Jimin sabía que no estaba bien. Dejó el móvil a un lado e hizo su mayor esfuerzo para no volver a cogerlo.
Al principio la sólo idea de debutar y empezar a hacer presentaciones le ponía eufórico. Era algo que quería hacer, pero desde que empezaron a actuar para el público toda seguridad que había conseguido en el tiempo de su entrenamiento se esfumó con la llegada del primer mal comentario. Y después llegaron más y más...
No quería admitir que le afectaba. No cuando el resto del grupo parecía llevarlo de buena manera. Si ellos no se quejaban, él tampoco tenía el derecho a hacerlo.
Al principio tomó la decisión de no mirar los mensajes y comentarios pero a la larga se dio cuenta de que no podía evitar hacerlo. Había días en los que se pasaba hasta altas horas de la madrugada leyendo los mismos comentarios hirientes una y otra vez. Le dolía. Entendía que acababan de empezar y que siempre existirían las críticas negativas... pero igual dolía como el infierno.
Así que cambió de estrategia y decidió esforzarse más. Estaba seguro de que si lograba mejorar, esas personas cambiarían su parecer sobre él y el grupo. Si les demostraba que merecían una oportunidad, la gente verían que BTS podría dar muchísimo.
Así que se puso a dieta y comenzó con una rutina de entrenamientos un poco más duros de los que el staff le había puesto. No le importaba quedarse hasta más tarde o no comer la deliciosa, pero con demasiadas calorías, comida de Jin. Estaba bien con eso mientras pudiera mejorar y gustar más a la gente.
Pero sus esfuerzos no parecían tener ningún efecto. Los comentarios negativos no habían disminuído y ya no sabía de dónde sacar más tiempo para entrenar más. Simplemente no podía exigir más a su cuerpo. No cuando llevaba con mareos las últimas semanas.
Suspiró mientras se levantaba para poner la música y ensayar su parte de la coreografía de nuevo. Sus piernas temblaron cuando realizó los primeros pasos de baile. Lo ignoró mientras intentaba seguir la melodía.
Cuando terminó, ya era muy tarde para irse al piso así que decidió quedarse a dormir ahí. Estaba tan cansado que las cinco horas que durmió le parecieron más bien cinco segundos. Tenía tantas ganas de irse al piso y dormir por el resto del día... pero no podía hacerlo. Aunque fuera su día libre, no podía relajarse. Sabía que Suga solía aprovechar sus días libres para aprender más de producción y Nam aprovechaba la tarde para enseñarles algo de inglés a Tae y Jk. Él no se podía quedar atrás. Tenía que dar su mejor esfuerzo igual que el resto del grupo lo estaba haciendo.
Se levantó y se puso la ropa deportiva que siempre tenía ahí por si se quedaba como ese día a pasar la noche en la compañía y no pasaba por el piso para cambiarse. Cogió su reloj cronómetro y se lo puso en la muñeca. Todas las mañanas solía ir a correr. Era una buena forma de hacer ejercicio al aire libre y así también se despejaba sin tener que parar de trabajar duro.
Salió del cuarto y se sorprendió al ver a Jin con una enorme sosteniendo una bolsa en sus manos.
- Hyung, ¿que hace aquí?- preguntó extrañado ya que el mayor solía ir a pasar su día libre con su familia siempre que podía. No esperaba verlo ahí ese día.
- Trabajo aquí.- Dijo el mayor sonriendo. Jimin sonrió pero no podía evitar sentirse incómodo por la mirada que el mayor le estaba dando. Algo no estaba bien. - Te traje el desayuno.
- Oh, no hacía falta.- Dijo incómodo, pensando como rechazar la comida sin herir los sentimientos de su hyung. La dieta que estaba haciendo no contemplaba el desayuno y no quería saltarselo.
- Insisto. He traído para los dos, así que desayunamos juntos, ¿vale?
- Lo siento, hyung, pero no tengo mucha hambre.- Mintió, lo que sea que el mayor llevaba en la bolsa olía tan bien que su estómago se contrajo a modo de protesta. Sonrió intentando ignorarlo.
- Bueno,- dijo Jin mientras dejaba la bolsa a un lado y se le volvía a acercar,- entonces al menos déjame acompañarte a correr hoy, ¿puedo?
Jimin asintió. La compañía de Jin siempre era bienvenida.
Llevaban una hora corriendo cuando las cosas empezaron a ponerse extrañas. Notaba que el mayor estaba muy cansado, no le extrañaba el también estaba sin aire. Sus piernas llevaban quejándose un buen rato por el ritmo de trote que llevaban.
- Jin hyung debería parar ya, está cansado.- Dijo parándose después de ver que el mayor no tenía intención de hacerlo.
- ¿Tú vas a seguir?
- Correré una media hora más y volveré a ensayar a la compañía.
- Pues yo también.
Jimin miró sorprendido cómo el mayor volvía a correr y le siguió el paso. No sabía que le pasaba de repente al mayor. Tal vez quería llevar un entrenamiento más duro también. Eso no era algo raro, se dijo. Pero a lo largo del día cambió de opinión, sin duda algo raro estaba pasando. El mayor hacía los mismos ejercicios que él, descansaba lo mismo que él, comía lo mismo que él... Comenzaba a ponerse nervioso pero no sabía cómo abordar el tema con el mayor así que siguió a lo suyo pensando que el mayor se cansaría a la larga.
Pero una semana después las cosas seguían igual. Jimin había notado un cambio nada bueno en el mayor. Tenía ojeras por falta de sueño, no comía casi nada.. su aspecto empezaba a parecer al de alguien que estaba enfermo.
Así que sin podérselo callar más tiempo decidió abordar el tema. Con todo el respeto que tenía que mostrar al hablar con alguien mayor que él, expuso sus preocupaciones sobre su salud al mayor. Jin le escuchó con una extraña mirada poniendo más nervioso y cuando terminó de hablar sólo dijo:
- ¿Y? - Jimin se sonrojó, ¿Como que "y"? ¿No veía el mayor que estaba poniendo en peligro su salud?
- Jin hyung, no puede jugar así con su salud. Se está forzando demasiado.
- ¿Y? - Jimin se le quedó mirando sin saber cómo contestar. Jin suspiró al ver al menor tan preocupado. Realmente no quería llevarlo tan lejos pero sabía que Jimin era testarudo y esa era la única forma de conseguir que se diera cuenta... - Sólo he hecho lo mismo que tú. - Dijo mirándolo serio. Jimin se puso rojo.
- No.. pero yo... - Empezó a balbucear dándose cuenta de por dónde iba el tema.- Yo estoy bien.- Dijo finalmente. La vergüenza aumentó al ver cómo el mayor arqueaba una ceja.
- Ven.
Jin le llevó frente a un espejo y se puso a su lado.
- Dijiste que tenía ojeras. Mira tus ojos.- Jimin no quería hacerlo pero no podía evitar escuchar a su hyung mientras este comparaba su aspecto con el de él.
- Yo estoy bien.- Susurró con ganas de llorar. No se había dado cuenta de que alguien sabía por lo que estaba pasando y se preocupaba.
- Bueno, pues si tu estás bien, yo también lo estoy.
Jimin abrió los ojos asustado de que él mayor siguiera con esto. Las lágrimas comenzaron a salir sin que se diera cuenta. Jin al darse cuenta, le abrazó con fuerza y él le correspondió.
- Tengo que mejorar por ellos...- Dijo entre lágrimas. Jin le acarició la cabeza con cariño.
- No tienes que mejorar así. Lo único que consigues de esta forma es dañarte, Jimin.
- Lo se pero ellos...
- Lo se, pero esto no es una solución.
- ¿Y cual es? - preguntó aumentando su llanto. Jin tragó, no sabía cómo ayudar al menor pero lo haría.
- No lo se, pero vamos a descubrirlo. - Sonrió al notar como el menor asintía mientras se apoyaba más en su abrazo. Jin sabía que el camino para el menor sería largo y difícil, pero al menos estaban dando el primer paso.
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EL DESTINO ES CAPRICHOSO (Bts x Jin) (OMEGAVERSE)
FanficSumario: Seok Jin es un omega defectuoso. Eso nunca le molestó o fue un problema para él hasta ahora. Cuando le ofrecieron la oportunidad de unirse a un grupo de idols, no imaginó que este estaría formado por alfas. Únicamente por alfas. La convive...