EL DESTINO ES CAPRICHOSO (Bts x Jin) (OMEGAVERSE)

Perdido

Se despertó sudando. De nuevo, la misma pesadilla una y otra vez. Tae no sabía cuántas veces había soñado con esa persona desde que descubrió que el mayor del grupo era un omega. Llegó a pensar que lo había superado. Que haber puesto tierra de por medio había servido para sanar un poco las heridas pero sólo hizo falta un pequeño estímulo para volver a caer en la misma espiral de la que tanto le costó salir en su momento.

Él sabía que cualquier otra persona no estaría así en su situación, pero no podía evitarlo. Lo que esa persona le quitó era demasiado preciado para su alma. Había aceptado entrar en el grupo cuando no tenía ningún conocimiento de baile o canto precisamente porque sabía que en un grupo como este no se encontraría con omegas.

Lo peor era que no podía decirle a Seokjin lo que sentía. Si le decía que lo sabía y que no lo quería cerca haría que le asaltara con preguntas y no se sentía preparado para hablar de eso. Ni con él ni con nadie.

Salió del cuarto con la intención de tomar un vaso de agua pero se quedó congelado al ver al mayor en la cocina preparando lo que parecía un pastel de manzana. No parecía haberse dado cuenta de su presencia. Tae miró el reloj sobre la pared. Eran más de la una de la noche. ¿Que hacía a esas horas? Quiso irse pero sus pies no se movieron. Siguió observando al omega moverse ligeramente de un lado a otro mientras preparaba el pastel.

No necesitaba preguntar. Los sabía. Sabía que Jin estaba haciendo uno de sus postres favoritos a esas horas de la noche para intentar arreglar las cosas con él. Lo sabía porque así era Jin, o al menos así era la imagen que les había vendido.

En un movimiento rápido, Jin giró sobre sus talones para coger algo de la mesilla. Ambos soltaron un respingo cuando sus ojos conectaron. La sorpresa obvia en ambas miradas. Uno porque no esperaba ver al menor y el otro por el susto de haber sido atrapado.

- Tae...- Su voz era tan suave... tan amable. Quería tanto creer que Jin no era como los otros omegas, que su hyung era la persona que él conocía... pero no podía. No podía creer que era distinta cuando les había mentido desde el principio. ¿Qué ganaba con mentirles? ¿Qué ganaba con ocultar lo que era? Jin dio un paso atrás al ver cómo la mirada del alfa se oscurecía. - Eh.. estoy preparando un pastel. ¿Quieres llevarte un trozo mañana a la práctica? Seguro que acabarás con mucha hambre...- Jin sabía que era un cobarde al no abordar el tema de frente pero es que la mirada del menor era tan intimidante que su omega estaba en un rincón con las orejas bajadas como si esperara un castigo.

- Jin hyung.- Un escalofrío recorrió su espalda. La voz de Taehyung había sonado amable. Pero sus ojos no transmitían el mismo sentimiento. Se apartó lo más atrás que pudo cuando vio al alfa acercarse. Tae paró en seco, su enfado se evaporó al ver la mirada asustada del mayor. ¿Él le había asustado? No quería eso, es decir... no sabía lo que quería pero él no era así. Él sólo quería saber la verdad. Entender las razones de Jin y ver si estas eran suficientes para que su corazón no doliera cada vez que pensaba en que era un omega. - Me gustaría comer un trozo.- Dijo al final. Porque al final él era un cobarde y tenía miedo que las razones del mayor les separaran definitivamente.

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Se tumbó en la cama. Su lobo rugió contento. El pastel estaba rico y por un momento Jin y él hablaron como si nada hubiera pasado. Le dolía haber visto los ojos ilusionados del mayor cuando se quedó con él en la cocina. Le dolía porque no sabía si podía seguir así mucho tiempo. Cogió el teléfono y entró en el chat del mayor. Era muy tarde pero estaba en línea.

"Se que eres un omega"

Se quedó mirando el mensaje sin enviar unos largos segundos.

"Se que eres. No se lo diré a nadie."

Resopló. Este comportamiento no era propio de él. Debía dejar de ser un cobarde y enfrentar al mayor. Al día siguiente hablaría con el mayor. Que le dijera lo que le tenía que decir. Sí. No pasaría de mañana. Apagó el teléfono, el mensaje sin enviar.