"Y ahi...entre todos sus gustos raros estaba yo".
Me levante del suelo, gire la perilla de la puerta y abri, en ese mismo instante mi rostro termino en su pecho. Me sonroje y me separe un poco.
- Oh preciosa, no sabia que querias llegar ya a segunda base -dijo sonriente-.
Mis mejillas terminarian rostizadas por ese bochornose insidente.
- Yo...gracias por la cancion -dije rapidamente-.
Me miro y me tomo del menton para que lo viera a los ojos.
- No es nada preciosa -se acerco mas-.
Podia sentir su respiracion contra la mia, el se separo y di un gran suspiro, camino hasta dentro de la habitacion y se acosto en mi cama dejando su guitarra en el suelo.
- Cierra la puerta preciosa, no querras que alguien nos escuche verdad? -me guiño el ojo-.
Cerre la puerta con seguro y me sente en la cama.
- ¿Porque te acostaste en mi cama?
- Porque es comoda y porque esta era mi habitacion antes de que me fuera de aqui.
- ¿Enserio? No lo sabia.
- No importa preciosa, es excitante saber que en mi habitacion hay una muñeca como tu andando por ahi en ropa interior o desnuda -lambio sus labios-.
- Yo.. Yo no ando desnuda ni en ropa interior por la habitacion! -dije apenada-.
El se levanto y camino hasta a mi, retreocedi hasta topar con la pared y el me acorralo.
- Podemos divertirnos preciosa.
- No...dejame ir y sal de mi habitacion.
- Mm...con una condicion.
- ¿Cual?
- Que me dejes besarte.
¿Queria besarme? ¿Que rayos les pasaba a el y al señor Maslow? Primero nadie me volteaba a ver y ahora todos quieren besarme.
- Esta bien.
El sonrio, tenia ambos brazos a los lados d emi cabeza, se acerco lentamente hasta mis labios, senti su respiracion entrecortada sobre mis labios.
- Abre la boca -ordeno-.
- ¿Que?
- Solo haslo.
Hise lo que me dijo, su lengua recorrio mis labios lentamente, mientras mordia mis labios, mi corazon estaba acelerado.
Lo peor de todo era que lo estaba disfrutando, me senti mojada y aprete mis piernas.
"Besame el mismo numero de veces que respiras".
Las piernas me temblaban, David me miraba a los ojos mientras su boca jugaba con mis labios.
- Preciosa...saca tu lengua -me dijo sin dejar de verme-.
Saque mi lengua y me sorprendio ver que la introdujo en su boca, lambiendola y besandola, su lengua rosaba con la mia. Ya no lo soportaba, moria por besarlo, era demasiada tentacion para mi. No me contuve y lo tome de la nuca con una mano y lo bese, el sonrio correspondiendome el beso.
Se separo un poco.
- Sabia que querias besarme preciosa -dijo sonriendo-.
Sonrei y acaricie sus labios.
- ¿Quieres que hablemos ahora? -dije-.
El nego sonriendo, me tomo de la cintura y me pego a el, volvimos a besarnos, pero tranquilamente disfrutando del beso. No queriamos que terminara pronto, nos tomabamos nuestro tiempo, sonriamos y reiamos mientras nos besabamos.
- ¿Que me has hecho preciosa? -dijo entre risas-.
- ¿A que te refieres? -pregunte confundida-.
- A que en este momento ya te estaria haciendo el amor, pero sin embargo no lo hago.
- ¿Y eso? Yo tambien pense que ya estarias llevandome a la cama.
- No lo se -acomodo un mechon de mi cabello detras de mi cabello- hay algo en ti...no se que es realmente pero solo quiero protegerte y tenerte solo para mi.
- ¿Solo para ti? -sonrei y le di un beso corto en los labios-.
- Si -sonrio- solo mia.
Me tomo del rostro con ambas manos y me dio un ultimo beso.
- Preciosa, ¿Puedo bañarme aqui?
- Claro.
Beso mi frente y entro al baño, yo me fui a mi cama con una gran sonrisa y comence a leer un libro. Luego de unos minutos David salio solo con una toalla envuelta en su cintura, lo mire.
- Se que me deseas preciosa pero al menos disimula un poco.
Solo rei, tocaron la puerta y David fue a abrir.
- Hola Hermanito -dijo con una sonrisa picara-.
- ¡¿David!? -grito-...
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El Psicólogo y La Suicida. (EDITANDO)
Novela JuvenilLa Suicida. Quizás solo este cansada de vivir, una vez que mueres nadie puede hacerte daño, estas libre. Me gusta dormir porque es mi escape a la realidad y también es como morir por unas horas. No me siento bien, no estoy bien. Necesito ayuda. El P...