Alex se despertó temprano, como siempre, su cerebro parecía tener un despertador programado. Por entre las puertas entraba una tenue luz, que le indicó que era de día. El tráiler seguía en movimiento. No se atrevió a moverse demasiado, ya que tenía a una Annabeth apoyada en las piernas, así que se quedó con la espalda apoyada en la pared del camión mientras esperaba que el resto se levantara.
Pasaron unos minutos y se preguntó qué hora sería, acostumbraba a levantarse a las seis o antes, así que probablemente tendría que esperar bastante hasta que el resto abriera los ojos. Pensó en escuchar música, tal vez leer algo, pero sus ideas se desvanecieron cuando se dio cuenta de que había dejado su mochila al otro lado del camión, cuando fue con Annabeth. Maldijo en su mente.
A los pocos minutos estaba jugando con los rizos de su amiga, enredándolos en sus dedos. Nada que le pudiera provocar dolor, eran más parecidas a caricias. Había cambiado con el tiempo, pero a Alex le seguía recordando a la niña de siete años con la que dormía abrazada, o a las veces que se quedó despierta vigilando, para que Annabeth pudiera dormir tranquila. Siempre había querido protegerla, y ahora no era la excepción. Se prometió a sí misma protegerla de todo y todos, Luke incluido. No dejaría que nada le pasara.
Los párpados de Annabeth se abrieron lentamente, y se talló los ojos con los puños. Alex no detuvo sus caricias.
- ¿Dormiste bien? - Annie asintió levantándose, hasta quedar a la misma altura que la pelinegra.
- ¿Qué hora es? - preguntó bostezando.
- No estoy segura, calculo que las siete de la mañana. Tal vez antes o después.
- ¿Deberíamos despertarlos? - preguntó la rubia después de una pausa.
A Alex no le importaba, a decir verdad. Sí, Annabeth era como su hermana, se preocupaba por ella. Pero el resto no era tan importante, si se levantaban o no era su problema. Se encogió de hombros.
- Me lo he estado preguntando... - dijo Annabeth luego de un rato -. ¿Cómo es que desapareces? Digo, yo tengo una gorra de invisibilidad, pero tú... ¿Tu padre te ha dado algo así?
- No... - no sabía si estaba permitido decirle o no... que se jodan -. Bueno, mi misión es en el mundo de Hécate. Ya sabes, el que aparece en los libros. Con magia, y eso...
Annabeth pareció pensarlo un momento, y luego habló:
- Osea que tú... eres una bruja. Como la de los cuentos y todo eso, ¿no? y ¿de nacimiento o cómo adquiriste los poderes?
- Mi madre era bruja - respondió -. Pero también recibí algunos otros entrenamientos, y eso...
- ¿Cómo sabían que eras tú? ¿Había alguna profecía?
- Se supone. Pero no me la han dicho, tampoco sé cómo están seguros de que se refiere a mí.
ESTÁS LEYENDO
Semidiosa y Bruja (PJO y HP) 1 LIBRO
Fiksi UmumCosas importantes para que sepas si la historia te llama la atención: - La historia es sobre Alex (la protagonista) y Hermione, - En este libro la relación no llega a mayores, puesto que están en primer año (si eso te aburre y consideras que es inne...