Borracho

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Yoongi llevó la copa de nuevo a sus labios, acabando lo que quedaba en esta de un trago. Le hizo una seña al barman para que le pusiera otra con el remordimiento comiéndole la cabeza. No debería estar bebiendo y menos en esa cantidad pero no podía evitarlo. Era la única manera de sacarse a Seokjin de la cabeza aunque sólo fuera por un momento.

Había hecho lo posible por olvidarse de sus sentimientos, pero la imagen del beta se había quedado cómo grabada a fuego en su mente, sin dejarle un respiro. Lo peor era que compartir cuarto no ayudaba. Tenía que verle cada noche en las que las ganas de ver dormir al beta eran tan grandes que le desvelaban durante horas. Había pensado en dormir en la empresa, pero cuando lo intentaba era la imagen de Seokjin con Hoseok la que le atormentaba.

Pagó por la última copa y salió del pub. No podía ser tan inmaduro como para ahogar sus penas en alcohol. No entendía por que le costaba tanto superar esto. Hasta hace poco ni siquiera se había dado cuenta de que el beta le gustaba. Siempre había pensado que era atractivo, por supuesto, incluso le sorprendía que fuera beta ya que su constitución era más parecida a la de un omega. Pero de ahí a tener sentimientos había una distancia abismal y parecía ser que la había recorrido sin darse cuenta. Por otra parte, Seokjin nunca le había insinuado de ninguna manera que podía corresponderle así que le cabreaba la estupidez de su mente de seguir dándole vueltas al asunto.

Simplemente no estaba acostumbrado a que alguien le comprendiera y cuidara como Jin lo hacía y estaba confundiendo la gratitud que sentía con amor. Tenía que ser eso. Se repetía esa idea una y otra vez hasta que el taxi paró cerca de su apartamento.

Entró a su habitación con cuidado de no hacer ruido, encontrándose con que el beta no estaba dormido aún. Sus ojos le miraron preocupados, antes de que se levantara y acercara a él con el ceño fruncido.

- Dios, Yoongi, hueles a alcohol. Espero que no hayas conducido en este estado.- El beta le ayudó a quitarse la chaqueta, rozando sus brazos en varias ocasiones. El alfa se mantuvo callado, controlando las enormes ganas que tenía de besarle. Se maldijo internamente. Sabía que beber había sido una mala idea. - ¿No vas a decir nada? Tú no sueles beber...

Podía oír el sonido de la voz de Seokjin pero no era capaz de seguir el hilo de la conversación. Su mente estaba completamente nublada, se tambaleó hasta su cama, preguntándose en que momento había bebido tanto cómo para estar así.

- Yoongi, ¿estas bien?

El alfa levantó la mirada. Seokjin estaba cerca. Demasiado cerca. Su lobo rugió, ordenándole que lo acerque aún más. El beta le puso la mano en la frente, intentando ver si tenía fiebre pero se vio sorprendido al ser agarrado por esta y tirado hacia el regazo del menor.

- ¿Yoongi? - Buscó la mirada del alfa, encontrándose con unos ojos amarillos fijos en él. - Yoongi, tienes que soltarme. Estás en celo, ¿necesitas que llame a algún omega? ¿Pasas tus celos con alguien?- El alfa rugió, disgustado con la idea de un omega ocupando el lugar de Seokjin.

- Hueles muy bien.- Medio gruñó, enterrando su nariz en el cuello del beta.- ¿Por que nunca me di cuenta de que olías tan jodidamente bien?

Seokjin se quedó muy quieto, procesando lo que había escuchado. Ya no era la primera vez que alguien insinuaba que él tenía un olor, algo que era imposible.

- ¿Huelo bien?- preguntó, dándole más acceso a su cuello, esperando que eso fuera suficiente para el alfa mientras buscaba una manera de hacer que le dejara irse. Yoongi parecía estar completamente sumido en los instintos, probablemente el alcohol haya jugado también su papel en hacerle perder completamente la cordura. Pero seguía siendo Yoongi y recuperaría la cordura en cualquier momento. Él nunca le haría daño. Estaba tan seguro de eso que ni siquiera estaba en lo más mínimo asustado.

- Hueles increíble. Hoseok tiene suerte. Mucha suerte.- Se sonrojó por las inesperadas palabras del alfa. Sus brazos rodeaban su cintura con fuerza, atrayendo su cuerpo más y más a él. Soltó el aire aliviado al notar que el alfa no estaba excitado. Yoongi no estaba en celo, solo estaba increíblemente borracho.

- Yoongi, tienes que dormir. Estas muy mal ahora mismo.- Rio intentando apartarse un poco pero el alfa no le dejó.

- Duerme conmigo.

- No puedo. Eso no es apropiado. - Susurró sintiendo que su corazón se aceleraba.

- Sólo dormir. No quiero que te alejes.

Seokjin miró hacia la puerta. Estaba cerrada pero los maknae tenían la maldita manía de entrar sin esperar respuesta por las mañanas y no sabía que pensarían si le vieran durmiendo en la cama de Yoongi.

Sintió cómo su cintura era liberada. Volvió a mirar al alfa, viendo que sus ojos volvían a ser de su color habitual.

- Lo siento. Tienes razón, estoy muy borracho.

El alfa le reincorporó antes de tumbarse de espaldas a él dejándole un poco desorientado por el cambio de actitud. Estaba a punto de volver a su propia cama cuando algo le hizo detenerse. Sin saber exactamente por que, se tumbó a su lado y rodeó su cintura con los brazos, apoyando la frente en su espalda. En seguida sintió las frías manos del menor rodeando las suyas con fuerza.

- Yoongi, sea lo que sea, puedes hablar conmigo. - El alfa no dijo nada pero pudo sentir cómo sus manos eran apretadas con más fuerza, haciéndole sonreír un poco y relajarse completamente para dejar que su cuerpo cayera en los brazos de Morfeo. 

EL DESTINO ES CAPRICHOSO (Bts x Jin) (OMEGAVERSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora