Estoy completamente sin palabras, mi cabeza está tratando de procesar lo que mi elegida me acaba de decir. Es imposible que algo así pueda pasar, a menos que haya alguien poderoso capaz de hacerlo.
—Hermosa, explícame a detalle, ¿De dónde sacaste eso? —La curiosidad me carcome por dentro.
Observo como toma un poco de aire, luego de esto comienza a hablar.
Conforme narra su sueño y me explica todo, más convencido estoy. La pequeña Amori es mi hija. Cuando termina de decirme todo veo como unas lágrimas traicioneras mojan sus mejillas.
—Lo siento, es que la idea de saber que esa niña maravillosa es nuestra, me llena de mucha emoción —contesta soltando un pequeño suspiro.
—Yo también estoy más que encantado.
Y es verdad, Amori ha sabido ganarse mi corazón. Y ahora ella es mi princesa, de la cual cuidaré y protegeré, ante todo. A partir de ahora ellas son lo más importante en mi vida.
—Estoy muy emocionada por decírselo a todos. Sé que se alegrarán muchísimo, adoran a Amori —la voz Shey está llena de un sin fin de emociones que no puedo explicar.
Verla de esa manera me hace sentir tan afortunado de tenerla conmigo, no puedo esperar la hora de que por fin sea mi reina.
—Entonces no hay que esperar más tiempo. Vamos ahora mismo a decírselos —tomo su mano para que pueda ponerse de pie y así dirigirnos hacia la salida de la habitación.
Durante el trayecto mi mente comienza a imaginar cuáles son las posibles reacciones de la familia.
Cuando llegamos a la sala de estar se encuentran todos afortunadamente, incluso mi pequeña Amori está aquí.
—Hola, princesa —saluda el papá de Shey desde el sillón dónde se encuentra sentado con su esposa.
—Hola, papá, me alegra tanto que estén todos aquí. Tenemos algo que decirles y queremos aprovechar este momento —inicia mi elegida a hablar.
—Adelante, ¿De qué se trata? —Está vez habla mi padre.
—Hemos encontrado a los padres de Amori —observo todas rostros de las personas presentes. Automáticamente en lugar de alegrarse sus caras demuestran tristeza, es como si desearan no haber escuchado eso.
—¿Entonces, Amori tiene que irse? —Cuestiona mi suegra.
—No precisamente —responde mi hermosa novia sonriendo.
—No estamos entendiendo —es mi madre la habla.
—Es que nosotros somos los padres de Amori —suelta Sheyda.
—Pero ¿De qué están hablando? —Pregunta mi hermana.
Sheyda les explica lo del sueño. Y en el instante en el que mi pequeña terminar de narrar, todos tienen una expresión de alegría.
—¡No puedo creerlo! ¡Alessia somos abuelas! —Exclama mi madre soltando un grito acompañado de uno por parte de mi suegra.
Nunca había visto a mi madre tan emocionada, bueno sí, pero fue cuando se enteró que estaba embarazada de mi hermana. Mi padre tiene la boca abierta, todos mantienen un rostro lleno de sorpresa.
Tanto mi padre como el de Shey se dan un abrazo y van hacia donde está sentada la pequeña Amori, está tan entretenida jugando con un muñeco que ni cuenta se da de la situación. Al ver a sus dos abuelos les da una sonrisa tan linda, dejando ver sus dientes, ambos la observan con adoración.
—Eso no es todo lo que tengo que decirles. Hay otras cosas que merecen saber —todos incluyéndome volteamos a verla —. ¿Recuerdan que cuando regresé después del accidente les comenté que una mujer se había hecho de mis cuidados, al igual que los de Carlo? —Los presentes en la habitación asiente con la cabeza lentamente —. Bueno debo decirles que fue Afrodita.
—¿Cómo es eso posible? —Interroga mi padre.
—Ella me confesó en una carta que tuvo que hacerse pasar por otra persona para hacerlo. Al enterarse de la maldición que Hefesto lanzó sobre el dije que Zarek me regaló, buscó la manera de ayudarnos para que nuestra relación no saliera perjudicada. De hecho, sonará un tanto gracioso, pero la mujer nos ayudó también se llamaba Amori —suelta una pequeña risa.
Ahora recuerdo, el día de mi coronación cuando conoció a la niña y supo su nombre, su rostro demostró que ella recordaba algo relacionado con eso.
—Es increíble. —Contesta Ross apenas audible.
Veo como Shey se dirige hacia donde está su mejor amigo sentado. Lo toma de la mano para ayudarlo a ponerse de pie.
—En esa carta, Afrodita dijo que estás a salvo. El cáncer no volverá, ya puedes ser feliz y amar libremente sin temor a dejar a esa persona herida. —Mi elegida tiene los ojos llenos de lágrimas, y he de decir que Carlo está igual. Se abrazan y ambos comienzan a llorar.
Jamás me hubiera imaginado que esa era la razón por la cual siempre se preocupó de mis intenciones con su mejor amiga. Era por el miedo de dejarla sola y sufriendo. Además, eso también explica por qué se comportaba tan frío con mi hermana en un inicio, tenía miedo de encariñarse y luego morir. Sin duda alguna Carlo es un ejemplo de persona.
—Yo estoy más que feliz de ser tío, pero Zarek ¿No crees que es un buen momento para pro...? —Lo interrumpo inmediatamente, sabiendo que si no lo hago la sorpresa se vendría abajo.
—No es el momento, Alessandro, más tarde hablaremos de esto —digo con los ojos entrecerrados.
—¿De qué están hablando ustedes dos? —Mi elegida nos mira intrigada.
—Pues verás hermanita tu querido novio va... —De nuevo vuelvo a interrumpir a mi cuñado.
—De nada cariño, después te enterarás. —Shey me mira, sé muy bien que no me cree.
Aprovecho el momento en el que mi novia voltea hacia otro lado, y le hago una seña a su hermano dándole a entender que lo estaré vigilando.
Dentro de dos días será cuando le pida a Sheyda ser mi esposa. Ya tengo todo preparado, solo queda esperar que lleguen los trajes que mandé a pedir. Esto tiene que salir perfecto, ella se merece todo lo mejor.
Holaaa!! Aquí está el primer capítulo del día de hoy. Más tarde subiré el segundo.Espero que les guste ✨
ESTÁS LEYENDO
ENTRE AMOR, REALEZA Y HECHIZOS
Romance¿Te imaginas estar enamorada del próximo rey de Grecia? ¿Saber qué no tienes esperanza puesto que bajo su familia hay un hechizo del amor verdadero? Bueno, Sheyda no está lejos de ello. Desde que tiene uso de razón su corazón solo late por una sola...