EL DESTINO ES CAPRICHOSO (Bts x Jin) (OMEGAVERSE)

Tenemos que hablar.

¿Que es lo que había pasado? ¡Se habían besado! Jin apretó la almohada contra su pecho, estampando su rostro contra ella. Sentía su cara arder. Hacía un tiempo que había notado cómo sus sentimientos por Hoseok habían evolucionado en algo más que una simple amistad pero nunca pensó que al contrario le pasaba lo mismo. ¿Por que le pasaba lo mismo, verdad? Recordó el rostro sonrojado de su compañero de grupo y se mordió el labio reprimiendo una sonrisa. Era imposible que Hobi hiciera algo así si no sintiera nada y menos con un compañero de grupo.

No podía evitar sentirse feliz por que sus sentimientos fueran de cierta forma correspondidos pero no podía evitar tener dudas. Es decir, para los ojos de Hoseok él era un beta. ¿Quería eso decir que a pesar de ser un alfa no le importaba que su pareja no fuera un omega? Se riñó internamente al darse cuenta de que hablaba de parejas cuando el rapero nunca le había dicho siquiera que le gustaba. Se estaba montando películas con cosas que no habían ocurrido siquiera. Además, aunque no le importara que fuera un beta, si le importaría que no pudiera tener hijos. Su lobo lloriquea ante ese pensamiento y Jin no hace nada para intentar reprimir esas emociones tristes. Hobi se veía como la clase de persona que quería hijos. Se merecía tenerlos.

¿Y que iba a hacer ahora? ¿Fingir que nada había ocurrido? No se veía capaz. Ya se había propuesto distanciarse de él cuando notó que empezaba a sentir cosas pero fue quedarse a solas y se le olvidó completamente. Se reprendió de nuevo por ser tan impulsivo.

Un mensaje entrante le sacó de sus deprimentes pensamientos. Lo cogió con el corazón latiendo a mil pensando que podría ser Hoseok quien le escribiera. ¿Estaba mal que deseara que fuera él?

"Hyung, ¿recuerdas la película que te dije el otro día? Parece que ya está en cines. Vayamos a verla juntos cuando pueda." - Jungkook.

Sonrió. A pesar de que no era un mensaje de Hobi, le alegraba que el maknae le escribiera para quedar juntos. Estaban recuperando la relación que tenían antes de su ataque de inseguridades y estaba muy agradecido porque Jk fuera tan poco rencoroso con él y le tratara como si nada. Suspiró al recordar que el tema de Tae seguía ahí. No se habían visto casi en estos días y la situación era cada vez más tensa.

Salió de su habitación intentando no hacer ruido. Toda la preocupación le había dado hambre. Se sorprendió al ver la luz de la cocina encendida. Parecía que alguien estaba teniendo un antojo nocturno como él. Entró descubriendo que la persona era Jimin. El menor le sonrió cuando le vio y le hizo un gesto de si quería una tila. Jin negó con la cabeza preocupado. Jimin no solía beber tilas. La última vez que le había visto beber una manzanilla fue en su época de dietas.

- ¿Todo bien?- preguntó sentándose frente a él. Ya no tenía hambre.

- ¿Um?- Jimin le miró sorprendido hasta que vio que el mayor le señalaba la tila. Se sonrojó un poco recordando que el mayor sabía de sus antiguas manías.- Me duele el estómago y he leido que esto ayuda. - Dijo tranquilizando al mayor. Le había prometido a él y a los otros chicos que nunca más volvería a hacer esas cosas y hasta ahora había mantenido esa promesa. No podía mentir y decir que a veces no le costaba pero era peor ver las caras tristes de sus amigos que los comentarios hirientes de internet. Además, no quería decepcionar a Jin. Su opinión de él le importaba mucho.

- Oye, - levantó la mirada de su tila al oír la voz del mayor,- te quería preguntar algo pero no tienes que decirme si no quieres, claro. - Jimin frunció el ceño al ver como el mayor se retorcía incómodo pero enseguida le vino a la cabeza la razón por la que estaba así.

- ¿Sobre Tae?- preguntó. El mayor asintió apenado. Jimin apretó los labios. Odiaba ver que el mayor lo estaba pasando mal por culpa de su estúpido mejor amigo. Quería mucho a Tae pero no podía negar que su comportamiento de los últimos días hacia el mayor estaba siendo muy injusto. Y lo que más le dolía era que, por mucho que le preguntara, no le daba una razón.- Lo siento Jin-hyung, yo tampoco se porque Tae esta siendo un idiota. - Jin le miró con desaprobación al oír el insulto pero él solo se encogió de hombros diciendo que era verdad.

Cuando el menor terminó la tila, ambos volvieron a sus habitaciones sin volver a tocar el tema, pero Jin no podía sacárselo de la cabeza. No podía pensar en Hobi y en cuáles eran sus posibilidades si tenía un problema serio con Tae sin resolver. Estaba siendo irresponsable al dejar de lado los problemas. Cogió el teléfono que había dejado tirado en la cama y abrió las conversaciones.

"Genial. Vayamos este fin de semana." Primero le contestó al menor.

Luego abrió el chat de Hobi. "¿Te gustaría que fuéramos a comer juntos mañana?" Con el corazón latiendo a mil le dio a enviar. Necesitaba algo bonito en su día antes de enfrentar lo realmente difícil.

Sin poder aplazarlo más, abrió el chat de Taehyung: "Creo que tenemos que hablar. ¿Mañana por la tarde te viene bien?" Se aseguró de que sonara lo más autoritario posible. No podían seguir aplazando más la conversación. 

El ruido del mensaje le asustó. Una simple palabra en el último chat que había abierto: "Sí".