Capítulo 6.

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Es difícil volver a empezar, pero es mucho más difícil poder olvidar.

- Sí, ya esta lista -Dijo mi madre-.

- Bien -sonrió- ¿Agnes?

Me acerqué lentamente y con la mirada baja.

- ¿Estás bien pequeña? -dijo él-.

- Sí, -Respondí tímida- no es nada.

- ¿Segura?

- Sí.

- De acuerdo -Sonrió y tomó mi maleta- ¿Ya te despediste?

- Sí.

Salí de la casa, miré a mi madre quién me miraba con desaprobación y negando con su cabeza. Mientras que Christian me miraba con su sonrisa burlona, me guiñó el ojo y me mandó un beso.

Mis ojos se humedecieron, no podía creer que de nuevo había caído en las mentiras de Christian, ¿Cuándo dejaría de creerle en él? Al parecer nunca, subí al auto del señor Maslow, mientras el guardaba mi maleta; subió al auto y me miró.

- ¿Todo bien? -Preguntó-.

- Sí, sólo que, extrañaré mi casa -Mentí-.

- Cuando estés bien volverás no te preocupes linda.

Me dedicó una hermosa sonrisa, que encendió al instante mis mejillas, coloqué mis manos sobre mi estómago, odiaba esa sensación.

- ¿Te sientes bien? -Pregunto-.

- Se me revolvió el estómago.

- ¿Quieres devolver la comida?

- No, sólo...-Suspire- ya se me pasará.

- ¿Segura?

- Sí.

Me quedé dormida, estaba cansada, abrí los ojos y mi corazón se aceleró al ver que el pecho del señor Maslow, me estaba cargando, miré su rostro.

Él era simplemente hermoso, era como un ángel, cerré los ojos y me acurruque más en su pecho, al igual que en mi sueño sentirlo tan cerca de mi era muy reconfortante y me hacía sentir protegida y a salvo.

Sabía que con él, Christian jamás me haría daño de nuevo; al fin podría ser feliz.

- ¿Ella es la chica? -Escuché la voz de una mujer-.

- Sí amor, -Dijo él-.

- ¿Entonces no saldremos como habíamos quedado?

- Lo siento Victoria, pero no puedo dejarla sola.

- ¿Porqué no? Sólo sera un rato o quizás hasta mañana.

- Victoria... -Alargo-.

- No es justo James, ni siquiera podremos hacer el amor a gusto.

- ¿Porque no?

- Porque ella estará aquí.

- ¿Y? Eres mi esposa.

Escuchar algo que te mata por dentro y quedarte callada fingiendo que no te importa.

Por favor, qué dejen hablar ya de eso, es demasiado incómodo. Entiendo que sea su esposa pero se esta comportando como una zorra, por lo que escucho.

- Por lo mismo, soy tu mujer así que debes de cumplirme -dijo ella-.

- Bien, solo la llevo a su habitación y voy contigo a la habitación, de acuerdo amor? -dijo el señor Maslow-.

- Claro -sonrio- traeré la crema batida y el chocolate -le guiño el ojo-.

- Sabes que no me gusta eso, se supone que haremos el amor, porque nos amamos no porque sea simple deseo Victoria.

- ¡Agh! -Dijo molesta- siempre eres tan aburrido James, quiero hacer las cosas mas interesantes en la cama; además sabes que siempre he querido tener sexo oral contigo y tú no quieres.

- Porque creo que eso esta fuera de amar a una persona, además es poco higiénico; ¿Has pensado en las infecciones?

- Olvídalo, ya me quitaste las ganas de hacerlo, luego no te quejes si busco en otro hombre lo que tu no me das.

Escuché suspirar pesadamente al señor Maslow, ¿Qué le pasaba a su esposa? ¿Está loca acaso? Él sólo quiere cuidarla, se nota a kilómetros cuanto la ama.

¿Porqué quería llorar? Esto es extraño, sentí cuando me acostó sobre la cama, acaricio mi mejilla.

- Al menos ya no me sentiré tan sólo contigo aquí pequeña, y con tú bebé -Dijo con un nudo en la garganta, acarició mi vientre-.

Odiaba a su esposa, lo había hecho sentir mal y culpable, ¿No lo amaba acaso? Si yo estuviera en su lugar yo..¿Qué estoy diciendo? Jamas estaré en su lugar, estoy segura que aunque ella lo lastimará demasiadas veces él la seguiría amando en ese aspecto lo entiendo, yo sigo amando a Christian.

- Me gustaría hacer que sonrieras de nuevo Agnes, así al menos haría feliz a alguien en esta casa -Bajo la mirada y lágrimas descendieron de sus ojos-.

Abrió mis ojos levemente y lo vi, no lo pensé dos veces y lo abrace.

- No llores -Dije-.

- Agnes...

- Shh...

El Psicólogo y La Suicida. (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora