EL DESTINO ES CAPRICHOSO (Bts x Jin) (OMEGAVERSE)

Controlar los instintos

Jungkook apartó la mirada de los dos mayores y siguió practicando los pasos de baile. Hoseok y Jin llevaban un rato sentados a un lado de la sala de baile charlando.

No quería admitirlo pero se sentía celoso de la cercana amistad que había surgido entre ambos. No es que no se alegrara de que los chicos se llevaran bien, de hecho le hacía muy feliz que los siete se llevaran tan bien.

Había escuchado de alfas que consideraban a los betas como gente inferior y mentiría si dijera que al principio tenía miedo de que alguno de sus amigos fuera de esa clase de personas. Él se había llevado bien con Jin desde el primer momento y no quería que tuviera problemas sólo porque no nació siendo un alfa.

Pero de ahí a que estuvieran todo el día juntos... ya casi nunca podía hablar con el beta de olor dulce. Especialmente ahora que ya no compartían habitación todos. Le encantaba tener una habitación para él sólo pero echaba de menos las noches en vela y la conexión que había entre los siete en ese entonces. Claro que también habían peleas, pero hasta eso lo echaba de menos a veces.

Desde que se mudaron a su actual apartamento casi nunca pelean. Estaban tan ocupados que aunque hubiera alguna disconformidad entre ellos, lo arreglaban en seguida y seguían con lo que tenían que hacer.

Pero ese no era el caso de Jin, él se había mantenido igual que siempre. Peleaban y reían juntos con la misma frecuencia que antes. Era el único que, a pesar de recordarle constantemente que era el menor, no le trataba como un niño. Pero eso cambió cuando Jin decidió quedarse más tiempo a practicar después de las establecidas y Hobi decidió acompañarle. Tenía que admitir que los esfuerzos de ambos estaban haciendo efecto, el baile de Jin había mejorado muchísimo estos últimos meses, pero no podía evitar sentir unos extraños celos. Es decir, él bailaba bien... entonces, ¿por que el mayor no le pedía nunca que se quedara a ensayar con él? Sabía que estaba siendo infantil pero no le importaba. Su lobo estaba molesto por la poca atención que el beta le estaba dando últimamente y él le apoyaba aunque no sabía cómo acercarse al mayor sin que pensara que él era era raro. Seguro que si le decía que quería más atención el mayor pensaría que era extraño o peor aún, podría pensar que Jungkook se comportaba como un bebe malcriado. Él no quería que Jin pensara que era un bebé.

Apagó la música y miró a los dos miembros del grupo. Seguían charlando sobre una película que al parecer vieron juntos el día anterior. Él quería ver películas con Jin también. Es verdad que siempre que lo hacían se quedaba dormido a mitad de la película pero era porque tener a Jin hyung tan cerca por alguna razón le relajaba demasiado. No entendía porque era el único que notaba el olor de Jin. Su mente comprendía que era él quien estaba mal ya que Jin era beta y los betas no tenían olor pero su nariz picaba cada vez que se acercaba a él y el olor dulce de Jin lo rodeaba aún cuando estaban a metros de distancia. No podía estar imaginandoselo por mucho que Tae le dijera lo contrario. Aunque también tenía que admitir que con el tiempo había empezado a sentir su olor cada vez más flojo pero seguía estando ahí.

- ¿Vos quedaréis más tiempo?- preguntó acercándose a ellos.

- Iremos a cenar al restaurante de la calle de al lado. Hacen unos fideos espectaculares. - Dijo Hobi con su típica sonrisa. Se relajó automáticamente, no podía estar picado con Hoseok cuando este sonreía.

- ¿Quieres venir?- preguntó Jin levantándose y cogiendo sus cosas para salir todos juntos.

- ¿Puedo?- preguntó un poco celoso de nuevo. Esas salidas a cenar eran una especie de tradición rara de Jin y Hoseok y no estaba seguro de si debía ir con ellos.

- Claro que puedes.- Dijo Jin sin entender la repentina actitud cortante del menor.

- A menos que tengas otras cosas que hacer, claro.- Dijo J-Hope casualmente pero JK pudo notar una mirada extraña de su parte. Empujó la lengua contra su mejilla derecha molesto de nuevo.

- Estoy libre.- Dijo convencido. Tendría que enviarle un mensaje a Tae y Jimin para decirles que no saldría con ellos esa tarde. Miró como Hoseok fruncía un poco el ceño antes de volver a sonreir y comentarle a Jin algo sobre la presentación de dentro de tres días. Jk sonrió también, al fin de cuentas pasar tiempo con su hyung era lo que quería. Y si J-Hope estaba ahí mejor todavía, sería aún más divertido cuantos más fueran.

Ignoró el bufido de desacuerdo de su lobo y siguió a los dos mayores fuera de la agencia. Tendría que aprender a no ceder siempre ante sus instintos. Al fin de cuentas ya no era un lobo primerizo.