"Tus celos solo demuestran tus miedos e inseguridades".
- ¿¡Qué demonios haces semidesnudo en la habitación de Agnes!? -dijo furioso-.
- ¿Qué hay de malo hermanito? -dijo burlon- ella necesitaba relajarse y yo también.
Me levanté y me acerqué hacia la puerta.
- Señor Maslow...-fue lo único que pude decir-.
- ¿Quieres explicarme que hace mi hermano aquí? -dijo molesto-.
- Tranquilo Jimy -dijo David y me abrazo por la espalda- ¿Qué hay de malo que quedamos intimar un poco? Tú y Victoria lo hacen siempre.
'Si a intimar te refieres a que tu esposa no te caliente ni la mano, estamos jodidos' -penso James-.
- ¡Es diferente! ¡Te quiero lejos de ella!
- ¿Porqué? ¿Estás celoso? -dijo riendo David, mientras besaba mi cuello- ¡oh dios! ¡Preciosa! Ya me calentaste de nuevo, hay que hacerlo salvajemente como hace rato.
Me puse colorada, esto ya no me gustaba, David solo lo estaba provocando, observe a los dos y pude sentir la tensión entre ambo y la manera en que se miraban.
¿Odio?
Puede ser, pero... ¿Porqué?.
- ¡Detente David! -grito aún más molesto- te juro que sí sigues...-apreto sus puños-.
- ¿Qué? ¿Vas a pegarme? Por favor James -rie- ya no soy un niño, y Agnes tampoco así que dejanos conocernos mejor -le cerró la puerta en la cara-.
Me separé de él.
- ¡¿Porqué le dijiste todo eso!?
- Tranquila preciosa -beso mis labios y se separo- no pasara nada, era solo para que nos dejara en paz.
- Pero no paso nada entre nosotros, sólo un beso.
- Por ahora, sólo deja que tome más confianza.
Negué con la cabeza, estaba de espaldas a él, me di la vuelta y él ya no traía la toalla cubriéndole su gran amigo.
'Mira a otro lado Agnes, mira a otro lado'
Me dije a mi misma una y otra vez, y por la sonrisa en el rostro de David el notó mi mirada, se acercó a mi y me pegó a él.
- ¿Te excite verdad preciosa? Descuida, mi amigo sólo jugará contigo -sonrio- pero no seas tímida -me tomo de la mano y la presionó contra su miembro- acostumbrate preciosa.
"Cuando crees que todo esta bien, siempre hay algo que no permite que lo sea".
- Por favor, deja que quite mi mano -le dije nerviosa-.
- De acuerdo, -solto mi mano- pero despues me pedirás que te deje tocarlo.
- Lo dudo.
Suspiré pesadamente y me dejé caer en la cama cubriendo mi rostro con las manos.
- Vistete ya David.
Él no dijo nada, en eso sentí un peso extra en la cama, quité mis manos y David estaba sobre mí, aún desnudo.
- ¿Es muy difícil que te vistas? -Dije cansada-.
- La ropa no es indispensable, además ya estoy acostumbrado, siempre estoy asi en mi departamento, creeme preciosa, lo que menos hacen las mujeres es quejarse al respecto.
- ¿Te habían dicho que eres un idiota?
Él sonrió ampliamente.
- Muchas veces pero nunca había sonado tan excitante como cuando tú lo dices preciosa.
- Sal de mi habitación -dije seria-.
- Hey...¿Qué paso? Creí que estabamos bien.
- ¡¿Bien?! Prácticamente le dijiste que tuvimos relaciones!
- ¿Y? Creí que te gustaba.
- Ni siquera sé yo sí tú me gustas, apenas y te conozco.
- Tienes razón pero eso no quiere decir que no podamos divertirnos un poco -susurro cerca de mis labios-.
Lo alejé.
- No confundas las cosas, -dije seria- sólo nos besamos y ya.
Sonrió y acarició mi mejilla.
- ¿Ya te había dicho lo hermosa que te ves rechazandome?
- Hablo enserio David.
- Yo también Agnes.
Me sorprendió al abrazarme y besar mi cabeza, me sentó sobre su regazo.
- ¿Crees que al menos puedas ponerte el boxer? Es demasiado incómodo estar en tus piernas y tu... desnudo.
- De acuerdo preciosa.
Me levantó de él colocándose su boxer y el pantalón luego se sentó palmeando sus piernas.
- Ven aquí preciosa.
Suspiré y me senté.
- Deberías irte de mi habitación.
- Lo hare luego, ¿Te gustaría salir de aquí e irnos a una fiesta?
- No me gustan las fiestas.
- Anda preciosa, estaré contigo en todo momento -me dio un beso corto en los labios- si dices que no te besaré hasta que aceptes.
¿En qué lío fui a meterme?...
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El Psicólogo y La Suicida. (EDITANDO)
Ficção AdolescenteLa Suicida. Quizás solo este cansada de vivir, una vez que mueres nadie puede hacerte daño, estas libre. Me gusta dormir porque es mi escape a la realidad y también es como morir por unas horas. No me siento bien, no estoy bien. Necesito ayuda. El P...