Serendipia ꒱ Yoonjin

12.

La universidad quedaba al menos a una media hora de la casa de SeokJin y TaeHyung, por lo que sin duda alguna esa tarde TaeHyung haría todo lo que estuviera en sus manos para llevar a Jin con el profesor Min YoonGi a aquella cafetería no muy lejos de sus casas.

Claro que al ser alrededor de las 3 de la tarde, Jin no dejaba de pensar que aún tenía suficiente tiempo para pensar una buena excusa y faltar a su encuentro con el profesor Min YoonGi. Mismo que si lo analizaba lo suficiente, lo cuál odiaba, no quería hacer del todo, puesto que a fin de cuentas TaeHyung tenía razón y él no quería arrepentirse por lo que podía o no haber sido.

Sin embargo, ya una vez dentro del auto lo primero que recibió el castaño por parte de su mejor amigo fue un gran pellizco en una de sus piernas.

—¡Ahh! 

Tapando la boca de TaeHyung, SeokJin se dedico a darle una dulce mirada a In Jae y a DaeHyung, el mismísimo guardaespaldas de TaeHyung, quien inmediatamente después del grito de TaeHyung, volteo.

—Se golpeó. —mintió el pelinegro a lo que TaeHyung solo asintió aún con la boca cubierta por la gran mano de su mejor amigo pero con una mirada traviesa. —Tú me metiste en esto y vas a sacarme. —susurraba fríamente Jin y es que Jin necesitaría un plan para una vez que llegarán a casa él pudiera o salir de la misma sin que Sun Hee, In Jae o alguien del servicio le viera salir o para que su mejor amigo se encargará de sacarlo del gran problema en el que le había metido pero de cualquier forma él castaño le ayudaría.

Conforme YoonGi empezó a calificar un par de exámenes sorpresa que había hecho durante su tercera clase del día, YoonGi se mantuvo aquella media tarde con una extensa y linda sonrisa que era más que única y debido a la reunion que más tarde tendría con la persona que él le gustaba, es decir, él pálido sabía que aquella persona era un alumno y que estaba terminado un cierto comportamiento incorrecto pero bien sabía que fuera de aquellas paredes ellos podían conocerse y no dejar que las cosas se fueran más allá de un desastre.

Con aquella misma sonrisa en su rostro fino, YoonGi comenzó a guardar todos los exámenes ya calificados que en uno de los dos anaqueles que tenían su nombre, con algo más que prisa, puesto que quería salir lo más pronto que fuera posible de la universidad, para así llegar a su casa y darse un baño antes de su encuentro acordado con Kim SeokJin.

YoonGi estaba más que nervioso, sin embargo, se encontraba aún más emocionado por lo que podría suceder en tan sólo un par de horas.

Perdido en sus pensamientos de alegría pero no lo suficiente YoonGi se sobresalto al oír una suave voz pronunciar su nombre.

—YoonGi...

Era JiWoo.

Mirándola tranquilamente, respondí: —Sí.

—¿Cres que ya podamos hablar?

Durante gran parte del trayecto de la mañana, YoonGi no había dejado siquiera hablar a JiWoo, debido y a qué en la cabeza de este solo rondaba la confesión de Jin. Aunque si era totalmente sincero consigo mismo, ahora solo rondaba el recuerdo de que en una hora y media se encontraría con Jin.

—No quiero parecer grosero, ni mucho menos pero tengo algo de prisa, dejémoslo para otra ocasión, ¿sí? —pidió sintiendo que sin importar la respuesta de esta se iría.

—Sólo quiero que me respondas una cosa... —comenzó diciendo, dándole a notar a YoonGi lo mucho que le quería y lo mucho que le lastimaba su indiferencia. —¿Existe otra persona en tu vida? —preguntó con sumo miedo e incertidumbre la castaña, descolocando a YoonGi pero no al grado de cometer alguna indiscreción porque el para nada era así.

YoonGi sabía que ella era bastante inteligente y estaba seguro que ella ya sabía la respuesta a su pregunta pero también sabía que ella necesitaba oírla de la boca de YoonGi.

—Ni con el tiempo, paciencia y amor que te di pude hacer que te olvidarás de esa otra persona, ¿verdad?

Centrando su vista en ella, YoonGi sintió un pesar dentro de su mente, y es que para nada le agradaba ver a Jiwoo así.

—Lo siento, JiWoo —inició diciendo —Te juró que traté de amarte como a esa otra persona pero por más y más que lo intenté, me di cuenta que tú no eres esa persona y en verdad lo siento mucho por hacerte perder tu tiempo y cariño.

Sin importar cuantos años tuviese YoonGi, el haberse permitido que las cosas con JiWoo llegarán tan lejos, siempre le molestaría dentro de si porque ella no era para nada una mala persona. Todas sus intenciones siempre habían sido las mejores para con él.

—¿Por qué me propusiste matrimonio? —Quizo saber con un gran nudo en su garganta.

—Porque en verdad me sentía listo para formar una familia contigo pero al parecer no era lo que tú querías y mucho menos lo que soñabas conmigo —contestó Yoongi.

—Ahora estoy lista y es lo que más sueño. —añadió la bella castaña, sabiendo que era demasiado tarde. —Pero ahora tú ya cambiaste de opinión...

—Lo lamentó... Encontrarás a una persona que valga mucho la pena.

Saliendo sin más de aquella gran sala de maestros, YoonGi dejó a una triste y perdida JiWoo.

—Se ve que aquella castaña lo trae muy enamorado —mencionó el portero al notarme muy bien arreglado.

—Ella y yo no estamos juntos. —le informé.

—Pero si apenas hace unos días, los vi muy contentos.

—No era del todo feliz. —comenté, cabizbajo.

—¿Por qué? ¿No sé querían lo suficiente? —indagó un tanto preocupado.

—Digamos que al menos no por mi parte... Es decir, la quiero sólo que no de la misma forma en que ella me quiere a mí. —Sincerándome por fin con mis pensamientos, sonreí.

—¿Y a quién si quiere de verdad? —su pregunta me descolocó un poco haciendo mi corazón brincar de nerviosismo.

—¿Cómo?¿Por qué me pregunta eso?

—Su mirada es claramente la de un hombre enamorado. Se ve que quién quiera que esté en su corazón, lo hace muy feliz.

Sonriendo lo primero que pasó por mi mente fue el recuerdo de Jin.