20.

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—¿Por eso comenzaste a salir con la profesora JiWoo? —solté sin más y sin el mínimo cuidado, alertando a YoonGi, haciéndolo ponerse de pie y darme la espalda completamente. —¿Por qué saliste con ella? ¿Para olvidar mi presencia o por qué ella te gustaba? ¿Te gusta aún? —Por más que hubiera logrado callarme, no habría sido por mucho tiempo.

—¿Qué?

—Lo que oíste YoonGi. —bufé un poco irritado.

—Ven cariño, será mejor que vayamos a ver si el postre esta listo. —Con una ligera rapidez, el padre de YoonGi recorrió su silla hacía atrás, levantándose con bastante rapidez recorriendo a su paso la silla de su bella esposa hacía atrás también para así ayudarla a levantarse y que lo acompañase a la cocina fuera del comedor con el ambiente un tanto incómodo por mis preguntas y la reacción de YoonGi.

—¿Como es que sabes que salí con la profesora JiWoo? —La expresión en mi rostro permaneció neutral ante su clara pregunta que por supuesto no pensaba decirle quién me lo había contado y menos si este era mi mejor amigo.

—Sabes que... Olvidemoslo, ¿sí? —Quizá debí pensar mejor que este no era ni el lugar ni el momento para mis preguntas incómodas y algo celosas.

—No, Jin. No quiero que nuestra relación tenga secretos o mentiras. —En ese punto me encontraba totalmente de acuerdo con él. —Sí. Empecé a salir con la profesora JiWoo para intentar olvidarme de ti, de lo que sentía por ti, de lo que creí que siempre sería un sentimiento no correspondido.

Un enorme nudo comenzó a formarse de manera acelerada en mi garganta, impidiendome siquiera decir algo.

—Simplemente salí con ella por eso —Tenía tantas cosas que decir pero no sabía como decirlas, sin hacer sentir mal a YoonGi, porque sus actos se me hacían simple y claramente incorrectos. —Es cruel... —Gran inicio. —Tan solo de oír mis palabras sabes que es cruel, lo que hice con ella, sólo para intentar olvidarme de ti. —Apesar de la sola idea de imaginar a YoonGi con la profesora JiWoo, sabía que eso que había hecho él era un acto cruel, bastante bajo a mi parecer. Sobre todo por qué me lo habían hecho a mí. 

—¿Cuándo terminaste con ella? —Tenía que saber sí mi teoría y la de Taehyung, era cierta.

—¿Que caso tiene que te lo diga? —responder a una pregunta con otra, nunca era una buena señal.

—Dijiste que no querías que hubiera secretos entre nosotros. Así que respóndeme —muy probablemente me arrepentiría después de preguntar pero quería saber.

Un largo y pesado suspiro, salió de YoonGi, haciendo que fijará por completo mis ojos sobre los suyos —El día que te besé... —esas palabras, apesar de no haber salido de mi boca, sabían tan amargas.

Me levante de la silla, sintiendo un enorme peso encima de mis hombros —¿Porque terminaste con ella? —conforme nuestra charla avanzaba, sentía cada vez las paredes del comedor más y más pequeñas, me estaba sintiendo asfixiando, demasiado.

—Porque no quería seguir formando una mentira al rededor de nosotros —"Nosotros" esa palabra se oía tan rara, ahora no se oía bien en su boca, porque no se refería a nosotros, se refería a él y a ella. Ella, que había estado con él, que lo había besado, que lo había acariciado con amor, con fervor, intentando sin saber, que se olvidará de mí, de mí que tan solo era su simple estudiante más en la vida de él —Una mentira que formé desde el inicio de mi relación con ella. No quería seguir negando que te quería, aún sí no te decía nada con respecto a mis sentimientos.

De verdad me parecía tan raro que yo estuviera siendo tan inseguro con respecto a sus sentimientos pero todo esto era nuevo tanto para él como para mí.

—¿Qué pasó, por tu cabeza ese día que me besaste? —de verdad que quería saber esa respuesta desde aquél primer beso, la deseaba tanto, por más absurda que fuera porque sabría sinceramente sus intenciones para conmigo.

—Cuando te ví en el suelo de aquél edificio abandonado empapado de pies a cabeza pensé inmediatamente en llevarte a mi departamento, a qué te secaras pero no quería que te espantaras, no quería que tuvieras una idea errónea sobre mis intenciones contigo, quería tanto protegerte, acercarme a ti pero sin asustarte y esa idea sonaba errónea a mis verdaderas intenciones, cuando ya estábamos en mi departamento, me sentía a morir, no podía creer que estabas ahí, que tú y yo estábamos teniendo un acercamiento en tantos años que nunca lo habíamos tenido. Siempre te mantuviste alejado de mí, al igual que yo de ti pero esa tarde, estando ambos en el cuarto de lavado rodeados de espuma, pude notar como te preocupabas por mí y no era una preocupación como mi estudiante, cuando caíste de rodillas frente a mí, tus ojos brillaban como nunca antes creí que podían iluminarse los ojos de alguien. Los latidos de mi corazón estaban más que acelerados por el poco espacio entre nosotros, por tener tu rostro tan cerca del mío, por verte nervioso relamer tus labios, mientras intentabas mantener el contacto visual conmigo. Y probablemente pensarás que estoy loco pero una voz en mi cabeza me dijo que te besará de una vez, que no me arrepentiría y realmente no me arrepiento porque correspondiste a mi beso. Te besé como nunca antes había besado a alguien, como nunca más volveré a besar a alguien.

—Y-yo...

—No quiero que la relación que tuve con la profesora JiWoo, afecte nuestra relación. —Sus manos frías, se posaron por encima de mis hombros.

—Lo que no fue en tu año, no fue en tu daño, eso dice mi nana —lentamente gire hacía YoonGi, quién se encontraba a la espera de una respuesta mía —Te odio, odio sentirme así de celoso, no soy el clásico tipo de chico que fácilmente se pone celoso pero contigo simplemente no se que me pasa —mencioné, ocultando mi rostro en su pecho tibio, mismo del que podia imaginar a YoonGi con una sonrisa de media luna sobre su rostro, como lo hacía siempre que se sentía apenado o nervioso.

—Me pasa exactamente lo mismo bonito —aún si el mundo entero se opusiera a nuestra relación, estaba seguro que lucharía por estar con YoonGi, porque apesar de lo aceleradas que se estaban dando las cosas, estaba seguro que lo quería conmigo, siempre.

O por lo menos hasta que se cansará de mí.

—YoonGi... —lo llamé, separándome de su pecho lo suficiente para mirarlo a la cara —Prometeme que el día que te canses de mí, me lo dirás.

—¡¿Qué?! ¡¿Estás bromeando?! —con un poco de brusquedad, me tomo de los hombros, centrando su vista completamente sobre la mía —Escúchame bien, Kim SeokJin... ¡NUNCA, escucha bien, NUNCA! Me cansaría de ti... de tus abrazos, de tus miradas dulces y tiernas, de tus pucheros, de tus berrinches, de tus celos, de tus besos, de tu persona, de como me mirás por las mañanas cuando me vez entrar al salón, de como te derrites ante mi toque suave y gentil, de como te deshaces con mis besos, nunca podría cansarme, te lo juro que no.

Con un torpe y ligero movimiento, nuestros labios se rozaron con lentitud, se tocaron con suavidad, se acariciaron con fervor, se hicieron uno solo.

Encajaban tan perfectamente el uno con el otro...

—Te amo, bonito. No tienes una idea de cuánto.

Serendipia ꒱ Yoonjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora