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Jimin se dirigió a la habitación y tomó la bolsa, estaba sumamente nervioso luego de dejar a Yoongi en la sala con la excusa de que esperara ahí por su regalo. Lentamente fue quitando su ropa y la arregló para después ponerse lo que había comprado se acercó a la puerta y habló.

—Yoongi puedes venir a la habitación. —hablo fuerte.

Yoongi se levantó un poco confundido pues sentía el nerviosismo de Jimin, al entrar a la habitación, él miró a su hermoso esposo sentado en la cama con una camisa suya, Jimin se fue levantando lentamente para ir desabrochando los botones de la camisa para finalmente dejarla caer al suelo. Sus mejillas estaban no solo rojas por la vergüenza sino que también porque su celo cada vez más se acerca, Yoongi admiraba el hermoso cuerpo de su omega en aquella lencería negra el alfa sonrió mientras se acercaba a paso lento hacia su omega para poder admirar más de cerca y disfrutar del exquisito aroma que emanaba.

—¿Te gusta? —sonrió Jimin. —la compré pensando en usted alfa.

—Me encanta. —le acarició la cintura. —te ves precio mi hermoso omega. —le dio un beso en la boca.

Jimin como respuesta dejó salir un gemido, pues había entrado en celo y con eso había contagiado a su alfa el cual comenzó a desnudarse para poder aparearse con su omega el cual estaba acostado en la cama mientras él se masturbaba ante la mirada de deseo de su alfa. Yoongi volvió a besar a Jimin mientras lo acercaba más a él para sentir su calor, Jimin gimió fuerte al sentir como el alfa lamía y daba leves mordidas a cada parte de su cuerpo ambos estaban ya en el celo.

—Ahg~. —gimió al sentir una mordida placentera en su pezón. —al~fa.

Yoongi sonrió y siguió con su trabajo, bajo sus besos hacia el ombligo del omega y lo comenzó a besar mientras le acariciaba las piernas, sumiso ante el placer Jimin se abrió un poco más dándole más acceso al pálido alfa de estar en sus piernas. El alfa con su boca beso los músculos de su omega para dejar mordidas en ellas, él iba a marcar en cada parte y centímetro de su cuerpo para que vieran que ese hermoso omega era suyo que ambos se pertenecían. Jimin volvió a gemir al sentir como su esposo con su boca le iba quitando la lencería pues a pesar de estar en celo ambos querían que ese momento fuera único y especial y no solo tenían tres días para ello sino toda una semana.

¡Min quiero otra niña! [Y.M][#2][✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora