CAPÍTULO XXX

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Hoy era el día, el día en el que regreso a mi vida

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Hoy era el día, el día en el que regreso a mi vida. Sé que dentro de unas horas es la coronación de Zarek, le prometí estar y lo cumpliré. Estoy feliz, pero al mismo tiempo me siento mal al dejar a Amori sola, ella se ha portado increíble con nosotros. Espero volverla a ver muy pronto.

Nos encontramos en el auto de Amori, nos lleva directo al aeropuerto. No negaré que el hecho de abordar de nuevo un avión me hace sentir un poco de pánico, pero presiento que esta vez nada malo pasará.

Nadie habla durante la hora y media que dura el trayecto. Carlo solo observa por la ventana, Amori se dedica a conducir y yo estoy pensando en cuál será la reacción de Zarek al verme de nuevo, espero que sea una buena. No me gustaría que se molestara por no aparecer antes.

El auto se detiene en el estacionamiento, todos bajamos al mismo tiempo. Se llegó el momento que menos quería, despedirme de Amori.

—Amori, no sabes lo agradecido que estoy contigo por todo lo que hiciste, de verdad que jamás podré pagarte, por tanto. Eres una mujer excepcional definitivamente, fue un honor conocerte. —Habla Carlo, se dirige hacia ella y l abraza fuertemente.

—No tienes nada que agradecer, Carlo, hice lo que correspondía. Además, déjame decirte que tú eres una persona inigualable, siempre admiraré el cómo serías capaz de dar tu vida por Sheyda. Eso habla del gran corazón que tienes y lo mucho que la quieres. Ahora puedes ser feliz, no habrá nada que te lo impida. —Escucho como lo último que Amori pronuncia en un susurro.

Mi mejor amigo sonríe y se aleja un poco para darme espacio con ella.

—Amori, fuiste como una madre para mí, de verdad que te agradezco todo lo que hiciste, nunca te olvidaré. Espero que algún día nos volvamos a ver. Te quiero. —Pronuncio con la voz quebrada.

—No llores, cariño, yo tampoco te olvidaré. Debes estar feliz porque por fin estarás con Zarek. Por favor cuídalo, él te ama más que a su propia vida. Simplemente eres todo lo que él necesita. Y no te preocupes por mí, muy pronto nos veremos de nuevo —me abraza, al hacerlo siento como recita unas palabras que no logro entender —. Por cierto, Sheyda, esta carta es para ti. Por favor léela cuando vayas en el avión —extiende un sobre blanco con mi nombre.

—Hasta pronto, Amori. —Digo mientras me doy la vuelta para seguir caminando.

—Hasta pronto, Sheyda. —Escucho como se despide, volteo una vez más, pero ya no hay señales de Amori. Parece como si hubiera desaparecido.

Me dirijo hacia donde esta Carlo, me está esperando con un café en la mano.

—¿Lista para ver a tu príncipe de nuevo? —Cuestiona regalándome una sonrisa.

—Con muchos nervios, pero totalmente lista —respondo sonriendo.

Cuando nos encontramos ya sentados y listos para abordar, me dispongo a leer la carta que Amori me entregó. Carlo está descansando.

ENTRE AMOR, REALEZA Y HECHIZOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora