Pruebas

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Se mordió la uña del pulgar, nervioso. Era una manía que había adquirido después de haber compartido habitación con Suga por tanto tiempo. Siempre le reñía por ello pero terminaba por hacer lo mismo cuando se encontraba muy estresado.

La puerta delante suya se abrió, dejando paso a una doctora que parecía ser una alfa.

- ¿Kim Seokjin?

El omega se levantó rápidamente, entrando detrás de ella en la sala de consulta. Sentía sus manos temblar mientras se sentaba frente al escritorio y esperaba a que la mujer terminara de revisar unos papeles.

- Aquí pone que ya te has realizado estas pruebas cinco veces en tu adolescencia.

- Así es.

- Es extraño porque solo la realizamos una vez.

- Fui a una clínica privada. - Se sonrojó un poco avergonzado al mencionar su posición privilegiada. No le gustaba que la gente supiera que venía de una familia adinerada ya que eso solía traer muchos prejuicios.

- ¿Cuál es la razón por la que quiso volver a comprobar su nivel hormonal? Todas las pruebas apuntan a que es un omega sin esencia. - Arrugó la nariz ante el nombre. Era una forma amable de decir que era defectuoso pero seguía sonando muy feo.

- Últimamente he notado ciertos cambios, cómo el oler feromonas en los demás o que los demás huelan algo en mí...- Su tono de voz fue bajando al ver que la mujer fruncía el ceño y volvía a revisar los papeles.

- Probablemente fue producto de su mente, las pruebas siguen siendo idénticas a las cinco anteriores que ya se ha hecho.

Seokjin sintió cómo la desilusión invadía su cuerpo con un golpe de realidad en toda la cara. Realmente había tenido esperanzas. Pensó que algo había cambiado. Saber que no era así era demasiado para él. ¿Cómo podía haber sido tan iluso para pensar que su condición genética había cambiado porque sí?

- ¿Esta segura de que nada ha cambiado? Hay algunas personas que aseguraron sentir un olor de mi.

- Lo siento. Ojalá hubiera algo pero todo es igual. No hay hormonas de omega activos en su organismo.

Contuvo las ganas de llorar como pudo mientras le daba las gracias a la doctora y salía de la sala. Cuando se subió al coche, las lágrimas empezaron a correr por su rostro. Condujo en silencio hacia el piso. Su cara estaba mojada por las lágrimas cuando llegó al aparcamiento y sabía que probablemente sus ojos estarían demasiado rojos en ese momento. Se arregló el rostro cómo pudo por si alguno de los chicos estaba en el piso y salió del coche.

Cómo se imaginaba, prácticamente todos estaban en casa. Era normal ya que aún era temprano y al ser su día libre todos estaban aprovechando para descansar un poco más de lo normal. Se miró en el espejo, comprobando que su aspecto era igual que siempre y fue a la cocina por algo para beber ya que se le había secado la boca por el estrés de las últimas horas.

Se sorprendió un poco al ver que Hoseok estaba en la cocina preparándose un café.

- Hola, ¿quieres una taza? - La enorme sonrisa de su novio le animó un poco pero seguía sin poder sacarse de la cabeza sus ilusiones frustradas.

- No...- Susurró mientras se acercaba y abrazaba al alfa con fuerza. Hoseok le devolvió el abrazo en seguida.

- ¿Pasó algo? Pareces decaído.- Sonrió al notar la preocupación del menor. Se le hacía tan tierno que alguien se preocupara por él de esa forma. Realmente agradecía tener a Hoseok cómo su pareja.

- No, sólo estoy cansado y quiero mimos de mi novio.- El alfa rio, apoyándose un poco en la encimera y atrayendo a Seokjin hacia él.

- Tendré que esforzarme un poco.- Dijo mientras acercaba sus rostros y unía sus labios con ternura. Seokjin suspiró contento. En momentos cómo estos, cuando el alfa le miraba y besaba así, realmente llegaba a creerse que el que no fuera un omega completo daba igual. Apoyó su frente en el hombro del menor, disfrutando del contacto entre sus cuerpos y las caricias que este le daba en la espalda.

Estaba tan a gusto que pensó que podía estar así por horas pero un ruido hizo que ambos se sobresaltaran, dirigiendo sus miradas a la entrada de la cocina. Taehyung estaba quieto en la ranura, vestido con su pijama, el pelo despeinado por recién haberse levantado y mirándoles con los ojos abiertos de par en par. Seokjin sintió que el pánico le invadía al ver que sus ojos iban directos hacia él cuestionando con la mirada lo que acababa de ver.

- Tae, buenos días.- La voz de Hoseok era jovial mientras se separaba de Seokjin, cómo si el menor no les hubiera pillado besándose y siendo cariñosos en medio de la cocina. - Te has levantado pronto hoy. ¿Quieres un té o algo?

- ¿Vosotros... estabais...?- Taehyung no salía de su asombro, sus ojos saltaban de uno al otro, esperando que alguien le explicara lo que acababa de ver. - Vos habéis besado.- Dijo al ver que ninguno de los dos le decía nada. Hoseok suspiró derrotado y sonrió mientras buscaba la aprobación de Seokjin.

- Bueno, nosotros sí nos besamos.

- ¿Por que?

- ¿Por que va a ser?- Hoseok rio algo nervioso, por alguna razón su alfa estaba a la defensiva. - Seokjin y yo estamos saliendo. Es algo muy reciente, por eso no lo hemos comentado aún, aunque Suga ya lo sabe pero por los demás tú eres el único. - Habló rápido, nervioso por la reacción un poco chocante del menor. - Puedes estar tranquilo porque nada de esto afectará al grupo ni a nada en general...- Se calló al ver que Taehyung no dejaba de mirar a Jin quien estaba con la vista fija en sus zapatos sin pronunciar palabra. - ¿Hay algún problema?

- No.- Taehyung reaccionó al oler las feromonas de molestia del alfa. - Sólo me he sorprendido. Me... Me alegro por vosotros.

Hoseok asintió ante esas palabras. Esperaba una reacción más dramática por parte de Tae ya que, al igual que Jungkook, era muy pegado a Jin y le preocupaba que se sintiera algo celoso ahora que ellos eran pareja.

- Bueno, yo... Jin hyung, ¿quiere jugar a videojuegos conmigo luego?

Seokjin levantó la mirada ante el cambio de actitud del menor, los nervios aumentaron al ver la mirada seria de alfa. Miró de reojo a Hoseok quien se notaba que estaba perdido e incómodo por la situación.

- Claro.- Contestó. No podía negarse. No cuando Tae estaba intentando hablar sobre el tema en privado, algo que él agradecía ya que sabía exactamente lo que le iba a decir. Había evitado pensar en ello todo ese tiempo, pero el menor no iba a hacer lo mismo. Quisiera o no, había llegado el momento de afrontar las consecuencias de sus mentiras.  

EL DESTINO ES CAPRICHOSO (Bts x Jin) (OMEGAVERSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora