El Psicólogo y La Suicida. (EDITANDO)

Capítulo 18.

"Aceptamos el amor que creemos merecer".

Christian le arrancó la ropa a Tn, dejándola solo en ropa interior, sus pupilas eran oscuras, de un tono negro intenso.

Se le podría comparar con un lobo hambriento hacechando a su presa.

Mordía y marcaba cada centímetro de la chica, asegurándose de dejarle claro que él tenia el control sobre ella, que le pertenecía.

La dejó completamente desnuda e indefensa, con su dignidad pérdida, él no perdió el tiempo desabrocho su cinturón y su pantalón para después bajárselo junto con el bóxer.

Abrió las piernas de la chica y la penetró hasta el fondo, a la fuerza y con violencia, desgarrandola y matando la única esperanza de ser feliz para ella.

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James conducía a toda velocidad, maldecía una y otra vez por haber sido tan imbécil por haberla dejado a solas con el maldito de su hermano.

Sabía a lo que se enfrentaría por eso iba preparado con un arma cargada, dispuesto a todo.

Tenía en claro que ya era demasiado tarde para detener lo que él pensaba hacerle, lo mataban esos pensamientos en su cabeza, ese hombre mancillando a la niña de sus ojos.

La chica de la cual se había enamorado, desde que la conoció, cuando pudo ver esa tristeza en los ojos que lo cautivo. Quería protegerla y cambiar esa mirada.

Saber como serian esos lindos ojos brillando de felicidad, solo una vez los vio así, el día en que casi consumaban su amor, luego de eso, las cosas entre ellos se habían distorsionado.

Entre Victoria y David lograron destruir aquel brillo oscureciéndolo y cubriéndolo por completo.

Cuando se dio cuenta había llegado, bajo del auto y escondió el arma dentro de su pantalón por debajo de la camisa.

Entró fácilmente, subió directamente cuidando de no hacer ningún tipo de ruido, entro a una de las habitaciones, su corazón se destrozó al ver tal imagen.

Ella estaba inconsciente solo cubierta por una sabana, desangrándose por la entrepierna, había llegado demasiado tarde...

"Creí que el tiempo lo curaba todo, que no podía doler más, pero me equivoque".

Los ojos de James se humedecieron al instante, acaricio su rostro.

- ¿Que te hizo ese infeliz mi amor? -la tomo del rostro y pego su frente con la de ella- ya no volverá a lastimarte, te lo prometo.

La cubrió con otra sabana y la cargo, salio de la habitación antes de que Christian apareciera, quería matarlo por haberle hecho eso a Tn, moría de ganas de pegarle un tiro en su entrepierna una y mil veces mas.

Bajó las escaleras y salio de la casa, corrió con Tn en sus brazos hasta su auto, abrió la puerta trasera y la acostó ahí, luego subió y condujo a toda velocidad hacia el hospital.

- Vas a estar bien mi amor, vas estar bien -repetía una y otra vez nervioso y sin dejar de derramar lágrimas-.

Se sentía una mierda de persona, ¿Cómo pudo haber aceptado el trato con Christian? Aunque no tenía otra opción, gracias a ese bastardo el seguía vivo, le debía la vida.

Luego de 15 minutos llego a un hospital, bajo del auto a toda prisa y saco a Tn, entró corriendo y gritando por ayuda, su niña se le moría desangrada.

Las enfermeras y médicos la colocaron en una camilla y se la llevaron a la sala de urgencias, James quiso entrar pero no lo dejaron, lo sacaron de ahí quedándose en la sala de espera.

Los minutos pasaban y para James era una eternidad, caminaba de un lado a otro entre la culpa y la tristeza no notó que un doctor había salido.

- Familiares de la señorita Maslow? -pregunto el doctor, James la había anotado así al llegar-.

Él se levantó y se acercó a él.

- Yo soy su esposo -mintió- ¿Cómo esta ella doctor?

- Ya está estable, perdió mucha sangre por lo que estará débil algunos días, pero...no pudimos hacer nada con su hijo.

- ¿Que quiere decir? Perdió al bebé?

- Por desgracia si, el bebé ya venía muerto desde que usted llego, por lo que comenzaba a pudrirse dentro de ella.

- ¿Se mejorará?

- Sí, pero sera difícil que tenga hijos...