El abrazo que YoonGi, me estaba ofreciendo estaba siendo por mucho tranquilizador y ni que decir del casto beso que depósito sobre mis labios con suavidad. En definitiva me estaba dando la seguridad que me hacía falta tan solo hace unos instantes atrás.
Un poco más lento de lo usual YoonGi y yo comenzamos a apartarnos el uno del otro; Mi mano se unió a la de YoonGi, mientras esté encendía el auto para aparcar frente a mí casa; el recorrido hacía la misma había sido más corto de lo que había imaginado pues en cuanto me di cuenta el hermoso pelinegro a un lado mío, se encontraba saliendo del auto, emprendiendo el caminó hacía la puerta del copiloto, donde me encontraba yo, más que nervioso pero seguro de lo que estaría dispuesto a dar por YoonGi.
Esto no era para nada lo que alguien podría esperar que pasará la primera vez que tú novio te llevase a tu casa, generalmente cuando ocurría eso, era para conocer a los padres del otro pero siendo nosotros una pareja diferente a lo que tanto se consideraba como normal, ya sabríamos que sería diferente, diferente aterrador sí tus padres no saben que su único hijo, es homosexual.
Una parte de mí sentía que el que YoonGi me hubiera traído hasta mi casa traeria este tipo de problemas consigo tarde o temprano —pues cerca de mi casa era por mucho el lugar más peligroso de todos, no sólo por mi madre y padre, sino también por los vecinos que uno que otro solían ser bastantes observadores o peor aún algunos era muy comunicadores más de lo que pudiera gustarle a cualquiera que viviera cerca y quisiera privacidad es su vida— y otra parte de mí sabía que tarde o temprano ellos iban a enterarse de mi relación con YoonGi, por lo que no debía hacer sentir culpable a mi hermoso pelinegro.
La puerta a mi lado comenzó a abrirse despacio, haciéndome recibir a YoonGi con una sonrisa, sonrisa que él de inmediato correspondió.
En el poco tiempo que llevábamos de novios, YoonGi y yo, tanto él me había enseñado cosas, como yo a él; una de las cosas que me había enseñado era demostrar que siempre ante las adversidades y problemas, se debía de sonreír y vaya que eso iba a hacer.
Como la vez que sus padres y los míos terminamos reunidos inesperadamente en un café y con ello nuestros nervios por las circunstancias en la que nos encontrábamos ya siendo novios pero ni mis ganas, ni sus ganas de besarnos intensamente, desaparecieron, junto con las tiernas y largas sonrisas que nos dedicabamos algunas con discreción y otras tantas sin ella.
La mano extendida de YoonGi yacia frente a mí en la espera por la mía —Bonito —susurro poniéndose en cumclillas, haciéndome volver en mí, con el toqué suave de su mano sobre mi pierna —Vamos, tu mamá nos espera.
Asentí, con una lágrima recorriendo mis mejillas.
Los dedos de YoonGi, acariciaron mi rostro algo pálido, y tibio —Tranquilo, aquí estoy yo. No te voy a dejar —no importaba la circunstancia en la que nos encontraramos en estos momentos, YoonGi me hacía sentir seguro pero sobre todo fuerte, fuerte para lo que llegará a venir.
Mis piernas temblaban con cada pasó que estaba dando hacía la casa, mí casa. Mis manos grandes jugueteaban entre sí por los nervios, lastimandome constantemente un par de veces, los dedos.
La silueta de mí madre al frente de YoonGi y mío, me hizo estremecerme en mi lugar, pues aún en estás circunstancias ella mantenía un porté feroz, se veía tan elegante, su mirada profunda estaba fija en mí, quebrandome inconscientemente, parecía molesta, no sabía distinguir bien las emociones de mi madre.
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Serendipia ꒱ Yoonjin
Fanfic• 𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋𝐈𝐙𝐀𝐃𝐀 • ꒰♡Sinopsis: Kim Seokjin es un atractivo universitario de 22 años, que cursa los últimos meses de la carrera de Negocios Internacionales; a pesar de los exámenes y la presión ejercida por los profesores para sacar la máxima i...