Flame (Sokka x tú)

🍃Piratas🍃

Aang estaba preocupado y dando vueltas de un lado para otro sobre Appa, pues tenía que dominar los cuatro elementos antes de que llegara el cometa, por suerte Katara se ofrece a enseñarle un poco, por lo que paramos en una gran cascada que desemboca en un precioso lago, en el cual Appa y Momo se tiran de cabeza.

- Pues vamos a empezar. – anima Katara –

- ¿Y yo mientras que hago? – pregunta Sokka –

- Puedes pasar un rato conmigo.

- Me parece genial.

Le sonrío y ambos nos vamos a la sombra de un árbol a hablar y observar cómo practican su agua control. Empiezan a practicar y Aang demuestra un gran talento.

- Vaya, es mejor de lo que pensaba. – comento –

- Sí, pero mi hermana parece molesta.

- Es normal, a ella le habrá costado más que a Aang aprender todo eso.

- ¿A ti te costó aprender fuego control?

- Mucho, a decir verdad, pero eso solo fue al principio. Cuando te conviertes en huérfana la nación del fuego te recluta para su ejército, llevo toda la vida peleando, así que no es de extrañar de domine mi elemento y la lucha cuerpo a cuerpo.

- ¿Eres...huérfana? – pregunta con inseguridad –

- Sí, perdí a mis padres cuando solo tenía seis años, ellos murieron estando de servicio. Desde entonces lo único que había conocido era luchar por mi nación, alimentaban mi ira y tristeza para hacerme mejor luchadora, volvía de madrugada a las habitaciones comunes y me levantaba al alba. No tenía amigos tampoco, no caía bien por alguna razón, entonces una noche decidí irme, no tenía nada que perder y mucho que ganar. – hago una pausa y miro a Aang – En uno de mis viajes le conocí, era alegre, divertido y desbordada positividad, nos hicimos amigos casi al instante, hacíamos todo juntos y por primera vez encontré a alguien que me quería y un lugar al que llamar hogar.

Vuelvo a mirarlo y veo como juega con sus dedos y parece inquieto.

- ¿Pasa algo? – pregunto –

- N-no, solo quería saber si...tú y Aang, bueno, ya sabes...

- ¿Salimos? – pregunto alzando una ceja y sonriendo –

- Sí, eso.

- Lo preguntas por curiosidad o hay otra razón.

- ¿O-otra razón? ¿Cómo cuál?

Esta nervioso y eso me incita a seguir burlándome de él.

- No lo sé, dímelo tú. – me acerco y paso la yema de mis dedos por su mejilla, bajo por el cuello y me detengo en su pecho – ¿Algo que confesar Sokka...? – susurro inclinándome hacia él –

Traga saliva y sus mejillas se tornan rojas, al final no puedo contener una pequeña risa y me aparto volviendo a mi sitio.

- Solo bromeaba, no te pongas tan tenso.

Narra Sokka:

Cojo una gran bocanada de aire, hasta este momento no me había dado cuenta de que estaba contiendo el aliento. Aun el corazón me late desbocado, es tan atrevida que a veces no sé en qué está pensando. Pero la verdadera pregunta que debería hacerme es por qué no me he apartado, ¿acaso quería que nos besáramos? Con ese pensamiento me vuelve a arder la cara.

- Esta bien, sé que odias a los maestros del fuego. – sonríe con tristeza –

- Eso es cierto, pero no podría odiarte a ti. – la cojo de las manos – deja de pensar siempre en eso, tus acciones hablan por sí solas.