CAPÍTULO XXIX

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Faltan tan solo tres días para mi coronación, y sigo sin saber nada de Sheyda

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Faltan tan solo tres días para mi coronación, y sigo sin saber nada de Sheyda. No he vuelto a soñar con ella, mucho menos con nuestra diosa Afrodita. La incertidumbre cada vez es más desesperante.

Ayer por la tarde mi dije brilló demasiado, lo cual es extraño. Porque según la leyenda sol brilla cuando la pareja elegida lo toca, no me quisiera hacer ilusiones, pero, eso solo puede significar que mi pequeña fue quien lo tocó.

El día de la coronación es un acontecimiento muy especial, pero al mismo tiempo me hace triste, porque Shey me hizo la promesa de estar conmigo en ese momento, para así poder presentarla ante todos como su futura reina.

Ross también estará presente en ella, sé lo mucho que le afecta el hecho de haber perdido a su amiga. Los padres y el hermano de Sheyda han hablado conmigo por teléfono, al parecer Ross les contó sobre nuestra relación. Son unas personas demasiado amables, tanto que preguntaron si podían estar presentes en mi nombramiento como rey de Grecia, a lo cual no me negué en lo absoluto.

Mis suegros, si es que les puedo seguir llamando así, llegaran mañana. Mi familia está ansiosa por conocerlos y yo más que nadie.

­­­­­­­­—Zarek, tu padre quiere hablar contigo. —Habla Alexander sacándome por completo de mis pensamientos.

—Claro en un momento estoy con él —masajeo suavemente mi cien, buscando un poco de paz.

—Tranquilo, Zarek, ella aparecerá pronto. Confía en tu intuición. —Palmea mi espalda en señal de apoyo.

—Ya no estoy tan seguro de eso. Tal vez el sueño es un deseo reprimido de lo que me encantaría que sucediera, ha pasado demasiado tiempo desde que vi a Shey por última vez.

«Alexander no te mentiré, a veces me da miedo de pensar que mi pequeña de verdad esté muerta. Me da miedo el hecho de pensar que jamás volveré a tenerla a mi lado, no sabes cuánto me lastima —confieso mientras mi vista está puesta en un punto fijo.

—No puedo decir que te entiendo, porque no he pasado por algo igual. Sin embargo, no debes perder la esperanza tan rápido, a lo mejor aún no es tiempo de que Sheyda y tu vuelvan a estar juntos. Solo confía en lo que dice tu corazón. —Dice Alexander con su mirada puesta en mí.

—Alex, no sabía que sonabas tan cursi dando consejos —bromeo un poco.

—Yo siendo buen amigo contigo, dándote palabras de aliento. Te estoy diciendo cosas que jamás le diría a alguien más y simplemente te burlas. Ese es mi pago por ser un gran y guapo amigo —comenta indignado tratando de ocultar una sonrisa.

—Tienes razón pequeño saltamontes, no mereces ese pago. Te lo agradezco mucho. —Le recuerdo como le decía cuando éramos niños. Siempre me reí de lo pequeño que era. Y aunque ahora ya creció, pero sigue siendo un poco más bajo que yo.

—Que gracioso resultó ser, titi. Aún recuerdo que no soltabas ese peluche ni para ir a la escuela, hasta que cumpliste 10 años por fin lo dejaste. —Se burla.

Titi era un peluche de tortuga que mis padres me regalaron desde que era bebé, como quise a ese muñeco. Por ello me hacían burla, siempre lo cargué a todas partes, tiene un valor muy especial hasta la fecha. Aun lo sigo guardando para que cuando tenga un hijo, se lo pueda regalar.

—Sabes que no voy a seguir discutiendo contigo. Mi padre quiere verme. —Me dispuse a salir, pero me detuvo con lo que dijo.

—Me encantaría ver la cara de Sheyda cuando le cuente que su príncipe encantador, tiene un apodo tan tierno. —Termina de decir y sale de la habitación corriendo.

No me importaría que mi pequeña se riera de mí por eso. No me importaría en lo absoluto, lo único que me gustaría es que ella estuviera aquí conmigo.

Escuchar sus carcajadas escandalosas que nunca se ha avergonzado de soltar, ver como sus ojos se vuelven más chiquitos con la risa, como su rostro se vuelve rojo intenso. Sus preciosos hoyuelos siendo resaltados por su sonrisa. Simplemente me encantaría tenerla de nuevo a mi lado, y que esta vez fuera para siempre.

Salgo del cuarto y me dirijo hacia el despacho, se escuchan voces dentro de él. Puedo reconocerlas son mis padres.

—No le pediremos eso, Andreus. Jamás le pediría algo así a mi hijo y más aun sabiendo lo de Sheyda. —Reclama mi madre, se puede escuchar molesta.

—Lo sé, Adara, pero no nos queda otra opción. Zarek tiene que estar consiente que necesita una esposa, además si Shey murió se aparece otra parte del hechizo, en la cual se establece que, si una elegida muere, la diosa bendecirá al descendiente con otra pareja destinada y ... —Mi padre iba a seguir hablando, pero yo lo interrumpí.

—¡Nunca me casaré con alguien más que no sea Sheyda! Además, estoy seguro de que no murió. Ella sigue viva, por favor crean lo que les digo —casi suplico al ver las expresiones de mis padres.

—¿A qué te refieres con eso? —Cuestiona mi padre.

Comencé a explicarle a mis papás sobre mi sueño, ellos al escucharlo quedaron muy sorprendidos.

—No puedo creerlo. Andreus, tenemos que esperar, Shey aún puede aparecer. —Me alegra saber que tengo a mi madre de mi lado.

—De acuerdo, esperaremos un poco más. Yo también deseo que Sheyda aparezca, ella es perfecta para ti, hijo. —Sonríe mi padre.

Lo único que les ruego a todos los dioses es que mi pequeño aparezca pronto, ya no puedo soportar más.

Lo único que les ruego a todos los dioses es que mi pequeño aparezca pronto, ya no puedo soportar más

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Hola!!! Espero estén súper bien.

Antes que nada les pido una enorme disculpa, sé que ayer era día de actualización sin embargo, tuve asuntos familiares que atender y se me hizo imposible hacerlo.

Por otro lado, les quiero desear un feliz año. Deseo que esté lleno de salud, paz, abundancia, felicidad y sobretodo amor para ustedes y toda su familia. Que puedan cumplir sus sueños y lograr todo lo que se propongan. Además de amor propio y estabilidad mental.

Zarek y Sheyda al igual que todos los personajes de Entre amor, realeza y hechizos les desean todo lo mejor.

No saben lo agradecida que estoy por tenerlos como lectores, todo el apoyo y el amor que le brindan a la historia es increíble.

Ustedes se merecen todo lo bonito de mundo.

Les mando puras vibras bonitas y un fuerte abrazo.

Evelin C.

Evelin C

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ENTRE AMOR, REALEZA Y HECHIZOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora