Me encuentro en uno de los jardines del palacio, después de tanto tiempo por fin tengo un momento para mí, necesito pensar en muchas cosas, situaciones, personas. Pero más que nada mi mente se concentra en ese par de ojos ambarinos que me están quitando el sueño. Necesito encontrar a la propietaria de mis desvelos, espero que eso sea pronto.
Tan distraído estaba que no sentí llegar la presencia de mi hermana. Al percatarme de ella le di una pequeña sonrisa y la invité a sentarse.
—Hola, Trina, ¿Pasó algo? —Cuestiono, ya que, a pesar de tener una hermosa relación con mi hermana menor, siempre está encerrada en su habitación leyendo o de plano atendiendo sus deberes. Es muy poco el tiempo que pasamos juntos, por culpa de las obligaciones de ambos.
—Hola, hermanito, no pasa nada. Simplemente quiero pasar algo de tiempo contigo. Hace mucho que no tenemos ni siquiera un momento para hablar —dice mi hermana con algo de tristeza en si voz.
—Oh, vamos, pequeña Trina. Sabes que siempre que desees yo estaré para ti. Sin importar lo que esté haciendo —menciono, mientras me levanto de donde estoy sentado para darle un abrazo.
—Gracias, hermano —contesta mientras corresponde a mi acción —. Por cierto, ¿Sabías que, Sheyda, mi escritora favorita viene a Grecia de vacaciones? —Pregunta mi hermana con un tono de voz que conozco perfectamente. Intenta que repita lo mismo de la vez anterior.
Hace algunas semanas mi hermana se la pasaba pegada al libro de la mencionada escritora, le pregunté sobre que trataba y literalmente me contó la historia, puesto que aclaró que era la cuarta vez que lo leía. Así que le dije que me mostrara quien era la escritora que la tenía en ese estado, ella al principio me vio extraño, pero al final me mostró una foto suya además de decirme que tiene 25 años. Al parecer mi hermana era una verdadera fan, puesto que a todas sus fotos les dio me gusta, también le mandó mensajes donde le decía que la admiraba. Me sorprendió un poco, ya que mi hermana no es fan de casi nadie.
Al ver la foto lo primero que llamó mi atención fue ese precioso para de ojos, que, si mal no recuerdo, son idénticos a los de mis sueños. Sin evitar se me salió una exclamación de asombro, pues la famosa escritora era hermosa, el solo verla me dejó sin palabras. Pero para mí pesar, mi hermana escuchó eso, por más que le aclaré que mis palabras no tenían importancia, ella me dijo que Sheyda la escritora y yo haríamos una hermosa pareja. Por un momento lo imaginé, sin embargo, borré esas imágenes de mi mente, yo esperaría por mi elegida.
—Ya sé lo que pretendes, Trina, no voy a repetir lo mismo —aclaré lo más serio que pude —. Y sobre lo que dijiste, que bueno que venga a conocer nuestras islas. —Contesto sin darle mucha importancia.
—¡Vamos, Zarek! Que tiene de malo que aceptes que Sheyda es hermosa —alega mi hermana con tono de juego —. Además, por lo que tengo entendido, se quedará unas semanas aquí. Podríamos invitarla a venir al palacio, ¿No crees? —inquiere mi adorada hermana subiendo y bajando las cejas.
—No tengo ningún problema en aceptarlo. Y si quieres invitarla tienes que preguntarle a nuestro padre —dije en un tono algo nervioso, y siendo sincero no sé por qué. Mi hermana me mira, se dio cuenta de mi reacción.
—Eso haré. Aunque estoy segura de que mi padre aceptará encantado —dicho esto, sale disparada hacia el interior del palacio. Honestamente me siento muy intrigado por conocer a la famosa escritora, tiene algo que me hace querer saber más sobre ella.
Mientras continuo con mi descanso, escucho pasos acercarse. Al voltear veo a mi padre siendo casi arrastrado por mi hermana, una mirada de confusión se instala en mi rostro al instante.
—Padre ¿Qué es lo que ocurre? —Pregunto cuando ya se encuentran a mi lado.
—Pasa que tu hermana quiere invitar a su escritora favorita al palacio, yo ya le di mi consentimiento para que lo haga, sin embargo, tú también tienes que opinar, pronto serás el rey. Y tú palabra será la que tenga mayor poder —contesta mi padre. Me quedo pensando un momento, no pasará nada malo.
Observo a mi hermana y ella al ver que la miro, pone un puchero en su rostro. Y si, al parecer la princesa Catrina de 25 años aun usa ese método de persuasión. Sabe perfectamente que no me negaré ante aquel acto.
—Está bien, Trina. Invítala a venir, pero por favor deja de hacer ese puchero —termino de hablar y mi hermana corre a abrazarme.
—¡Muchísimas gracias! Te iras al cielo por ser tan bueno —alardea y mi padre contiene su risa para poder hablar.
—Por cierto, Catrina, dijiste que me mostrarías una foto de la escritora —recuerda mi padre.
Mi hermana corre por su teléfono, le muestra una foto, en la cual muestra a Sheyda dentro del avión, está sin maquillaje y aun así demuestra que tiene una belleza increíble. Es raro que esto me suceda, a pesar de conocer a muchas mujeres hermosas, ninguna me provocaba estas sensaciones. Al pie de la foto dice que está en camino para acá.
—Es una mujer hermosa —reconoce mi padre —. Zarek harías una pareja preciosa con ella. Antes de que me digas que estas esperando por tu elegida, cosa que ya todos sabemos, hay que reconocer lo bien que se verían juntos —aclara mi padre antes de darse la media vuelta y retirarse.
Observo por unos momentos más la foto. No cabe duda de que la escritora es la belleza personificada. Dentro de mí un profundo deseo se instala, el cual hace querer estar cerca de la escritora y no dejar que por ningún motivo se aleje. Ojalá ella fuera mi elegida. Ojalá ella fuera la mujer a la que yo amaré por el resto de mi vida.
Hola!!! Espero que se encuentren muy bien.
Quiero agradecerles todo el apoyo que le han brindado a mi historia, ojalá que les esté gustando muchísimo. No saben de verdad lo agradecida que estoy.
Infinitas gracias.
Les dejo mis redes sociales por si gustan seguirme, o quieran preguntarme cosas sobre la novela, quieran darme alguna sugerencia, también por si gustan hablarme para platicar, yo estaría encantada.
Bueno eso es todo, de nuevo muchas gracias. Espero que les guste este capítulo.
Les mando las mejores vibras ✨
Evelin C.
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ENTRE AMOR, REALEZA Y HECHIZOS
Romance¿Te imaginas estar enamorada del próximo rey de Grecia? ¿Saber qué no tienes esperanza puesto que bajo su familia hay un hechizo del amor verdadero? Bueno, Sheyda no está lejos de ello. Desde que tiene uso de razón su corazón solo late por una sola...