Headcanon [Countryhumans]

Colombia...

Muchas veces intentó que Venezuela se confesara a Siria.

Jamás lo logró por que se ponía muy nervioso y salía corriendo.

Ambos estaban mirando al sirio que estaba sentado en su lugar correspondiente de la sala. Las mejillas del venezolano ardían en un sonrojo mientras su cuerpo temblaba y sostenía un sobre en manos. Colombia lo veía con una sonrisa traviesa; le era muy raro ver a su hermano de esa forma tan nerviosa y ansiosa.

-Hágale.-ordenó el más alto mientras que empujaba al de estrellas.

-¡N-no! Chamo, mejor nos esperamos a que termine la junta, ¿qué pasa si me dice que no?-dijo tartamudeando por los nervios.

-Nada de eso, gonorrea malparida.-siguió insistiendo con el más bajo, tomándolo con fuerza de los hombros.-¡usted me tiene desde las 10 de la noche quejándose con que no sabía que escribir en la carta y nos mantuvo toda la noche despiertos! ¡Ahora va por malparido!

-Malparida su madre...-murmuró algo enojado por los empujones que recibía.

-Somos hermanos, hijo'heputa.

Venezuela suspiró con fuerza intentando recomponer su postura. Sus pasos que parecían seguros ocultaban todo el miedo que tenía.

Sentía que era muy precipitado de su parte, ni siquiera estaba preparado para su muy posible rechazo, ¿y si lo humillaba frente a todos? ¿Qué pasaría si lo rechaza de la peor manera posible?

Esos y más pensamientos negativos fueron los que le bajaron las ilusiones, provocando que se detuviera apenas unos pasos de haber avanzado de donde estaba su hermano.

Tal vez debería intentarlo la próxima...

Se volteó a mirar al colombiano y volvió a acercarse. Se sentó en su silla bajo la desilusionada mirada de su hermano.

-Parce...-murmuró un poco apenado al saber que fue lo qué pasó con el más bajo.

-Lo siento...-murmuró por lo bajo.-te prometo que será la próxima...

Colombia lo dejó pasar; era consciente de las inseguridades y miedos del contrario, así que lo único que quedaba era esperar que tuviera el valor suficiente.

Mientras ellos estaban ahí, unos ojitos azules lo veían desilusionado, esperanzados por que se levantara y caminara hacia su dirección y le dijera todo lo que sentía.

-La próxima será Siria, la próxima.-le dijo Irak en un intento de animarlo.

-Si...tal vez...