....2

130 7 7
                                    

El frío de la mañana lo hizo abrir sus ojos con pereza. Se hizo bolita en su lugar intentando encontrar calor con su propio cuerpo y en la cobija que lo tapaba, pero parecía ser insuficiente.

Intentó con la manga de su camisa calentar sus manos, pero se dio cuenta que no tenía camisa, ni pantalón....

No tenía ropa puesta...

Era extraño, él no recordaba haberse quitado la ropa.

Aún con frío extendió su mano para tomar su teléfono que estaba en la mesita de noche. Vio la hora y apenas eran las seis y media de la mañana; eso explicaba por qué apenas se notaba el sol salir y alumbrar la ventana aún cuando estas tenían la cortina tapando.

Se talló su rostro para poder ver mejor al mismo tiempo que se estiraba, y justo en ese momento un maldito dolor tan agudo le recorrió toda la espalda hasta la punta de sus piernas.

Casi gritaba ahí mismo, pero se recordó a sí mismo que era de madrugada y no estaba en su casa, lo sabía por qué el cuarto era muy diferente al suyo. Suspiró muy profundo, evitando terminar gritando como bebé y por suerte lo logró.

Extrañado del por qué tanto dolor, levantó la cobija, aún cuando hacía frío la curiosidad era aún mayor y no deseaba quedar con la duda.

—¿Qué...?

Sus piernas estaban cubiertas de mordidas y chupetones, se atrevía a decir que esas mordidas estaban casi sangrando, pero no era así, por suerte, sólo eran muy fuertes y dejaron esas marcas, al igual que lo chupetones, que parecían rojos y algunos morados.

Sus caderas aún mantenían las marcas de manos que lo habían sujetado el día anterior.

Mierda...

Cuanta rudeza, hace años que no hacía esto, y aún así no recordaba que su última pareja sexual lo tomara de esa forma.

Parpadeó un par de veces, y tal vez era por lo adormilado que aún se encontraba, pero apenas había recordado lo qué pasó el día anterior.

El recuerdo de haber estado con Reino Unido todo el día de ayer como castigo lo hizo sonrojarse. Parpadeó de nuevo, y de forma inconsciente volteó a un lado suyo, confirmando la presencia del inglés.

Okey, esto confirmaba que no era un sueño...

Pero pobrecito, su espalda estaba llena de rasguños.

Aunque no se comparaba con el dolor que él sentía en sus piernas y cadera.

Se volvió a tapar y acostar, mirando el techo y cuestionando qué hacer de su existencia. Por suerte en ese momento le llegó un mensaje.

¿Quien mierda está despierto a estas horas de la mañana?

Tomó su celular y en la bandeja de entrada había un mensaje de la organización de la paz, diciéndole que ya se podían marchar y pasar por su carro en la Sede.

¿Ese hombre dormía?

Suspiró. Volteó de nuevo hacia el británico, observando su rostro calmado y su dulce respiración. Esto sin duda era algo nuevo para él; verlo de esa manera y lo qué pasó ayer solo lo hacía sonrojar más.

Un tanto avergonzado se acercó, y posteriormente lo abrazó por el pecho, obteniendo así la calidez que buscaba.

UK había sentido entre sueños como lo abrazaban con fuerza, y sin poder evitarlo termino correspondiendo. Después de unos minutos empezaron a picarle la mejilla, insistiendo en despertarlo.

—Reino.—sin detenerse, con su dedo picaba su mejilla queriendo despertarlo; si él iba a tener que soportar ese dolor, pues él no lo dejaría dormir.—anda, despierta.

Headcanon [Countryhumans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora