separaron, marcando el final de su despedida, dirigiéndose a sus lugares correspondientes.

Los murmuras de algunos países no se hicieron esperar, diciendo cosas cómo; "Ay...pero que tiernos." "Son la pareja más tierna que he visto." "¿No que se odiaban?" "Espero que duren mucho tiempo." Algo que la pareja no pasó por alto, provocando el sonrojo de los dos, siendo víctimas de bromas inocentes por parte de sus amigos. Por parte de los latinos, Chile no dejaba de canturrear en la cara del argentino, diciendo "son pololos, son pololos~", siendo acompañado por Uruguay. Con los europeos, Francia abrazaba al inglés por los hombros, felicitando por al fin lograr lo imposible con el latino, mientras escuchaban las múltiples quejas del español, cosas como; "dije que te llevarás bien con mi hijo, no que te lo follaras, carajo", provocando que el sonrojo del inglés aumentara, abarcando todo su rostro.

México soltó una risa nasal, con toque de ternura y burla a la vez. Volteó a ver al rubio mayor con una sonrisa socarrona en sus labios. USA le devolvió la mirada, pero sin la sonrisa, solo había duda en su rostro al no entender la risa del castaño.

—Dime gordis...—susurró con burla en su voz, siendo lo suficientemente alto para que el alemán escuchara.—¿qué se siente saber que tu papi es papi de alguien más?—una risa volvió a escapar de sus labios.

—Hijo de p-.—sin terminar su frase, fue detrás del mexicano, quien no paraba su risa escandalosa, provocando que todos los voltearan a ver, notando como estos se dirigían a la salida de la sala de juntas.

Cuando ellos se fueron, todo quedó en silencio, provocando que todo se quedara algo incómodo. Así fue hasta que la puerta fue abierta, dejando ver a como Canadá llevaba en su espalda a México, en un intento de escapar de USA, quien los seguía detrás con los brazos cruzados.

Alemania se había quedado sentado en el lugar que correspondía a Canadá en todo momento, observando la escena que se había echo hace unos momentos.

—Se reía por eso...—murmuró para sí mismo, soltando una risa nasal por la tonta discusión que mantenían los tres norteamericanos.

Su vista se dirigió a un punto en específico de toda la sala, donde estaban Argentina y UK , quienes estaban abrazados dándose mimos. No sabía qué pensar al respecto, se suponía que hace apenas un mes, no se hablaban, y ahora no se separaban por nada ni nadie. Se levantó de esa silla, caminando directo a donde seguía la pareja, dándole los mejores deseos y felicitaciones.