El Psicólogo y La Suicida. (EDITANDO)

Capitulo 14.

"Estamos tan cerca y a la vez tan lejos".

No podía aceptar la propuesta de David sobre salir con él, me causaría más problemas y malos entendidos con el señor Maslow. Ya tenía suficiente con que el creyera que me acuesto con su hermano. Tenía que hablar con él y aclararle ese asunto.

David me observaba atento.

- ¿Estás bien preciosa? -me pregunto-.

- Sí, ¿Porqué? -respondi-.

- Porque llevo un rato besándote y tocándote y no me has alejado.

- ¡¿Qué?! ¿¡Me tocaste?!

Él rió.

- No, sólo bromeaba, aunque no niego que me fascinaria la idea de tocarte, y bien, ¿Irás conmigo?

- No puedo, tengo cosas que hacer, además tengo cita con el doctor y con el señor Maslow.

- Deberías llamarlo por su nombre, así de simple James -suspira y me toma de la cintura sentándome a un lado y se levanto- bueno, iré a mi habitación, nos vemos luego preciosa -me besó y tomó mis pechos por encima de la ropa con ambas manos- cuidame a mis nenas -sonrio y salio-.

Terminaría provocandome un infarto, enserio lo haría, me dejé caer en la cama y poco después escuché la puerta abrirse.

- ¿Se te olvido algo David? -pregunte-.

- No se me ha olvidado nada Agnes.

Me sorprendi y me sente enseguida, ¿Qué hacía aquí él señor Maslow?

- Creo que me debes una explicación Agnes -dijo serio-.

- Bueno yo..-me interrumpio-.

- Ahorrate tus explicaciones, es claro que a ti te gusta jugar con los hombres, controlar sus mentes a tu antojo.

- ¡Claro que no! ¡Jamás haría tal cosa!

- Entonces, ¿Porqué me haces esto? ¿¡Porqué te acostaste con mi hermano?! -dijo casi gritando- ¿Sabes lo que fue para mí saberlo?

- Yo no me acosté con él, sólo fue un mal entendido.

- ¿Mal entendido? Entonces supongo que él estaba sentado y casualmente y por cosas del destino, ¿Caíste accidentalmente sobre su pene?

- ¿Porqué le molesta tanto que hable con el? -No lo entendía, ¿Porqué que él se ponía así?-.

- Me molesta porque me gustas Agnes, porque no tolero verte con otro hombre.

-No lo entiendo; ¿Porqué no?

- ¡Maldita sea Agnes! ¿¡No lo ves?! ¡Estoy más que celoso!

"¿Recuerdas ese momento en que sólo estabamos los dos?".

¿Celoso? ¿Él realmente estaba celoso? No pude evitar que una sonrisa se formara en mi rostro.

- ¿Porqué debería usted estar celoso? -pregunte-.

Él suspiró y se sentó al borde de la cama.

- No lo sé -respondio- ni yo mismo sé lo que me pasa, sólo te digo que no he podido olvidar cuando te besé.

- Pero usted está casado.

Me miró y rió amargamente.

- Ambos sabemos que mi matrimonio es una mierda.

- Pues no lo parecía cuando estuvo con su mujer, -me miro sorprendido- y lo sé, porque ella me lo dejó muy en claro recalcandomelo cada que podía.

Él bajó la mirada pensativo.

- Y eso a ti... ¿Te molesta? ¿Te molesta que este con mi mujer?

No pude evitar sonrojarme ante su pregunta, maldición, tenías que abrir tu bocota Agnes. ¿Qué se supone que le dirás? ¡Sí! ¡Sí me molesta demasiado! ¡Es una tortura para mí verlo con su esposa! Aunque, ya sabía que a él le molestaba que estuviera cerca de David, podria... No, no utilizaría a David para mis intentos para conseguir algo que no me pertenece y que jamás me pertenecerá.

- Respondeme Agnes -me miró y se levantó acercándose a mi- ¿Te molesta?

Tragué saliva, estaba demasiado cerca, podia oler su colonia y perderme en ella, moría por besarlo de nuevo; pero no podía hacerlo, no debía hacerlo. Me acorraló hasta la pared y colocó ambas manos a los costados de mi cabeza.

Perfecto, igual que David.

- Si no me respondes creeré que es cierto y te besaré, y no solo por eso, si no porque ya me he contenido lo suficiente y estoy seguro que si Victoria no nos hubiera interrumpido, esa noche nos hubieramos entregado el uno al otro; -unio su frente a la mia- porfavor Agnes, dime que también sientes lo mismo, dime que también sientes esta necesidad que te quema por dentro por estar junto a mí como yo de ti, de besarme -susurro en mis labios-.

- Por favor...detengase -susurre nerviosa-.

- ¿Porqué Agnes? ¿Porqué debería callar lo que siento? Me importas de una manera en que no tienes idea...