Capítulo 24.

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"Pon en tu vida que deje huellas, no cicatrices".

Mi corazón se aceleró al escucharlo, demonios, ¿Que planeaba David? Esto me ponía demasiado nerviosa. Al parecer el lo notó porque rió.

- No es lo que piensas amor, sólo quiero que podamos hablar sin que nos interrumpan, ya después tú decidiras que hacer, eso sí. Te quedarás a dormir esta noche y ya mañana tú decides sí irte o no.

- ¿Por qué me dices preciosa? -pregunté, sabia que no era importante pero necesitaba saberlo-.

El sonrió ampliamente.

- Porque me gusta como suena cuando te lo digo a ti.

Me ruboricé y oculté mi rostro en su espalda. Después de eso, el resto del camino fue en silencio, pero no era incómodo, todo lo contrario. Me sentía cómoda con él, como cuando lo conocí, era un desconocido para mí y aún así acepte que me besará.

Él detuvo su Harley al llegar al edificio, saludo al guardia quién le dio paso al estacionamiento. Cuando apago el motor me solté de él y él bajo, me ayudó a bajar a mí. Me tomó de la mano entrelazandola con la mía, la sensación de su contacto fue muy placentera y cálida.

Caminamos al ascensor y subimos, estábamos en silencio, yo sólo miraba su mano con la mía; ¿Por qué lo hacia? Sin saber el motivo que lo llevaba a hacer todas estás cosas, no quería que me soltará. Sentía que sí lo hacia me perdería como una pequeña al soltar a sus padres.

De repente él me rodeo mi cuerpo con sus grandes brazos. Abrí mis ojos por completo sorprendida de su acción. Las lágrimas hicieron su aparición en mis mejillas y solloce.

- Sabía que necesitarias un abrazo
-susurró con voz cálida, cómo cuando nos habíamos besado-.

Guardé silencio, nunca imaginé que un simple abrazo podría hacerme sentir tan aliviada. Me separe de él al notar que el elevador se había detenido.

Bajamos y caminos hasta su apartamento, lo abrió y entramos. Cuando quise soltar su mano él no me lo permitió.

- Espero y no te molesté, pero me gustaría seguir tomando tú mano mientras hablamos.

Asentí y él me guió hasta la estancia. Tomó asiento en el sofá individual y me sentó en sus piernas, me removí incómoda.

- Amor, yo no haría eso, no queremos qué la bestia despierte o sí? Aunque claro, extraña tus caricias.

"No puedo olvidarlo todo y simplemente seguir, no es tan fácil".

PDV Tn.

Mierda, había olvidado lo pervertido que era David. Siempre intentando de provocarme, pero esta vez se quedo quieto, solo tomaba mis manos con las de él entrelazándolas.

- Sabes Tn....no mentía cuando te dije que tu me hacías actuar diferente, -me sorprendí al escuchar lo que dijo y lo miré sonrojada- tú me haces ver más allá del deseó.

- ¿Qué quieres decir? -pregunté nerviosa y desvíe mi mirada de sus ojos-.

Él me tomó del mentón haciendo que lo mirará a los ojos.

- ¿No es obvio Tn? Me gustas...-dijo sonriendo, traté de descifrar el reciente brillo en sus ojos pero nada, al parecer decía la verdad- me gustas mucho...- susurró observando mis labios y luego mis ojos -Unió su frente a la mía- no sabes lo que me tengo que controlar para no besarte, eres demasiado deliciosa, soy adicto a ti Tn.... Je voudrais pouvoir déguster ces délicieuses lèvres à nouveau.

Me sorprendió al hablar en francés, no podía negar que su voz se escuchaba muy sensual.

- No se francés.

- Yo te enseñare, -sonrió sin apartar la mirada de mis ojos- empezaremos con lo básico, pero antes, preguntame, vinimos a hablar después de todo.

Asentí y tome aire, lo necesitaba en ese momento.

- ¿Mataste a Christian? -pregunté temerosa-.

- No -acarició mi mejilla-.

- Pero dijiste que te habías encargado de él -acarició mi labio inferior con su pulgar-.

- Sí, por eso esta preso, creeme estar ahí un par de décadas.

Me quedé en silencio, ¿Christian estaba preso? Eso quiere decir él al fin me dejaría tranquila. No pude evitar el llanto y lo abrace...

El Psicólogo y La Suicida. (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora