Los hermanos tortura

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Todos ahora buscan "Aesthetic" Así que yo dije, ¿por qué no? Y boe, encontré esa imagen de "Annabeth Chase Aesthetic". Ta chevere, ta lindo. Ahora sí, disfruten el cap:


- Alex - saludó una Annabeth somnolienta con los ojos entreabiertos sentándose en su litera -. No esperaba que... ¿cómo estás?


Era pasada la media noche, Alex se había dado un baño y conjurado un mensaje Iris para ver el estado de su amiga rubia. Había ignorado el pequeño percance que tuvo en el baño hacia unas horas, y decidió no volver a pensar en eso, solo fue un pequeño malestar. 


Hablaron por aproximadamente media hora. Alex le contó que no le había pasado nada en el Inframundo, pero evitó mencionar el encuentro que tendría unas horas más tarde con los dioses de la tortura. 


- Annie - llamó Alex ocultando una risa al ver cómo a Annabeth se le cerraban los ojos del sueño.


- ¿Mhmm?


- Nos vemos en unos días, descansa. 


- Si... - concordó mediamente dormida. 


Alex sonrió con los labios cerrados y cortó el mensaje. Intentó dormir, aunque estaba algo preocupada por el día siguiente. ¿Serían Fobos y Deimos tan terribles como decía Ares? Y si lo eran, ¿sería capas de parecer fría frente a ellos? Como sea, terminó cayendo dormida entre las tibias sábanas de su cama. 


A la mañana siguiente despertó sintiendo que no habían pasado ni diez minutos desde que se durmió, pero se sentía reconfortada, por así decirlo. Por lo menos no tenía el dolor de cuello que le había provocado dormir en un camión de carga. Alex vio la hora en su reloj en su mesilla: las siete y cuarto. No pudo volver a dormir.


Se desperezó y vistió para el encuentro que tendría más adelante: una camiseta de Green Day, su mochila azul oscuro con un libro dentro y su mp 3 (y un montón de cosas más) Y unos shorts negros sueltos hasta un poco más arriba de las rodillas; unas botas de combate y sus armas convertidas en joyas. 


Se vio al espejo del baño. Sus ojeras ya no estaban tan marcadas después de la noche. ¿Por qué no habían desaparecido? Con el paso del tiempo Alex empezó a pensar que eran genéticas, después de todo nunca se iban. Después de quedarse mirando un punto fijo por un minuto sin pensar en nada, se dirigió a la cocina por una manzana o algo. 


Al llegar y ver frutas en una pequeña fuente de oro, recordó su estancia en Hogwarts. No había reparado en ella hasta ahora, después de todo el rollo con el rayo y el yelmo la habían tenido ocupada. Pensó también en sus amigos: Blaise y Theo, ¿estarían bien? Ninguno se llevaba bien con sus padres, pero sus madres los acogían. 


Empezó a prepararse una taza de café negro y unas tostadas con Nutella. ¿Había Nutella en el Inframundo? Sí, única y especialmente para ella. 


Por otro lado estaban los Gryffindor: Potter debía estar con sus tíos, Weasley con... ¿los Weasleys? Bueno, en la estación habían varios, además de ese tal Charlie cuida dragones. Y por último, Hermione Granger. No sabía mucho de ella...

Semidiosa y Bruja (PJO y HP) 1 LIBRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora