Ocultos otra vez tras la nube artificial de Aang vamos a la isla natal de Roku, por petición de este en un sueño que tuvo mi mejor amigo anoche.
- Pero aquí no hay nada. – dice Katara –
Tenía razón la isla había sido consumida por la lava hace años y ahora solo quedaba la tierra negra y marchita.
Toph baja de Appa y con la planta de sus pies intenta ver si encuentra algo.
- Si hay, un pueblo entero, centenares de casas, todas enterradas en ceniza.
Al anochecer vemos como Aang, en el mundo de los espíritus, empieza a hacer movimientos raros, como si estuviera...haciendo sus necesidades.
- ¿No hay baños en el mundo de los espíritus? – pregunta Katara –
- Técnicamente no. – le responde Sokka –
Al amanecer de un nuevo día, Aang volvió al mundo de los vivos para contarnos todo lo que le había explicado el avatar Roku.
- Después de lo que pasaron Roku y Sozin juntos, después de que Roku lo perdonara, ¿Sozin lo traiciono al final? – le pregunta Katara incrédula –
- Es como si esas gentes nacieran ya malas. – comenta Toph –
- ¡Eh! Que yo también soy de la nación del fuego. – me quejo –
- Excepto tú claro. – me sonríe Toph –
- No, eso no es cierto. – le dice Aang a Toph – no creo que fuera eso lo que Roku quería enseñarme.
- ¿Y que quería? – le pregunta Sokka –
Los ojos de Aang se pierden por unos segundos de más en mi antes de volver a la conversación actual.
- Roku era de la nación del fuego al igual que Sozin ¿no? Su historia prueba que cualquiera es capaz de provocar un gran bien y un gran mal y todos, incluidos el señor del fuego y la nación del fuego se merecen que les den una oportunidad y eso era un mensaje sobre la amistad.
- ¿De verdad crees que hay amistades que pueden durar más de una vida? – le pregunta Toph –
Aang le coge de la mano al mismo tiempo que a mi y Katara se la coge a Toph.
- No veo porque no. – le responde con una sonrisa –
- Bueno, científicamente hablando no hay pruebas de.
- Sokka, cállate y danos la mano. – le interrumpe Katara –
Este le hace caso al mismo tiempo que siento como Aang aprieta mi mano y me mira de soslayo.
- ¿Qué te pasa? No paras de mirarme, sabes que ya tengo pareja ¿verdad? – me burlo –
- _________, yo – suspira – tengo que hablar contigo. – le suelta la mano a Toph y se gira hacia mi cogiéndome ambas manos – Tengo algo importante que contarte.
Bajo la atenta mirada del resto de nuestros amigos, Aang tira de mi hasta llevarme a un lugar apartado, donde nadie pueda escucharnos.
- Empiezas a preocuparme, ¿Qué pasa? – le sonrío nerviosa –
- ¿Te acuerdas de como nos conocimos? – me pregunta –
- Cómo olvidarlo, nada más verme sentiste tanta curiosidad por mí, por ser una viajera, que no dejabas de correr en círculos alrededor mía sobre tu esfera de aire haciéndome cientos de preguntas. – me rio por el recuerdo –
- Sí, recuerdo que me tiraste de la esfera y me ordenaste que te dejara en paz o me dejarías un ojo morado. – también se ríe – por ese entonces no eras para nada sociable.
- Sí, estaba muy perdida el día que te conocí. – digo sentándome y mirando al horizonte –
- Recuerdo que me dijiste que eras huérfana. – se sienta a mi lado –
- ¿Y que pasa con eso? – lo miro extrañada –
- Bueno, cuando eres huérfana es porque tus padres murieron, pero nunca me dijiste si llegaste a conocerlos.
Siento como el corazón se me para durante unos segundos antes de que mi mirada se pierda en sus profundos ojos grises, suspiro antes de decirle la verdad de una vez por todas.
- No quería contártelo por si tu impresión de mi cambiaba, pero debo decirte la verdad. Los conocí, bueno, a mi madre, mi padre todavía es un misterio, ella no me quería, solo quería usarme para subir de posición casándome con alguien mucho mayor que yo. – aprieto el puño con frustración – Hui y me alisté en el ejército de la nación del fuego, cuando decidí echarle valor y volver a casa, mi madre siguió insistiendo en casarme con ese hombre, su intención era encerrarme hasta el día de la ceremonia, lo tenia todo planeado para hacerlo y... - los ojos se me llenan de lágrimas – solo recuerdo como me consumió el odio y después descubrí que había incendiado la casa con ella dentro.
Cierro los ojos esperando a que Aang me diga o haga cualquier cosa desagradable por mis actos, pero lo que recibo a cambio es su mano reconfortante sobre la mía y una sonrisa triste por su parte.
- Es por eso que no quieres enseñarme el control del fuego ¿verdad? – me pregunta –
Asiento antes de sentir como me abraza y me susurra que no esta enfadado conmigo, que solo fui una víctima en todo ese asunto. Sollozo en su hombro durante un corto periodo de tiempo antes de separarme de él sintiendo un gran alivio, como si me hubiese quitado un gran peso de los hombros.
- ¿Cómo se llamaba? Tu...madre.
- Marie, ¿Por qué?
Veo como abre los ojos con sorpresa.
- ¿Q-qué pasa?
- No era tu madre. – me espeta de repente –
- ¿¡Qué?! ¿c-como sabes que no era mi madre? ¿Cómo estas tan seguro? – le pregunto sin entender nada –
- Roku te mencionó en nuestra charla, dijo que cuidara de ti, que por algo eras su nieta.
Me levanto de golpe sin entender nada, mis pensamientos se confunden y chocan contra otros en mi mente intentando asimilar lo que me está contando.
- N-no puede ser, ¿¡cómo?!
Se levanta también y me coge por los hombros para intentar tranquilizarme.
- Solo se que la hija de Roku se llamaba Rina, _______, descubriremos la verdad juntos.
- ¡No! – grito –
Lo aparto de mi y grandes llamaradas de fuego explotan a través de mis manos y mi boca, sacando toda la rabia dentro de mí. Eso ha debido de alertar al resto del grupo porque han llegado corriendo hasta nosotros.
- ¿¡Qué sucede?! – preguntan Katara y Toph a la vez –
- ¡________! ¿Estas bien? – me pregunta Sokka posando su mano en mi hombro –
- No, no sé quien soy.
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Flame (Sokka x tú)
Fanfiction⚠️ ADVERTENCIA DE 🍋🍋🍋 Esta historia está ambientada en la serie de Avatar la leyenda de Aang, donde cada capítulo publicado será el equivalente de un episodio de la serie. Los cambios que realizaré serán que tú estás incluida en la trama, además...