CAPÍTULO XXII

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Ya han pasado dos semanas desde la última vez que vi a Zarek

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Ya han pasado dos semanas desde la última vez que vi a Zarek. No voy a mentir, se me está haciendo demasiado difícil estar bien. Es muy extraño, pero cada vez pienso más en él, siento como una opresión en el pecho que va creciendo cada vez más. Pero se alivia un poco en cuanto hablo con Zarek por teléfono. Me ha dicho que el también siente lo mismo, y que se encargaría de saber el porqué.

Estoy en Francia uno de los países que más ilusión me hacía conocer. Pero no es la misma sensación de hace unos meses. Aunque claramente el apoyo de todos mis lectores me reconforta, saber que les gusta mi obra, que los hace experimentar sensaciones increíbles es demasiado gratificante para mí.

Dentro de unos días iremos a Londres. Extraño mucho a Ross, ella se quedó en Italia arreglando todo para su desfile. Así que el único que me acompaña es Carlo, el cual me dijo que me tenía una sorpresa. Pero aun no llega, me estoy poniendo ansiosa.

Estoy recostada en el sofá de la habitación del hotel donde me estoy hospedando, veo una serie, hace un rato había terminado la firma de autógrafos y la conferencia de prensa. Necesitaba relajarme un poco.

La puerta suena, con muchísima pereza me levanto para abrirla. Al hacerlo me encuentro con un Carlo sonriente.

—¿Cómo está, mi pequeña? —Cuestiona entrando al cuarto, pero no cierra la puerta.

—Bien, ¿Por qué no cerraste? —Pregunto al ya estar de nuevo recostada en el sillón.

—Bueno es que tengo que taparte los ojos para darte tu sorpresa —ni siquiera me deja responder cuando ya está colocándose detrás de mí, tapando mis ojos con sus manos —. ¡Ya puedes entrar! —Grita, pero no escucho absolutamente nada.

—¡Hola, mi hermosa escritora! —Escucho como exclaman a mi lado. Tardé unos segundos en reconocer esa voz. En el instante donde mi cerebro identifica el dueño de esta, quito inmediatamente las manos de Carlo.

—¡No puedo creerlo! ¡Estás aquí! —Me sorprendo al verlo ahí parado frente a mí.

—Así es, vida mía, y por lo que resta de la semana me tendrás aquí solo para ti —contesta elevando y bajando la cejas.

—No sabes cuánto te extrañé. No vuelvas a abandonarme tanto tiempo — Amenazo señalándolo directamente con mi dedo índice.

—No lo volveré a hacer lo prometo. —Comenta mientras levanta su mano derecha en señal de juramento.

—Más te vale, Harley Emery Saylor Rox. Necesitaba tener a mi otro mejor amigo —Confieso susurrando la última parte, no quiero que Carlo empiece de amigo celoso.

—Cariño mío, ya vi que tienes nuevo galán. Cuéntame todo —dice cruzando la pierna.

—Es una larga pero hermosa historia. —Doy un suspiro.

—Cariño, tenemos mucho tiempo. —Toma mi mano y se acerca aún más.

Comencé a contarle con lujo de detalle, cuidando que Carlo no escuchara nada. Aun no le he dicho lo del hechizo y la maldición que rigen mi relación con Zarek. Harley conforme voy contándole cosas suspira, se emociona e incluso llora. Gritó en cuanto le mostré una foto.

ENTRE AMOR, REALEZA Y HECHIZOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora