Estoy con Zarek sentados en una banca justamente debajo de un árbol. El lugar está prácticamente vacío, es un sitio bastante tranquilo. Me gusta venir aquí para pensar o incluso para planear ideas de mi próximo libro.
Nuestras manos se encuentran entrelazadas, desde que salimos de casa no se han separado para nada. Así que, aquí nos encontramos observándonos el uno al otro, literalmente es como si nos quisiéramos aprender todos los detalles del otro, aprendernos nuestras facciones, los gestos.
Me gusta estar así con él, como si nada en nuestro alrededor desapareciera, como si solo existiéramos nosotros dos.
—Oye, mi pequeña con cuatro hoyuelos, eres la primera persona que conozco que tiene esa cantidad de preciosos agujeros en cada lado de la boca —comenta Zarek haciendo que sonría, esto provoca que mis hoyuelos se resalten aún más.
—Siendo sincera, no he conocido a alguien que tenga la misma cantidad, he visto a varios con dos incluso solo con uno como tú. Pero no que tenga cuatro —contesto —Según lo que he leído los hoyuelos son imperfecciones, sin embargo, a mí me encantan.
—Son imperfectamente perfectos, yo ya los amo tanto o más que tú —su dedo toca y acaricia cada uno de ellos.
—Me estas poniendo nerviosa, cariño, y mis mejillas pronto estarán completamente rojas —digo riendo levemente.
—A mí me encanta verte sonrojada, te ves hermosa. Sabes, Sheyda. cada vez que admiro tu belleza me hace pensar que eres más que una obra de arte, ya que dicen que el arte no tiene que ser bello, solo tiene que trasmitirte y hacerte sentir algo. Pero para mí eres mucho más que eso. Tú no solo cautivas por la inmensa belleza que tienes, sino que también me haces sentir una infinidad de emociones.
«Con una sola sonrisa me tienes completamente a tus pies, no tienes que esforzarte mucho para enamorarme. Porque te puedo confesar que me tienes completa e inevitablemente enamorado de ti. —Confiesa y simplemente no sé qué decir, tengo ganas de gritar, llorar abrazarlo y besarlo hasta no poder más —. Y no pienses que es solo por el hechizo, lo que me ha cautivado a tal grado de declararte mi amor, es tu esencia. Tu esencia es única, tú y solo tú tienes el poder de acelerar de este modo mi corazón, el cual te pertenece desde antes de conocernos —sostiene una de mis manos en su pecho, justo en el lugar donde se encuentra aquello que desde siempre ha sido mío.
Mis ojos están por soltar todo lo que han contenido, nunca nadie me había dicho algo así. Nadie me ha hecho sentir de la manera en la que Zarek lo hace, y yo como no lo voy a amar, si desde que tengo memoria he soñado con este momento.
—Zarek, considerándome una persona que es buena con las palabras y las emociones, te he de decir que me has dejado sin saber cómo expresarlas — Respondo sinceramente —. Sin duda alguna tu confesión me ha tomado por sorpresa, pero no en algún aspecto negativo. Sino que mi cerebro está tratando de asimilar que mi amor platónico de toda la vida me ha confesado que está enamorado de mí, es como un sueño hecho realidad.
«Te parecerá un tanto cursi, pero tú siempre has sido mi sueño, siempre había imaginado lo que sería que mi príncipe Zarek me dijera todo aquello que dijiste. Cariño, yo también estoy enamorada de ti, tanto que, si aun así tuviera que morir, lo haría indudablemente feliz. Porque sé que todo lo que pasamos y vivimos habrá valido toda la pena.
Me acerco un poco más a él, mis brazos rodean su cuello mientras él pasa sus manos por mi cintura. Nuestra mirada jamás se despega la una de la otra, él lentamente sube su mano hasta llegar a mis mejillas y ahí se sitúa. Sus labios besan mi cabeza, luego sigue con mi frente, después de eso deja un pequeño beso en mi nariz, para así finalizar con un beso profundo en mis labios, los cuales estaban ansiosos por recibirlo.
Nuestros labios seguían juntos, solo nos separábamos un poco para tomar un poco de aire. Él sonríe en varias ocasiones en medio el beso, al igual que yo.
Al finalizar esto, junta nuestras frentes para así regular nuestras respiraciones. Después de unos momentos en la misma posición nos tomamos de nuevo de las manos para volver a sentarnos, solo que esta vez en las raíces del árbol. Él detrás de mí y yo en medio de sus piernas con mi cabeza recostada en su pecho.
Nadie hablaba, todo estaba en silencio. Pero tampoco era como si era necesario, en ese beso ambos demostramos todo aquello que sentimos por el otro.
Mi mirada se encuentra al frente, siento su respiración muy cerca de mi cuello. Y en cuanto menos me lo espero comienza a cantarme una canción al oído. Esa canción me encanta, "Kiss me" de Ed Sheeran está siendo susurrada.
Inconscientemente comienzo a cantarla junto con él. Jamás me había gustado cantar frente alguien más que no fueran personas muy cercanas a mí. No es porque lo hiciera mal, sino más bien porque me daba mucha vergüenza.
—¡Vaya! No sabía que mi pequeña de cuatro hoyuelos cantara tan bien —exclama con tono de sorpresa.
—No te lo comenté porque no es como que lo haga seguido o que muchas personas lo sepan —comento de manera sincera.
—Entiendo, pero entonces ¿En algún momento volverás a cantar para mí? —Cuestiona dándome un pequeño beso en la mejilla.
—Tal vez en algún momento especial para ambos te canto de nuevo —comunico moviendo la cabeza para poder verlo y guiñarle un ojo.
—Ojalá que sea el día en que tú y yo nos casemos. Nada me encantaría más que escucharte cantar de nuevo. —Lo que dijo que provoca que mi ritmo cardiaco aumente. No creí que Zarek quisiera casarse conmigo, nada me haría más feliz. Puede que, si eso llega a pasar, tal vez le dé una sorpresa.
Hola!!! Espero que estén muy bien y que su inicio de semana haya sido increíble.
Les vengo a agradecer de nuevo por todo el apoyo y amor que le dan a mi historia. De verdad que no tengo como pagárselos.
Ojalá que disfruten y les guste el capítulo tanto como a mí.
Los quiero muchísimo.
Evelin C.
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ENTRE AMOR, REALEZA Y HECHIZOS
Romance¿Te imaginas estar enamorada del próximo rey de Grecia? ¿Saber qué no tienes esperanza puesto que bajo su familia hay un hechizo del amor verdadero? Bueno, Sheyda no está lejos de ello. Desde que tiene uso de razón su corazón solo late por una sola...