EL DESTINO ES CAPRICHOSO (Bts x Jin) (OMEGAVERSE)

Todos son iguales

Volvió a meter la mano en el bol de las palomitas mientras veía como los créditos comenzaban a deslizarse sobre la pantalla. Giró la cabeza en dirección al maknae del grupo y sonrió al ver como este dormía con la cabeza girada hacia él.

- Kookie la película ya terminó.- Susurró mientras le tocaba ligeramente el hombro. El menor se removió llevándose las manos a los ojos mientras suspiraba cansado.

- ¿Me he dormido?- preguntó con voz ronca. Jin le tendió lo que quedaba de las palomitas y él lo tomó con gusto mientras ambos se levantaban para irse.

Habían pasado una buena tarde. Hacía mucho que ambos no salían juntos y este momento, aunque solo fuera por las dos horas que duró la película, era más necesaria en su relación de lo que habían imaginado. Jk seguía sin entender el porqué de los cambios de humor del mayor pero no le importaba. No mientras volvieran a estar como antes. No presionaría a Jin para que le hablara sobre algo que evidentemente no quería hablar.

- No puedo creer que me haya vuelto a quedar dormido. - Se quejó por enésima vez desde que habían salido de la sala.

- Es normal, has estado practicando mucho. Siempre la puedes ver en dvd cuando salga.- Le animó el mayor.

Jk apartó la mirada. No podía decirle a Jin que la razón por la que se había dormido es porque su olor le tranquilizaba demasiado. Especialmente porque Jin no tenía olor, todo era producto de su mente. Era consciente de eso y no quería que el mayor pensara que estaba loco si se lo decía.

- Por cierto, había una cosa que quería comentarte...- Jin se mordió el labio y aprovechó el momento de arrancar el coche para tomar un poco de valor para hacer esta pregunta.- ¿Sabes si a Tae le ha pasado algo?- La mirada extrañada del menor solo le confirmó que él era el único a quien Taehyung trataba de manera distinta. No lo entendía. Por mucho que le diera vueltas, no entendía los motivos por los que de repente había cambiado así.

- ¿Se refiere a lo del otro día?- Jin se sonrojó, algo avergonzado por la escena en los vestidores donde los dos menores le habían dejado plantado. Asintió lentamente, ya que si le decía las otras señales que había notado probablemente Jk le echaría en cara su mismo comportamiento para con él. - No se que le pasa, pero seguro que se le pasará pronto. Siempre está peleando con Jimin-shii y siempre lo arreglan. No tiene que preocuparse, hyung.

Jin se sonrojó al ver la enorme sonrisa del menor y realmente deseó que sus palabras fueran ciertas. Le dolía demasiado pensar en que uno de sus amigos le odiara.

*****

Tae oyó las risas del mayor y menor del grupo antes incluso de que entraran en el piso. Apretó los labios. Cada día le costaba más ignorar las silenciosas preguntas del mayor y las regaños de Namjoon. Como siempre el líder del grupo se daba cuenta de las cosas demasiado rápido, y más si se trataba de Seokjin. El rapero tenía una confianza muy grande en el mayor. Le molestaba. Le molestaba mucho. Saber que todos estaban tan confiados con el mayor cuando este era un mentiroso... era incluso peor que el mismo echo de que el mayor fuera un omega.

Chasqueó la lengua. Sólo pensar en esa palabra le enfadaba. No sabía cómo Jin había conseguido engañarlos, ni tampoco sabía por que lo hizo pero no le sorprendía. Al fin de cuentas era un omega. El género más traicionero y mentiroso que existía.

Se levantó del sofá en el que había estado tirado desde que volvió de practicar y se fue a su cuarto. No podía encontrarse con ellos ahora. Si lo hacía podría decir cosas de las que se arrepentiría. Porque el resto del grupo no tenía la culpa de las mentiras de Seokjin y no merecían el dolor que les iba a causar saber de las mentiras del mayor.

Estaba apunto de entrar en el cuarto cuando la puerta de la entrada se abrió. Sus miradas se encontraron. La expresión del omega cambió de alegre a una triste. Por un momento, solo por un instante, Tae quiso ir y darle un abrazo a Seokjin pero entonces las imágenes pasaron por su mente haciendo que su corazón doliera. Su lobo le rugía que esa persona, esa persona que le había pisoteado el corazón sin piedad, no era Seokjin. Le ignoró. Todos los omegas eran iguales. Él lo sabía mejor que nadie.

Cerró la puerta sin pronunciar palabra y sin llegar a ver como los ojos del mayor se llenaban de lágrimas.