ENTRE AMOR, REALEZA Y HECHIZOS

CAPÍTULO VIII

Han pasado tres días desde nuestra visita al palacio, durante este transcurso de tiempo he estado hablando mucho con Trina, incluso con Alexander, es un tipo demasiado agradable. Me ha pedido que lo ayude a conquistar a mi amiga, dice que le pareció una persona increíble. Me causa muchísima gracia su situación, puesto que Ross está más que puesta para todo con Alex, sin embargo, él no se da cuenta.

En cuanto a mi situación con Zarek, agradezco mucho el hecho de que me está dando mi espacio para asimilar todo lo que conlleva ser su elegida. No mentiré, en cuanto dijo que yo era su elegida una alegría inundo todo mi interior, el solo pensar que estaré con mi amor platónico me hace mucha ilusión. Pero el saber las consecuencias que traería si nuestra relación no funciona provoca que mi alegría se convierta en miedo, y no solo por mí, sino también por él. Me resisto a creer que podríamos morir.

—Deberías llamarlo, por lo que me ha comentado Alex, a pesar de respetar tu petición se siente herido. Saber que tu pareja elegida no tenga muy en claro lo que quiere hacer lo está dañando —sugiere Ross al sentarse a mi lado en el sofá.

—Ross, tengo miedo, miedo de pensar que podemos morir si la relación no funciona. No es tan fácil —confieso, necesito un consejo de mi mejor amiga.

—Más miedo me daría saber que tuve la oportunidad de estar con el chico de mis sueños y no la aproveché —intento contestar, pero me interrumpe para seguir hablando —. Además, nunca sabemos cuándo será nuestro último suspiro en la tierra, podemos morir mañana, pero por lo menos nos iremos felices de saber que lo poco o mucho que vivimos fue increíble.

«Sheyda, la vida es demasiado corta y el destino demasiado incierto. Aprovecha la oportunidad que se te ha otorgado. Así que ahora levántate de ese sillón y llama a Zarek, que ha ese pedazo de hombre tú ya lo tienes cautivado ­—sin duda alguna tengo a la mejor amiga, no sé qué sería de mi sin sus palabras de aliento.

—Tienes razón, si me muero será porque es mi momento, mientras eso sucede, tengo una vida que disfrutar y lo mejor de todo es que será al lado de Zarek. Ahora vuelvo, voy a llamarlo. —Digo decidida, me pongo de pie y voy hacia mi habitación para llamarlo.

Tan decidida estaba que no recordaba que no tengo el número de mi Zarek. Tengo que pedírselo a Trina, se pondrá muy feliz al enterarse de lo que tengo planeado.

Luego de pedírselo me mando muchísimos mensajes donde me pedía todos los detalles de mi primera cita con su hermano. Espero que conteste.

*LLAMADA*

—Diga— Escucho como contesta, apneas lo escucho hablar y mi corazón ya está más que acelerado.

—Hola, Zarek, habla Sheyda. —Contesto, sin embargo, pasan algunos segundos sin recibir respuesta, solo escucho su respiración.

—Hola, perdón es que me tomaste desprevenido. No esperaba tu llamada, o bueno no tan pronto —espeta con un tono de nerviosismo evidente.

—Oh, bueno entenderé si estas ocupado y quieres que llame en otro momento —respondo, pero el rápidamente contesta.

—¡No! —Exclama —. Digo para ti jamás estaré ocupado. Pero dime ¿Estas bien? ¿Necesitas algo? Puedes pedirme lo que quieras —declara apresurado un tanto preocupado.

—De acuerdo. Respecto a tus preguntas, si estoy muy bien y no necesito nada, aun así, gracias por preocuparte. Mi llamada es para decirte que quiero que nos veamos, claro si tú no tienes ningún inconveniente con eso —hablo mientras juego con el anillo que tengo en uno de mis dedos, los nervios me están consumiendo.

—Claro yo encantado de poder verte, si por mi fuera nos veríamos ahora mismo —no lo estoy viendo, pero apuesto que está sonriendo.

—Pues si estas libre ahora mismo podemos vernos para dar un paseo, tomar algo y así poder platicar sobre nosotros —propongo. Me sorprendo de que lo dije bien y sin trabas, mis nervios están tomando el control de todo mi cuerpo.

—Perfecto, ¿Te parece si paso por ti dentro de media hora? No te preocupes por la dirección de tu casa, Alex ya se la sabe de memoria —me rio por su ultimo comentario.

—Entonces nos vemos en un rato, Zarek. —Me despido.

—Hasta entonces. mi hermosa elegida. —Dice y antes de que pueda contestar cuelga. Dejándome con un corazón latiendo muy rápido y unas mejillas sonrojadas. Me dijo hermosa. Yo con este hombre me caso ahora mismo si me lo propone.

*FIN DE LA LLAMADA*

Estoy tan metida imaginando mi boda con aquel castaño que no sentí a mi mejor amiga llegar.

—Bien, cariño, dime que es lo que ha pasado. Aunque por tu cara de enamorada empedernida me puedo dar una idea —se burla al ver como estoy.

—Deja de burlarte de mí mejor ponte a ayudarme. Tengo aproximadamente 25 minutos para estar lista, y no sé qué es lo que voy a usar —reclamo mientras le aviento una almohada a la cabeza, provocando que me gane una mala mirada.

—No te hago nada porque sé que tienes poco tiempo para arreglarte y dejar sin palabras a ese guapetón que tienes por pareja —me observa detenidamente y se dirige a mi vestidor —. Ya verás cómo ese príncipe va a babear por ti, más de lo que ya lo hace. Como que me llamo Rossella Marino Ricci.

No puedo creer que saldré con Zarek, espero que todo salga bien hoy. Después de todo tenemos que esforzarnos para que funcione. 

Hola!!! Espero que se encuentren súper bien y hayan tenido un inicio de semana increíble.

Vengo de nuevo a agradecerles por todo el apoyo que le han brindado a esta historia. Gracias por regalarle un poco de su tiempo, gracias por esos bonitos comentarios, de verdad que significan muchísimo para mí.

También vengo a recordarles que si quieren seguirme en mi redes sociales, para que me comenten sus dudas, si me quieren dar una recomendación o simplemente si quieren hablar con alguien yo encantada de hacerlo.

Les mando puras vibras bonitas.

Evelin C.