Descubrimiento del año

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El chico Potter había vuelto a ver el espejo, Alex a veces lo veía irse hacia la misma habitación, le hubiera gustado ir, pero cada vez que lo veía se sentía peor consigo misma. El profesorado la miraba extrañados, en vez de estar disfrutando las vacaciones de invierno afuera jugando como los demás, ella se quedaba en su habitación. Por su puesto ellos no sabían sobre el hecho de que ella la pasara también en el bosque. 


A Alex le agradaba aún menos el director desde que la siguió, ella creía que espiar a la gente no era forma de ganarse su confianza. Y ella sabía que no era la única espiada, puesto que siempre que Harry se escondía para verse a si mismo en el espejo, el anciano lo seguía tal cual acosador.


- ¿Te das cuenta? Dumbledore tenía razón. Ese espejo puede volverte loco - Dijo Ron bastante alto después de que Harry le contara unos sueños que había tenido, que prácticamente consistían en ver a sus padres morir por un rayo de luz verde. Tal cual su madre y abuelo. 


Un día antes del comienzo de clases, todos los chicos y chicas volvieron. Alex se sentía culpable por no hacer nada por Luke, que había estado para ella. Blaise y Theodore le preguntaban constantemente qué le pasaba, pero Alex respondía que estaba bien. Lo cual obviamente no creían, pero el objetivo de Alex era simplemente evadir el tema, no que le creyeran. 


Los entrenamientos de Quidditch empezaron, por lo que Alex veía a Harry cada vez menos con sus amigos en los recreos, mientras que Ron y Hermione se la pasaban en la biblioteca. 


Alex no podía creer que después de tantas pistas que les hubiera dado no encontraran la respuesta. Una parte de Alex quería decirles y ahorrarse problemas, pero la otra le decía que era mejor que se mantengan a salvo. 


Tres días después del inicio de clases, Cedric y ella se reunieron para practicar con la guitarra. 


- Hola Alex, feliz navidad atrasada. - Dijo el castaño con una sonrisa amable. 


- Igualmente - Respondió Alex. 


- Te pasa algo, ¿quieres contarme?


- No puedo


- Y bueno... ¿Qué es? No es por asustarte, pero últimamente estás terrible. Todo Hogwarts ha notado que estás más rara de lo normal. 


- No es para tanto, enserio. 


- Bueno... - dijo algo dudoso -. Bien. Como decía, feliz Navidad - Dijo para sacar una pequeña mochila negra de su mochila marrón -. Pues como no tenías más, decidí comprarte una de un color que te agradara, y bueno me dijiste que el negro era el que te hacía sentir en casa. Aunque es raro, no diré nada. Le conté a mi padre sobre ti, dijo que esperaba que sacara algún resultado con la guitarra para poder tocar en alguna de las fiestas de los funcionarios del ministerio. 


- Vaya. Primero, muchas gracias por la mochila. Y segundo, tú eres el nuevo prodigio musical - Dijo para empezar a reír con él -. Yo no pude comprar nada para nadie, no he celebrado Navidad desde los 5. 

Semidiosa y Bruja (PJO y HP) 1 LIBRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora