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Ambos estaban acostados en la cama luego de estar un gran tiempo con sus hijos gemelos, Yoongi le acariciaba el vientre mientras le daba cortos besos en su hombro. Jimin cantaba suave una canción mientras Yoongi sonreía mientras disfrutaba de la hermosa voz de su esposo, todo en Jimin era delicado y bello lo amaba mucho y siempre cuando Jimin dormía no podía evitar agradecerle a la diosa Luna por haberle dado a tan hermoso omega y tan hermosos cachorros como hijos.

—¿Por qué estás tan callado? —hablo Jimin.

—Solo agradezco. —sonrió.

—¿Agradece? —se giró con cuidado para ver al pálido. —¿Por qué agradece hyung? —pregunto.

—Por tenerte como omega. —le acarició el vientre. —y de tener una hermosa familia contigo.

—Yo también lo agradezco todos los días. —le dio un corto beso.

—Estos pequeños parecen ser dormilones. —tocó el vientre de su omega.

—Apenas es el cuarto mes. —sonrió mientras se acercaba a su alfa.

—Lo sé. —arrugó su nariz. —ya deseo que estén con nosotros para poder consentirlos mucho.

Jimin sonrió y comenzó a darle besos en todo el rostro a su alfa el cual sonrió mientras recibía los besos de su omega el cual se detuvo para verlo y volver a darle besos. Ellos se quedaron ahí mientras Jimin volvía a cantar mientras Yoongi le acariciaba la mejilla hasta caer dormido ante el dulce aroma de su omega, Jimin sonrió mientras le daba un beso en la frente a su alfa para después caer dormido. Al amanecer Yoongi se despertó primero y con un poco de dificultad se separó de su omega, pues este ponía un poco de fuerza para qué se quedará cerca. Al lograr salir de la cama y ganándose un fuerte golpe en el suelo al caer se levantó y vio al omega el cual abrazaba las cobijas.

—Eres muy perezoso amor. —sonrió el alfa mientras se dirigía al baño.

Mientras el estaba en el baño el omega abrió los ojos y se levantó con sumo cuidado para buscar a su alfa, vio como Yoongi salía del baño mientras se secaba sus manos y se sentaba a la par de él para acariciarle la mejilla.

—Hola, dormilón. —le dio un beso en la frente.

—Hola, Yoonnie. —se frotó los ojos. —¿Qué horas son?

—Son las diez amor. —lo abrazo. —los niños aún están dormidos.

—Lo sé. —cerró los ojos.

—¿Tienes sueño? —le pregunto.

—Un poco. —respondió.

—Debe de ser porque nos quedamos hasta tarde. —susurro.

Jimin asintió y Yoongi se acostó a la par de él para envolverlo en su aroma y en su calor para volver a dormir otra siesta más.

¡Min quiero otra niña! [Y.M][#2][✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora