Headcanon [Countryhumans]

USA...

USA no dejó que México viera a sus hijos hasta que el gobierno mexicano reconociera a los territorios como estadounidenses.

Aunque México los había olvidado casi por completo cuando dejó de ser un imperio.

Revisó que su traje estuviera bien acomodado, el nudo de la corbata bien echo y su peinado sin ningún imperfecto.

Cuando se aseguró que todo estuviera bien, bajó a la sala de su casa, viendo como ya se encontraban cuatro jóvenes esperándolo con emoción, excepto uno.

-¿Ya están listos?-preguntó para asegurarse que nada faltará.

-Yo si.-dijo rápidamente California, ella era la más emocionada por ver a su padre.

-Yo también.-Arizona estaba dando pequeños saltos con cuidado para que no se viera debajo de su vestido.

-Yo estoy listo desde ayer.-Nuevo México estaba emocionado pero lo ocultaba, aunque USA sabía de su estado, si no estuviera entusiasmado no hubiera echo el equipaje ayer en la tarde cuando les anunció.

-¿Texas, y tus maletas?

-yo no quiero ir...-dijo con seriedad y firmeza.

...

-¡¿QUÉ?!

El grito de los tres hermanos resonó por toda la calle, provocando que USA se tapará los oídos.

Texas solo frunció el ceño cuando se llenó de preguntas de la californiana; "¿por qué no quieres ir?, ¿no quieres ver a nuestro padre?, de seguro te extraña."

-Simplemente no quiero ir California, no estoy de humor.-Texas alejó a su hermana con su mano, provocando que las preguntas se detuvieran.

-¿Por qué no quieres ir Texas?-le preguntó USA.

--¿Por qué tengo que ir con alguien que no me importa en lo absoluto?-su voz se mantenía enojada.

-Texas...-Estados Unidos frunció el ceño.

-Se pueden ir sin mi, no quiero ver el rostro de ese hombre.

USA le iba a decir algo más, pero un brazo lo detuvo.

-Déjalo, si no quiere ir que no valla, no quiero llegar tarde con nuestro padre por culpa de un incompetente como lo es Texas.-la voz tan fría que había usado N.M le puso la piel de gallina a todos, incluso a Estados Unidos, algo que el mexicano y N.M compartían era la forma tan fría de hablar cuando estaban muy enojados, eso era una perdición para todos.