Perú y USA...

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Estados Unidos está sufriendo de pesadillas por culpa de las huelgas de la gente, dificultandole el dormir.

Y Perú lo ayuda con respecto a eso, los dos se ayudan el uno al otro.


Y Perú lo ayuda con respecto a eso, los dos se ayudan el uno al otro

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Veía todo de color negro.

No había ningún rastro de luz, aunque no era necesario, podía ver a pesar de eso.

Estaba él solo. No había nada ni nadie, seguramente si buscaba algo lo único que encontraría sería nada.

Aun con eso en mente se encaminó a la nada, esperando encontrar algún rastro de luz. Aunque era consiente de que no encontraría nada, de repente en su pecho había crecido una opresión que lo hobligaba a caminar de alguna forma u otra. No entendía por que lo hacía, él no lo quería hacerlo.

Mientras caminaba la presión en su pecho se había echo más fuerte y pesada, dificultandole el respirar. Eso le dificultaba el caminar, sentía que se iba a caer de rodillas. Ya no sentía el tiempo pasar, lo sentía una turtura, aquella presión se convirtió en una sensación de quemadura y ardor.

De repente sintió como de sus manos chorreaba un liquido, cuando volteó, vio sus manos llenas de sangre. Llenas de sangre, que se escurría hasta sus brazos manchando la camisa negra que tenía.

Empezó a toser, escupiendo sangre combinado con un líquido negro. Intentó detenerlo con sus manos, fallando, provocando que sus manos se convinaran con lo que estaba escupiendo. De tanto toser le dificultaba el respirar.

Se sentía morir, sentía que se iba a desmayar.

Menos esperado sintió una mano tomándolo de la pierna. Volteó a verlo y vio lo que menos quería ver, un cuerpo bañado en sangre que se arrastraba por el suelo.

De la impresión se dejó caer al suelo, cayendo de rodillas y rápidamente voltearse para intentar alejarse de aquel cuerpo. Fallando mientras sentía como era tomado por más manos que lo obligaban a quedarse sentado y lo hundían en una especie de cosa viscosa negra que apareció en el suelo.

-¡Ah!-se sentó rápidamente tocando su pecho, sintiendo su corazón latir con rapidez, dirigió su otra mano a su frente, notando como estaba sudando.

Todo había sido una pesadilla...

Una simple pesadilla que no lo dejaría dormir por lo que resta de la noche.

Dio un brinco al sentir unos brazos rodeándolo por el torso y juntando sus manos a la altura del pecho, juntando los dos cuerpos en un cálido abrazo.

--¿Otra pesadilla?...-la voz somnolienta de su pareja hizo que se calmará y respirara con calma.

Había olvidado que Peru se quedó con con él está noche. Lo había invitado a una cena romántica y a ver películas, y como se había echo muy tarde lo invitó a quedarse a dormir.

- Tranquilo, no pasa nada, vuelve a dormir...-intentó relajar su respiración para poder hablar normal.

-Dime que pasó...-se sentó a un lado de él, rompiendo el pequeño abrazo que tenían.

-En serio, vuelve a dormir.-le dijo mientras le daba un pequeño beso en la frente.

-Estoy hablando en serio Estados Unidos.-lo tomó de las mejillas y lo vio directo a los ojos, viendo los ojos azules que parecían apagados, cansados y tristes.

-Perú, cariño, estoy bien.-lo intentó separar pero sentía las manos del contrario en su nuca.

-Por favor...-susurró mientras juntaba sus frentes. Escuchó un suspiro del contrario en señal de rendirse.

-Simplemente los problemas de mi gente...-cerró los ojos mientras disfrutaba la fragancia del contrario.-son demasiados problemas que no puedo resolver, mi gente esta muriendo por culpa del racismo y demás cosas, ya no sé que hacer...-sentía como sus ojos picaban, en señal de que iba a llorar.-por culpa del gobierno creen que yo siempre soy el malo de la historia, ya no puedo más...-su voz se empezaba a quebrar, y enseguida, los sollozos salieron.

-No te preocupes, yo estoy aquí, no necesitas ser fuerte enfrente mio, soy tu pareja por que te amo y siempre te apoyaré, por algo estamos juntos.-lo abrazó con fuerza, cruzando los brazos detrás de la nuca y sintiendo los brazos de su pareja rodearlo en su cintura.

-Lo sé, y gracias por eso...-suspiro con calma aun con pequeños sollozos, ocultando aun más su cabeza entre el hombro y el cuello que estaba descubierto por la camisa que tenía el contrario.

La camisa le quedaba grande por que era suya, la razón por la cual la tenía es que como se quedó en su casa no tenía pijama, así que le presto ropa suya.

-Te amo...-susurró cerca de su oído mientras acariciaba sus cabellos color café obscuro.

-Yo también mi pequeña estrella...


Amo este ship, esta entre mis favoritos

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Amo este ship, esta entre mis favoritos.
Me voy a la mierda por que no sé escribir bien.
Adiós...

Headcanon [Countryhumans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora