🍃Destino de fuego (2/2) 🍃

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Azula se sube a un techo de uno de los edificios y continúa lanzándome llamaradas de fuego o rayos para impedir que me acerque a Zuko, noto la gran diferencia entre nosotras, cuando mis movimientos empiezan a ser más lentos que de costumbre y lo único que puedo hacer es esquivar sus ataques y devolverle unos pocos.

- Prefiero que nuestro medico de familia cuide del pequeño Zuzu, si no te importa. – me grita antes de lanzarme otro rayo –

Pero esta vez me coloco en posición y se lo devuelvo, noto como la electricidad pasa por la vía que le trazo, pero mi corazón se contrae dolorosamente al sentir ese magnetismo y fallo por poco asestándole el golpe en el muslo, oigo como grita de dolor antes de aprovechar esa distracción para esconderme tras unas columnas y toser más sangre.

- ¡Veo que quieres jugar al escondite! – se acerca –

Me asomo levemente y veo como cojea, la mui cabrona tiene el aguante de un monstruo.

Apoyo la cabeza en la columna y respiro hondo, tratando de ordenar mis pensamientos, concentrándome y entonces lo escucho, el agua fluir bajo mis pies, hay una reja de hierro y unas cadenas que cuelgan de los postes en los que hay antorchas para iluminar la estancia.

Solo debo acercarlo lo suficiente a mi sin que me ataque y entonces podré neutralizarla, puede que esté herida, pero aun siento como el aire llena mis pulmones.

Una idea se pasa por mi cabeza y alcanzo la cadena cuando Azula aparece tras una de las columnas.

- Estas ahí sucia traidora.

- ¿Así es como le hablas a tu tía? – le pregunto acercándome con una sonrisa arrogante –

- ¿Tía? – me mira desconcertada – ¿Tan fuerte te ha dado ese rayo como para decir tales estupideces?

- ¿No te lo ha dicho Zuko? – me acerco despacio, escondiendo las cadenas detrás de mi espalda –

Al ver como se queda callada analizando mi rostro prosigo.

- Estuve mucho tiempo en un iceberg junto al avatar y el tiempo ha pasado muy deprisa mientras dormía, si se puede decir de esa manera, pero ¿no notas el parecido familiar? – echo hacia atrás mi cabello con un golpe de cabeza –

Sus ojos se abren como platos.

- E-es imposible, si has pasado 100 años en un iceberg no es posible.

- Sí, eso es un misterio todavía no resuelto, pero si mi abuelo fue el Avatar Roku, haz las cuentas de quien soy para ti.

Me termino de acercar a ella y le acaricio el hombro hasta colocarme en su espalda.

- Soy la hermana de tu madre.

Tras hacerle esa revelación, aprisiono una de sus muñecas con las cadenas y giro sobre mi misma antes de golpear su muslo chamuscado y hacerla caer de rodillas, entonces ato su otra muñeca y la dejo encadenada a la verja bajo nuestros pies.

Me coloco delante suya recuperando la respiración.

- Tú...no puedes...no es posible...no...

La escucho divagar y lanzarme miradas furtivas que duran pocos segundos, es como si no quisiera comprender mis palabras, como si su mente hubiese dejado de procesar la información y lo único que quedara de esa Azula tan inteligente que me había perseguido a mi y a mis amigos de forma tan eficiente fuera la rabia, la desesperación.

Alzo mi mano y le doy un puñetazo.

- Eso por mi bebe – le doy otro – y esto por Zuko. – me pongo a su altura sentándome sobre mis talones – No vas a morir, hay destinos peores que ese y ¿sabes qué? Ahora tendrás dos bonitas cicatrices de fuego de mi parte, para que te recuerden que no eres invencible y que sigues viva gracias a mí.

Flame (Sokka x tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora