EL DESTINO ES CAPRICHOSO (Bts x Jin) (OMEGAVERSE)

Distante

Hoseok movía frenéticamente su atención de Yoongi a la chica, de la chica al muerto y de ahí de nuevo a Yoongi. Se deslizó por la pared más cercana metiendo la cabeza entre las piernas intentando recuperar la estabilidad de su respiración.

- Te dije que mantuvieras la calma.- La voz de Yoongi estaba muy cerca. Levantó la cabeza viendo que estaba a solo unos centímetros de él, agachado a su altura.- Necesito que mantengas la calma. Ella está asustada. Te llamé para que la calmes, no para que la pongas más nerviosa.

Hoseok miró a la chica. Seguía llorando mirando el cadáver. El ladrillo estaba a su lado. Ella tenía las manos manchadas, no Yoongi. Él no había matado a ese hombre. Suspiró intentando recomponerse.

- ¿Qué mierda ha pasado aquí?- preguntó en voz baja. Yoongi miró de reojo a la chica y volvió a centrarse en su compañero de grupo.

- Estaba dando un paseo para despejarme un poco antes de volver con las canciones. Oí un grito y entré. Vi a ese tipo intentar abusar de la chica y le di con el ladrillo.

- ¿Esa es la verdad?

- Sí.

- No me jodas Yoongi. Tú no le has matado. Hubieras intentado separarlo antes que hacer eso.

- Entré en pánico. Lo hice por impulso.

- Mentira. Yoongi si quieres que te ayude tienes que ser sincero conmigo. ¿Qué ha pasado?- Mantuvieron un duelo de miradas unos segundos hasta que Yoongi suspiró cansado. Sólo entonces Hoseok notó que sus manos estaban temblando.

- Oí gritos. Subí y vi cómo ella le pegaba con el ladrillo. Él estaba intentando abusar de ella. Fue en defensa propia.

- ¿Entonces por que estás asumiendo la culpa?- Yoongi se pasó las manos por el pelo. Ya no ocultaba sus nervios.

- Sabes cómo son estas cosas. La van a meter en prisión. Los omegas nunca ganan en esta clase de juicios. No contra los ricos. Y ese tío, sin duda lo era. Tendrá una familia y abogados caros que no pararán hasta que vaya a la cárcel.

Hoseok se levantó. Su mente procesaba sin parar toda la información recibida. Se acercó a la chica con cuidado y se agachó a su lado. No era de aquí. Parecía de algún país de Europa.

- Hola.- Dijo con voz suave, usando todo lo que podía de su autocontrol por no mirar la sangre que tenía en el pelo y en las manos que él cogió con todo el cuidado que pudo. - Soy Jung Hoseok. Estoy aquí para ayudarte. - Ella le miró a los ojos por primera vez. Sus manos dejaron de temblar por un momento. Entonces sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas y el temblor aumentó.

- Le he matado. ¿Está muerto? Dios mío, le he matado.

- Fue en defensa propia. No te preocupes, no te va a pasar nada. Sólo te estabas defendiendo. - Pero la chica no parecía escucharle. Repetía la misma frase una y otra vez. "Le he matado". El pecho del alfa dolió al darse cuenta que la chica no tenía miedo de lo que le fuera a pasar en adelante, estaba lamentándose por haber acabado con una vida. La rabia le invadió. ¿Por que personas cómo ella tenían que pasar por estas cosas? ¿Por que cualquiera tenía que pasar por cosas tan horribles? ¿En que clase de mundo estaban viviendo? - Escúchame. Por favor, mírame a mi. - La chica le miró. Sus ojos estaban tan tristes que sintió cómo se le partía el alma poco a poco. - Ese hombre merecía algo peor que la muerte. No te lamentes, él se lo merecía.- Intentaba hablar calmado y sereno. No sabía cómo tratar estos casos pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado.

- Nadie se merece morir.- Su voz estaba ahogada por el llanto. Hoseok no sabía que decir, ¿cómo tranquilizar a alguien que acababa de pasar por la seguramente peor experiencia de su vida?