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Al amanecer Yoongi despertó y se asustó al no ver a su adorable, hermoso y embarazado esposo junto a él, miro el reloj y vio que eran las once de la mañana maldijo porque se dio cuenta de que ya era tarde para ir a trabajar, se levantó y se dirigió al baño, pero Jimin no estaba ahí se lavó la cara rápido y salió de ahí en busca del omega. Al bajar las escaleras vio a los empleados que hacían sus quehaceres se acercó a una beta y ella al verlo hizo reverencia.

—¿Dónde está mi esposo y mis hijos? —pregunto.

—Ellos están en el jardín. —respondió. —están en la piscina.

—Gracias. —hablo.

—¿Gusta que le lleve el desayuno allá? —pregunto.

—Si por favor. —dijo.

La mujer asintió y él se dirigió al jardín y efectivamente ahí estaban sus hijos Jae ayudaba a nadar a su hermana mientras Jimin está en las sombras con los gemelos los cuales estaban jugando con unos pequeños juguetes. Jimin al sentir la presencia dejó la revista y sonrió.

—Hola, amor. —hablo.

—Me dejaste solo. —se acercó para sentarse al lado del omega. —¿Puedo saber por qué?

—No duermes bien y mereces un descanso. —miró a sus hijos. —cuando llegué al quinto mes podrás volver a hacerse cargo de los cuidados. —lo miro. —por el momento necesitas descansar por tu salud y es una orden.

—Sé que no duermo mucho. —suspiro. —pero lo hago porque sé que para ti aún es más pesado cargar con una vida dentro de ti y que aunque no compartimos el dolor del parto sé que es muy doloroso. —miró a uno de sus hijos y lo cargo. —por eso trato de recompensarte dejando que tú descanses.

—Sé que no lo haces con malas intenciones, pero es malo para tu salud. —le acarició la mejilla. —por eso yo te lo voy a recompensar dejando que duermas las horas debidas.

Yoongi asintió y Jimin le sonrió luego de desayunar Yoongi sonreía al ver a sus hijos jugar en el agua, miro a Jimin el cual seguía leyendo la revista sonrió al ver que en el cuello del omega estaba el collar que me había dado.

—Usas el collar que te di. —dijo Yoongi y Jimin lo vio.

—Si. —sonrió mientras tomaba el dije. —es muy bonito.

Tercer mes de embarazo

—Según la ecografía. —habló la mujer. —son dos niñas y un niño.

Ambos se vieron y sonrieron de felicidad al saber de qué sexo eran los otros niños, también se dieron cuenta de que los mellizos (los hijos de sus lobos) iban a nacer como humanos.

¡Min quiero otra niña! [Y.M][#2][✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora