CAPÍTULO XXVI

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*SUEÑO*

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*SUEÑO*

Me encontraba en un jardín, estaba en medio de un círculo hecho con girasoles y velas. Justo frente a mí estaba una silueta de hombre, pero no podía ver nada, excepción de sus ojos gris azulados, tiene unos ojos preciosos.

—¿Te gustaría ser mi rosa? —Escucho como me habla. Sin embargo, yo no puedo contestarle.

Y de pronto todo aquello desaparece inmediatamente se vuelve oscuro.

*FIN DEL SUEÑO*

Abro los ojos de golpe, pero la luz del lugar hace que los vuelva a cerrar. Poco a poco voy abriéndolos de nuevo, me encuentro en una cama al centro de una habitación. Las cortinas están abiertas por ello la luz. No sé dónde estoy.

—Me alegra que despertaras. Tu amigo lleva días preocupado por ti. —Habla una mujer demasiado hermosa mientras entra por la puerta. Su rostro me recuerda a alguien, mas no sé a quién.

—¿Dónde estoy? ¿Quién es usted? Y ¿De qué amigo me habla? —Pregunto tratando de sonar tranquila.

—Relájate. Ya veo que no recuerdas nada de lo que pasó, dime algo ¿Recuerdas tu nombre? —Cuestiona y es aquí donde me percato de que no sé cómo me llamo.

—No lo sé. Simplemente no lo recuerdo. —Contesto lo más sincera posible.

—Entiendo, tal vez solo necesitas un poco de tiempo para recordar —me dice de manera amable.

—Me podrías responder lo que te pregunte, por favor. Necesito saberlo. —Pido, deseo saber más.

—Claro. Primero que nada, me presento soy Amori. Y en base a tus preguntas estás en mi casa, llegaste con un golpe en la cabeza. Tuviste un accidente, el avión donde viajabas con tu amigo se cayó a unos kilómetros de aquí. Estaba cerca del lugar, vi a tu amigo querer rescatarte, pero él también estaba lastimado, así que lo ayudé y te trajimos aquí para curarte la herida que se hizo en tu cabeza. De verdad que es un milagro que ambos estén vivos. —Por más que trato de recordar algo no viene nada a mi mente.

—¿Por qué dice que es un milagro? —Pregunto.

—Porque literalmente todo lo que quedó del avión estaba en llamas, no creo que haya otros sobrevivientes. Pero en cambio ustedes dos solo tenían golpes. Claro que tú estabas peor, estuviste inconsciente por dos semanas.

«¡Dios sí que ha pasado el tiempo!»

—Podrías decirle al que es mi amigo que venga. Quiero platicar con él. —Ella asiente y se da la media vuelta —. Amori no sabes cuánto te agradezco que me hayas cuidado. No tengo como pagártelo —sonríe y murmura unas cosas que no logro escuchar. Hace un gesto con la cabeza para así salir de la habitación.

Es muy amable, pero siento que esconde algo.

—Hola, soy Carlo. Amori me dijo que quieres hablar conmigo —saluda un chico de ojos verdes, sé que lo conozco, pero no recuerdo de dónde.

—Así es, ella dijo que tú eres mi amigo. Necesito que me ayudes a recordar. Antes de todo te pido una disculpa por no recordarte —comento apenada.

—No tienes por qué pedirme disculpas, no estoy molesto ni nada por el estilo —sonríe acercándose a mí.

—Me podrías decir algunas cosas sobre mí —pido y él sonríe asintiendo con la cabeza.

—Te llamas Sheyda Bianchi Greco, eres italiana. Tu madre se llama Alessia, tu padre se llama Enzo y tienes un hermano mayor llamado Alessandro. Tu familia es dueña de varias cafeterías y unos cuantos hoteles. Tú eres escritora, una muy famosa además hablas 7 idiomas. Tú y yo nos conocemos desde que éramos niños al igual que Ross tu mejor amiga. —Explica.

—Entiendo, me gustaría que me sigas platicando sobre mí, sobre lo que hago y todas las personas que me rodean —mi cerebro está procesando todo lo que me ha contado.

—Yo encantado, Shey. Pero creo que es mejor que vayamos poco a poco, no quiero perjudicar tu salud.

—Está bien. Una última pregunta por hoy. —Necesito saber si conozco al dueño de los ojos de mi sueño.

—De acuerdo, dime, ¿Qué quieres saber? —Me regala una pequeña sonrisa.

—Tuve un sueño, y en este salía una silueta de un hombre. Sin embargo, no logro distinguir sus facciones. Lo que si pude ver son unos ojos de color gris azulado precioso, además de que su voz es grave, pero a la vez dulce, me gusta recordar cómo era. De casualidad, ¿Conozco a alguien así? —Cuestiono puedo ver como sus ojos brillan y me da una gran sonrisa.

—Si lo conoces, de hecho... —Iba a continuar hablando, pero un quejido mío lo detuvo. Carlo inmediatamente se acerca más a mí.

Tengo un fuerte dolor de cabeza, cierro los ojos y muchas imágenes pasan por ella, muchas voces. Pero hay una que me llamó la atención, era la de él. Y de pronto recuerdo un nombre.

—Estoy bien, solo es un dolor de cabeza —tranquilizo al ver su rostro lleno de preocupación, el cual después de mi respuesta se relaja un poco.

—Es mejor que te deje descansar, fueron muchas cosas por hoy —se levanta de la cama para dirigirse a la puerta. No puedo permitir que se vaya sin que me diga algo.

—Carlo, ¿Quién es Zarek? —Pregunto y su rostro muestra sorpresa. Siento como si ese nombre es importante para mí, como si el solo hecho de recordar ese nombre una tranquilidad se expende por todo mi cuerpo.

 Siento como si ese nombre es importante para mí, como si el solo hecho de recordar ese nombre una tranquilidad se expende por todo mi cuerpo

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Hola!!! Espero se encuentren muy bien.

Muchas gracias por todo el amor y el apoyo que le dan a la historia de Sheyda y Zarek.

No iba a matar a Shey, jamás haría eso. Me gustaría saber que les pareció el capítulo.

Los quiero mucho y de nuevo gracias por todo.

Les mando puras vibras bonitas.

Evelin C.

Evelin C

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ENTRE AMOR, REALEZA Y HECHIZOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora