Hay cosas que duelen por dentro y nadie las puede notar.
Ahí estaba yo de nuevo, encerrada en el baño llorando preguntándome, ¿Cómo había pasado todo esto?
Me había enamorado, algo que me había jurado a mi misma que jamas lo haría. Pero no fue así, volví a caer y lo peor de todo es que habían jugado conmigo otra vez y eso no era lo peor.
Lo peor era que no sólo me enamore, sino que me enamore de un hombre mucho mayor que yo, él se aprovecho de la confianza que le di para seducirme y yo de estúpida caí y terminé en su cama, ahora estoy embarazada.
¿Quién era ese hombre? Fácil, mí hermanastro de 26 años y yo era una niña para él, apenas 17 años, apenas conociendo lo que era el amor, o eso creía yo.
Luego de que estuvimos juntos, él se vistió como si nada hubiera pasado, yo lo miraba confundida, siempre recordaré sus palabras, las mismas que me destrozaron por completo haciendo mi corazón añicos.
"No significas nada para mí, sólo fue un simple acostón; jamás me fijaría en ti sino fuera por tu cuerpo, me das lástima, ¿Enserio creiste que te amaba? Que patética eres Agnes, tan poca cosa eres".
Ya no aguanto todo esto, solo quiero dejar de sufrir, ya no puedo, ya me canse de todo esto; ya fue demasiado dolor para mí.
Ya no quiero seguir viviendo, ya no, esta vez se termino todo.
Saqué el frasco de somníferos de mi madre, salí del baño y me acerqué al lavabo, trague un puño de pastillas que puse en mi mano; saqué mi navaja y la pase por mis muñecas.
Mi madre entro al baño de repente.
- ¡Agnes! ¿¡Qué hiciste!? ¡¿Qué hiciste hija?! -Sus ojos se humedecieron-.
- Ya no puedo mamá...-Le dije llorando y me deje caer al suelo de rodillas-.
Mis párpados se volvieron pesados y poco a poco se me cerraban, al fin dejaría de sufrir. Él ya no me lastimaría...
- ¡Hija! ¡Hija!
Escuchaba a lo lejos la voz de mi madre, ella no paraba de llorar.
- Lo siento....-Le dije con la poca fuerza que me quedaba-.
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El Psicólogo y La Suicida. (EDITANDO)
Novela JuvenilLa Suicida. Quizás solo este cansada de vivir, una vez que mueres nadie puede hacerte daño, estas libre. Me gusta dormir porque es mi escape a la realidad y también es como morir por unas horas. No me siento bien, no estoy bien. Necesito ayuda. El P...